Oposiciones ¿memorísticas?

Como puntos de partida y final de este post sobre oposiciones, he preparado improvisadamente, sin guión, un par de vídeos. En uno, en el de la imagen destacada de este post, mis temas y dictámenes (años 1991-2002). En el del final del texto, los de mi padre (1958-1962). En esta época todo cabe en un pendrive. Me cuesta imaginarme como hubiera hecho un tipo tan obsesivo como yo, si hubiera tenido tan fácil mejorar y mejorar los temas hasta sentirme absolutamente a gusto y satisfecho con ellos.

“Hoy nuevamente vengo a plantearte dos dudas más”

Posible opositor, el protagonista de “Oye Justito…me estoy planteando opositar, volvió a la carga con sus preguntas y me formuló una nueva e interesante consulta que pone el dedo en la llaga del asunto de las que algunos llaman “oposiciones memorísticas”.

¡Muy buenas de nuevo Justito! Continúo en el camino de la indecisión y las dudas no me dejan de brotar. Hoy vengo a plantearte dos más.

La primera: Durante la oposición (y supongo que dependerá del preparador) si surgen dudas con respecto algún punto o tema en concreto en cuanto a comprensión, ¿hay tiempo para “explicarlo” o ver las ideas? ¿o directamente pasamos a la memorización pura y dura? Asimismo, durante la carrera, en muchas asignaturas y temas se observan varias teorías, corrientes, etc. ¿en la oposición se va más al grano?

Y la segunda cuestión: Estoy pensando en ponerme en contacto con algunas notarías de aquí o de mi ciudad, para ver si pudiera “hacer prácticas” a los meros efectos de observar el día a día y sin esperar mayor contraprestación que la experiencia de ver si me animo finalmente. No sé cómo será recibida mi propuesta. Muchas gracias por tu atención, ¡saludos!

Hacer prácticas en una notaría como forma de animarse a preparar la oposición

Para el que no haya pinchado el primer enlace, le diré que Posible Opositor trabaja en un despacho de abogados.

Lo cierto es que no estoy seguro del interés y efectividad que pueda tener para decidirse a preparar notarías esta forma de aproximación al mundillo notarial, aunque tal vez sea el empujón que Posible Opositor necesita para decidirse. Podría estar bien pasar un par de semanas o tres en una notaría en contacto directo con el Notario viendo cómo es su día a día y su minuto a minuto, presenciando los otorgamientos y las fases previa y posterior, las consultas, las visitas, las llamadas, el estudio, los horarios y la preparación de los asuntos que darán lugar (o no) a nuevas escrituras.

Es habitual este tipo de prácticas en los opositores aprobados que mientras esperan primer destino se familiarizan con el que va a ser su trabajo en los despachos de sus preparadores o de otros Notarios conocidos. También desarrollan prácticas en notarías algunas Facultades y Escuelas de Práctica Jurídica, que normalmente suelen convenirse a estos efectos con Colegios Notariales que ofrecen la alternativa a sus colegiados. En el caso de las Facultades, indudablemente se piensa en captar y orientar vocaciones; en el caso de la Práctica Jurídica, entiendo que se trata de proporcionar un mínimo conocimiento de la actividad notarial “in situ”. No sé si Posible Opositor, que no está en ninguna de las dos situaciones, resolverá su conflicto interior (¿oposito a notarías o no?) con un poco de reality show notarial. Pero por un par de semanas o tres de su vida que emplee en este menester, no pasará nada y tal vez sí que le ayuden a disipar sus dudas. No sé si ofrecerme voluntario para que se pase por la mía…

Memorización pura y dura

A propósito de mi post “De mayor NO quiero ser Notario” (la secuela de “De mayor quiero ser Notario”) se inició un corto hilo en Twitter en el que se dijeron cosas como que “con Bolonia, el sistema español de oposiciones memorísticas es absurdo”. “En mi opinión en todas las oposiciones se memoriza, ¿no?”, dije yo. En la mayoría, pero no todas. Por ejemplo, en la Universidad no memorizamos. Investigamos, publicamos, maduramos y exponemos”– me respondieron. Lo primero que pensé es que esas no son verdaderas oposiciones. Luego busqué en Google:

“Oposiciones a catedrático de universidad en España”

Este ha sido el primer enlace que me ofrece el buscador.

“El tiempo de estudios, investigación y preparación para ser docente implica una inversión de quince añosdicen.

“El paso final es realizar una oposición ante el Tribunal de la Universidad en la que se haya convocado la plaza docente”dicen más adelante.

No tengo ni idea de en qué momento te empiezan a remunerar por tu trabajo en ese largo periodo de tiempo de quince años, pero estoy seguro de que más bien casi hacia el principio (por no decir que desde el minuto uno) estarán cobrando por su trabajo. Eso es una gran ventaja cuando además uno está en pleno proceso de formación.

