libro gps notarial

Presentación del libro GPS NOTARIAL de Tirant Lo Blanch en el Colegio Notarial de Valencia

El pasado miércoles 27 de Febrero asistí en el Colegio Notarial de Valencia a la presentación del libro GPS NOTARIAL que forma parte de la colección GPS de la editorial Tirant Lo Blanch.

Soy (bueno, mi alter ego, claro) uno de los 35 Notarios que hemos colaborado en la obra. Todos los autores pertenecemos (un par de ellos pertenecían) al Colegio Notarial de Valencia. Mi participación (relativa al STI o Servicio de Tramitación Inmobiliaria) es de las más breves y forma parte del Capítulo 15 dedicado a las “Actuaciones Notariales en Materia Catastral”. El coordinador de la obra ha sido Ubaldo Nieto Carol, Notario de Valencia, que ha hecho un trabajo ingente, original en su planteamiento y absolutamente formidable. El volumen tiene cerca de 2.000 páginas y constituye una obra de consulta sensacional para Notarios, empleados de Notarías y juristas en general (sin descartar hasta a los sufridos opositores), pues desgrana buena parte de la actividad propia de los Notarios, dejando únicamente de lado (y no del todo) la parte mercantil que requeriría un tratado independiente dedicado a esta importante faceta de nuestra actividad a la que se dedica el Capítulo 13 (Expedientes Notariales en Materia Mercantil).

En mis primeros años como Notario compré bastantes libros y me fui conformando una buena biblioteca. Luego vino la crisis y el presupuesto para libros quedó bastante restringido. Hasta dejé de comprarme los Anuarios de la DGRN que tanto me gustaba tener. Además con la facilidad de encontrar muchas cosas por Internet y con la experiencia y las relaciones que se adquieren con el paso de los años, se fue haciendo mucho más fácil resolver los problemas del día a día y menos indispensable recurrir a las obras de consulta. Sin embargo, una obra de consulta como GPS NOTARIAL, pienso que será uno de esos escasos libros que no se alejen nunca demasiado de nuestras mesas de trabajo.

Ese honor está reservado en mi caso a unos pocos libros. Códigos aparte (mi viejo Código Civil siempre próximo a uno actualizado, mi Legislación Hipotecaria y la Legislación Notarial), en mi caso siempre tengo a mano “La capacidad en los negocios jurídicos sobre inmuebles” de Antonio Pau Pedrón, el libro (también de Tirant Lo Blanch) de regímenes matrimoniales de Vicente Simó Santonja (“Compendio de regímenes matrimoniales”) o el reciente del Colegio de Registradores (“Los regímenes económico matrimoniales del mundo”). También me suelen sacar de aprietos la legislación notarial comentada (y especialmente el tomo I) que publicó el Colegio Notarial de Madrid (“Nueva legislación notarial comentada”) y, por supuesto, el Prontuario notarial” de Ramón García-Atance Lacadena (que ya va por su 3ª Edición). No pasan tampoco demasiadas semanas sin tener que recurrir para alguna rareza a los Formularios Notariales” de Ávila y me gusta mucho un pequeño libro con modelos de poderes notariales del citado Simó Santonja y de Simó Sevilla (“Formularios de poderes”) que anda siempre por los aledaños de mi mesa y que puede encontrarse por menos de 15 Euros. El Rivas, “Derecho de Sucesiones Común y Foral, I, II y III“, se reserva para los casos más complicados de Sucesiones y para los supuestos de hecho para dictamen.

Creo que no me olvido de ninguno de mis indispensables.

Dudé mucho en asistir a la presentación

Más coche y otra noche fuera de casa tras el fin de semana en Madrid por el aniversario de mi promoción y teniendo que ir el siguiente de nuevo a Madrid por razón de un acontecimiento extraordinario que pronto espero contar. Pero al final pensé que no todos los días uno participa (aunque solo sea un poquito) en una obra de estas características y ve por vez primera algo suyo escrito en formato papel. Así que me decidí a reservar habitación, coger el coche, acercarme a Valencia, asistir a la presentación y al posterior ágape que nos había dispuesto la editorial (en el que he de reconocer que me reservé bastante porque podía haber salido cenado de allí y no quería hacerlo) y terminar cenando en algún sitio cercano al hotel que había seleccionado (que, por cierto, resultó un buen descubrimiento).

Ya tengo un hijo y he plantado un árbol. Creo que la tercera cosa indispensable en la vida no la he cumplido aún con esta colaboración, pues imagino que debe existir letra pequeña para lo de “escribir un libro” y que debe ser más bien “escribir un libro (entero). También es cierto es que ese libro “solo mío” ya está escrito. He terminado de revisarlo por segunda vez. No sé si Ubaldo Nieto nos habló de ocho pruebas de edición revisadas para GPS NOTARIAL. Espero que en mi caso sean suficientes un par más y que pronto pueda ver la luz mi primera obra en solitario.

Negocio y luego ocio

Después de la presentación que incluyó la intervención de Francisco Cantos, Decano del Colegio Notarial de Valencia, de Salvador Vives, director de Tirant Lo Blanch, y de Ubaldo Nieto (que nos explicó el proceso que le llevó a tomar la difícil decisión de coordinar esta obra escribiendo una parte importante de la misma y nos recordó una gran cita de su padre, Ubaldo Nieto de Alba, quien le decía: “No te limites a vivir de tu profesión. Haz algo por ella”) salí del Colegio y pregunté a mis darkcompañeros donde me podría comer un buen trozo de carne en Valencia. Estas fueron sus recomendaciones:

  1. Askua, “sin duda” me añadieron.
  2. Q`Tomas, por cercanía.

Otra opción, me dijeron, es que te hagas un poké, que está muy de moda.

Puesto que Askua me cogía algo lejos, me decidí por Q`Tomas. Sin embargo, de camino me topé con el Hard Rock. Había sido un día muy largo … Una hora y cuarto de coche; una jornada de trabajo; una hora y tres cuartos más de coche; acelerado y corriendo al Colegio, el acto, el ágape, vuelta al hotel, dejar la maleta, quitarme la corbata y cuando íbamos hacia Q`Tomas, a medio camino entre el Ayuntamiento y la Plaza de Toros, nos topamos con el Hard Rock. Creo haber estado en el de Madrid, en el de Budapest, en el de Viena y ahora en el de Valencia. Cayó un plato de aros de cebolla (lejos de mis preferidos de Bubba&Gump en Times Square) y un correcto trozo de carne que terminé de digerir con un sorbete al que pedí que le añadieran un toque de vodka.

Luego ya me fui a dormir al Casual Vintage Valencia, un hotel próximo al concepto hostel en el que donde dormí estupendamente bajo un enorme vinilo de The Beatles y en una gigantesca cama situada en una de las tres piezas que conformaban mi habitación (saloncito con sofá cama, dormitorio y cuarto de baño). Un sitio a considerar para economizar en esta clase de viajes relámpago. El desayuno, en un chaflán curvo que miraba al Ayuntamiento, pintaba más que bien. Yo me despaché con un café doble y uno individual, dos vasos de zumo de naranja, un mini cruasán y una mini ensaimada. Total de la estancia: 65 Euros.

Después cogí el coche y me fui para mi pueblo donde me esperaba mi escasa ración diaria de escrituras. A ver cuando me la aumentan mis paisanos …

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario




 

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