Sí, 25 años han pasado (más o menos) desde “La prueba de la manta” y lo he hecho porque llevaba mucho tiempo pensando en que quería regalarle un ejemplar de “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)” en el que tiene un papel muy importante. A fin de cuentas Antonio F. García Atenza (de Holos de Psicología Clínica y de la Salud), que así se llamaba (y se llama) mi psicólogo, tuvo (y en consecuencia tiene) un papel importante en mi vida. Sin duda hizo lo que pudo por sacarme de la situación en la que estaba y aunque se ocupó de mi solo trece sesiones, lo que aprendí en ellas me sirvió para mantenerme lo mejor que pude en los siguientes años aunque con ayuda de la química a partir de un determinado momento.
Esto fue lo que le dije a mi psicólogo
“Hola Antonio: No sé si me recuerdas. Me trataste hace unos años. Mi padre era José Prieto Garcia que fue Notario de Archena y luego de Murcia. A través de Paco Molina, que trabajaba con mi padre, acabé “con mis huesos” en tu consulta que me puso en la vía de la solución a mis problemas. Años después acabé aprobando. He escrito un libro (en el que sales en varias ocasiones, aunque no con tu nombre y apellidos) y quería regalartelo en agradecimiento a tu pasada ayuda. Ahora escribo (bueno desde hace 5 años) principalmente a través de mi blog : www.justitonotario.es y tras mi primer libro (“Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)” he escrito otro sobre la pandemia y las notarías. He localizado este e-mail en vuestra web y quería confirmar tus datos para enviártelo. Espero que estéis bien, un abrazo y años después … GRACIAS, Miguel“.
El mismo día Antonio me contestó para decirme:
“Miguel, claro que me acuerdo de ti. Me alegro muchísimo de que aprobaras aquello que tú tenías tantas ganas de conseguir. Me alegra también que estés desarrollando tu faceta de escritor y me ilusiona que me quieras regalar ese libro. Un fuerte abrazo y gracias, por compartir lo que compartes en el email“.
He procurado regalar un ejemplar de “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)” a todos aquellos que me ayudaron en mi época de opositor, en aquellos duros (durísimos, insoportables, tremendos …) años. Me había olvidado de Antonio. En unos días lo tendrá. Espero no haberme olvidado de nadie más pero desde aquí vuelvo a darles las gracias a todos.
Por cierto, que en Basconfer han organizado un estupendo Black Friday (hasta el domingo de la semana que viene). Creo que van a hacer ofertas con mis dos libros (el otro es “Crónica notarial de una pandemia”) por separado y, de momento, ya tienen una en marcha por los dos libros con un 15% de descuento. Es una gran oportunidad y ¡ojo! que solo nos quedan 99 “Nadas” y menos de 50 “Crónicas” (y llega la Navidad …).
“La prueba de la manta” tiene mucho que ver en lo que ha sucedido en los cinco últimos años (ayer hizo 5 años desde que abrí el blog). Se publicó en el blog de mi compañero Marcos Serrano y su éxito (limitado porque entonces conseguía 3.000 visitas en un mes y ahora hago una media de más de 4.000 al día) me animó en este inesperado intento de hacerme escritor a los cuarenta y muchos (ya 52).
Por cierto, ¿les cuento un secreto? En ocasiones no veo muertos, pero tengo enormes ganas de tumbarme en un diván …
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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El hilo del post, del libro de Justito y del comentario de Juan Pedro, me parece obvio que la preparación psicológica del opositor es una asignatura pendiente.
No se trata de un apoyo personal, necesario también, por supuesto, sino de un apoyo profesional, con un seguimiento psicológico que diseñe marcos generales de intervención con criterios contrastables y contrastados y una adaptación personal mediante planes de acción individualizados.
Y desde luego nos vendría bien a todos los profesionales sometidos a estrés ese mantenimiento o puesta a punto. Al fin y al cabo no es otra cosa el tan cacareado coaching. Lástima que esté muchas veces en manos de mercachifles y sacaperras y los verdaderos profesionales se vean sometidos a una competencia basura, más en un país con tan poca educación psicológica como el nuestro, donde la salud mental en sentido amplio entendido como bienestar mental sigue siendo un tabú.
Querido Javier:
Ya sabes que estoy de acuerdo.
Aunque haya quien no lo necesite o lo necesite poco, un poquito de psicología vendría bien al 90% de los opositores.
Gracias por tu participación, un abrazo. Justito El Notario.
Antonio atenza es un ser maravilloso me ha encantado ver su nombre por aquí….
Buenas tardes María José:
Yo solo le vi 13 veces (sesiones) y fue hace muchos años. No le he vuelto a ver, aunque me gustaría mucho.
Le considero parte del encauzamiento que tras unos años más de esfuerzo y muchas peripecias me llevó al aprobado.
Saludos y gracias, Justito El Notario.
Estimado Justito, como ya te comenté una vez por privado, los deportistas entrenan a diario, reciben masajes, van al fisio a la mínima. Sin embargo, siempre he pensado que los que trabajamos en cosas más bien de seso (con “s”) no siempre le damos “al mantenimiento” la importancia que merece. Se tiende a pensar que el psicólogo es un señor al que ir “cuando ya me he puesto malo”. Yo creo que no es así. Ofrecen unos mantenimientos y unas “puestas a punto” geniales, sin necesidad de que “vayas malo”. Decía un amigo y compañero al que siempre he apreciado mucho, Eugenio de Vicente, que nuestra profesión es de las más bonitas que hay, pero días malos también los hay. Sí, hay días malos. Con los años y las décadas se van acumulando; y todo pesa. Es bueno pararse de vez en cuando y preocuparse por “recolocar las neuronas”.
Un abrazo y feliz domingo.
Hola Juan Pedro:
Cierto, lo hemos hablado y sí, estoy de acuerdo.
En estos días estoy contestando, a nivel “usuario”, una consulta sobre psicología y oposiciones para un TFM.
Creo que ha quedado chula.
Un abrazo y gracias, Justito El Notario.
Buenas y muy tardías noches Justito:
De bien nacido es ser agradecido, y tú lo eres.
Seguro que tu psicólogo agradece que te acuerdes de él y tu libro le va a encantar.
Salud y buenas ventas.
Hola Esperanza:
Como viste le ha hecho ilusión y es que deba hacerla. Sacar adelante un caso imposible como era el mío y eso que después de dejarle pasaron mil cosas.
Un abrazo y muchas gracias, Justito El Notario.