Los Notarios empleamos una media de la mitad de tiempo (aunque yo tardé casi once años) en aprobar nuestras oposiciones, tiempo en el que no cobramos absolutamente nada. Transcurrido ese tiempo, de no tener un resultado positivo, nos situaremos en la casilla de salida con la memoria inflamada de artículos del Código Civil y de unas cuantas leyes más, pero ¿sin ninguna clase de conocimientos adquiridos?

Yo creo que la respuesta es no, absolutamente no. Si fuéramos discos duros andantes, no tendríamos al suspender las buenas opciones que normalmente tenemos. ¿Qué pasa con ese candidato a Catedrático que tras esos quince años de camino no aprueba las oposiciones? Primero dudo que lo pongan de patitas en la calle y para seguir me niego a pensar que el día antes de su oposición final, un Catedrático sea casi una eminencia y un opositor a notarías ante su decisivo dictamen, una base de datos almacenados que no ha entendido nada de lo que lleva años estudiando.

¿No será que son dos sistemas casi antagónicos, igualmente malos o igualmente buenos? ¿No será que en la Universidad no hay unas auténticas oposiciones y que las verdaderas oposiciones son todas memorísticas? Creo que no debería utilizarse peyorativamente el calificativo de memorístico. ¡Qué no somos papagayos¡

Algunos compañeros hicieron otros comentarios en aquel hilo

“Pienso que nuestro examen más difícil es el tercero, donde prima la lógica y el conocimiento”.

“Si solo es cuestión de razonar yo quiero ser Catedrático de Física Cuántica“.

“¡Qué manía con la memoria! Para razonar hay que tener con qué hacerlo¡”.

“Si no, cualquiera sería cualquier cosa”.

“Para mi -dije yo- lo de la memoria se valora siempre de una forma ¿distorsionada? ¿Cómo se aprende y razona sin memorizar? ¿Cómo se memoriza sin aprender? El momento de demostrar que has aprendido y razonas en nuestras oposiciones es el dictamen“.

 oposiciones memorísticas

Mucho tiempo después me llegó este comentario:

“Recomiendo a los críticos con el sistema o método que lean artículos sobre la teoría de la teoría cognitiva para que comprendan como funciona nuestro cerebro y sobre cómo pasa la información desde los canales sensoriales a la memoria de trabajo y de esta a la memoria a largo plazo. Descubrirán que la memoria de trabajo se satura fácilmente, que la memoria a largo plazo es virtualmente ilimitada y que la forma de trabajar de esta última consiste en acoplar las nuevas informaciones a los esquemas previamente construidos. Sin esfuerzo no hay aprendizaje“.

¿Hay tiempo para “explicaciones” o ver las ideas?

Por supuesto que lo hay y será malo que no tengas tiempo para ello en tus temas. Tal vez Posible Opositor debería hacerse con unos cuantos temas de las oposiciones (o con todos) y saldría de todas sus dudas rápidamente. Hay temas que permiten el lucimiento, temas en los que no da tiempo más que para recitar los correspondientes artículos, temas que son pura teoría, temas en los que todo está dicho, temas con resoluciones y sentencias que añadir, actualizaciones constantes, temas cambiantes. No cabe duda de que desde los temas manuscritos, sí escritos de puño y letra por cada opositor, de hace décadas pasamos a la tijera y el pegamento de mi época y al corta y pega informático de estos tiempos, pero los temas están en constante actualización, plagados de teorías y de opciones que serán las armas en el dictamen, para el que incluso se quedarán cortos. El papel del preparador es fundamental, pero la guinda la pone el opositor con su estudio permanente. Todo es memorizable, todo es razonable, todo tiene que acabar entendiéndose. El dictamen nos pone a todos a prueba, pero por un mal tema te pueden suspender. No se puede estudiar cualquier cosa, puedes jugarte años de estudio por exponer ante el Tribunal un mal tema.

Creo que no se trata de que por falta de tiempo, pasemos a memorizar. El tiempo es el que es y, en ese tiempo, hay que explicarlo todo o al menos todo lo que se pueda y de la mejor manera posible. Y ¿cuál es la mejor manera? Pues entendiéndolo y haciendo ver que lo entiendes al Tribunal, que te estará esperando a la vuelta de la esquina, a la vuelta del tercer ejercicio para que se lo demuestres en seis horas y por escrito. Un Tribunal sabe distinguir al que sabe del que no sabe, estoy seguro. Luego vendrá la lectura y la espera de la nota

¿En la oposición se va más al grano?

Insisto en la misma idea, al grano que te permiten los minutos de examen y los minutos que se dedican a cada tema, pero podrías suspender o pagar caro, si omites un gran debate clásico o uno moderno sobre una cuestión relevante, lo que te exige estar al tanto, tener un buen preparador y espabilarte. Saber qué decir y qué no decir. Meter la tijera por donde debes, omitir lo prescindible y no dejarte nada fundamental.

En el dictamen se va al grano pero de otra manera. Nada de paja superflua, hay que localizar los problemas que plantea el supuesto de hecho (que cada vez es más largo) y fajarse a fondo con ellos. Darles salida, no necesariamente solución, decantarse, conocer todas las tesis o teorías existentes, argumentar y contra argumentar, manejar resoluciones y sentencias, corrientes mayoritarias, opiniones clásicas y modernas. Hay que manejar criterios interpretativos, principios generales, legislación y tener sentido común para no cargarse el dictamen, ni atascarse en cualquier punto intermedio del mismo.

Yo conseguí aprobar a la tercera, así que me estampé dos veces en el último obstáculo, demostración de que no era suficiente mi memoria, de que el sistema me estaba desechando y dejando pasar a otros antes que a mí. Puede que el sistema se equivocara y que dejara pasar a otros antes que a mi y que dejare a muchos otros definitivamente fuera. Pero, ¿es que eso no ocurre en las “oposiciones no memorísticas”? Hay que procurarse, y ya lo he dicho en otros posts, los mejores preparadores y los mejores temas. Hasta si tienes opción de hacerlo, hay que procurarse el mejor grupo de compañeros de preparación. Cuando yo aprobé tuve un grupo realmente magnífico. Nos pasamos muchos meses haciendo dictamen todos juntos: José Luis, Sergio, Victoria, Cristina, los dos Javieres, David y yo. Al frente, grandes Notarios y preparadores, como Alfonso Ventoso Escribano que pasó muchas horas con nosotros en su notaría. Por cierto, uno del grupo suspendió aquella convocatoria, quedó excluido de nuestra promoción pero el sistema (y su gigantesco esfuerzo) lo que recuperó en la siguiente convocatoria.

Nosotros también investigamos, maduramos y exponemos

Lo único que no hacemos es publicar (salvo nuestros propios temas…), aunque tenemos opositores muy brillantes que lo hacen aún antes de aprobar y publicamos cuando aprobamos la oposición una vez salidos de nuestro cascarón, una vez salidos de nuestro periodo de formación que simplemente es DISTINTO.

A mi juicio, si pudiéramos hacer una valoración media de los profesionales resultantes de uno y otro sistema, como mínimo sería absolutamente equiparables. Tan malos Catedráticos habrá como malos Notarios. Tan buenos Catedráticos como buenos Notarios. Los sistemas son mejorables, lo que fallan son las personas puesto que en el resultado final del proceso influyen otras virtudes y valores que no se atesoran por todas las personas por igual. Por supuesto, las aptitudes (y actitudes) previas son fundamentales, no vale todo el mundo para todo y, preferencias o vocaciones aparte, a cada uno le puede venir (o convenir) mejor un sistema o el contrario. Son sistemas distintos, creo no hay por qué compararlos.

Espero que en la siguiente tanda de dudas, Posible Opositor no me pregunte, oye Justito ¿y puedo aprobar notarías teniendo mala memoria?” 

Por cierto en Google la búsqueda “oposiciones memorísticas” ya ofrece 35.200 resultados.

Os dejo con parte del material de la oposición de mi padre y con el enlace a un post reciente que titulé: “Lo mismo un burro que un gran profesor”.

Pincha AQUÍ para comprar mi libro “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)” edición en papel (Basconfer)

Pincha AQUÍ para comprar mi libro “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)” edición digital (Wolters Kluwer)

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario




 

12 comentarios

  1. F. JAVIER OÑATE CUADROS

    Un buen truco para los nervios es plantearte lo siguiente:

    a) Antes de examinarte no eres nadie. Después puedes seguir no siendo nadie o siendo alguien. SÓLO PUEDES GANAR.

    b) Has invertido tu tiempo y esfuerzo. En algo que MERECE LA PENA. Mucho más que cualquier alternativa, pues si no, habrías escogido otro camino.

    c) No intentes memorizar, intenta comprender, aprender y sólo después memorizar. Intenta explicarte y explicar el tema a tu interlocutor. Demuéstrale que dominas la materia, que te la sabes y en los detalles, MUCHO MEJOR QUE QUIEN TE VA A EXAMINAR. Obviamente el examinador es un profesional experto y con experiencia y su conocimiento es mucho más profundo que el tuyo. Pero tu dominio de los detalles es mayor, nunca te sabrás los artículos del CC como cuando eres opositor, salvo los realmente esenciales.

    d) Cantar los temas es una PUESTA EN ESCENA. Hay que transmitir el hecho de que sabes mucho más de lo que el limitado tiempo de exposición te permite. Y para eso, hay que saber más. Mi consejo, preparar temas que supongan un 20-30% más que el tiempo disponible, de modo que aunque algo falle o se caiga, nunca te vas a quedar en blanco ni quedar el tema cojo.

    • Buenas tardes Javier:
      Estoy de acuerdo en lo de la PUESTA EN ESCENA. El aspecto formal es fundamental (lo que nos lleva al punto c, dominio de la materia). Una exposición brillante con el contenido justo y bien dominado es la clave del aprobado. Ahora que vuelvo a escuchar temas de vez en cuando, observo como los nervios del opositor se transmiten al que se escucha causándole mala impresión cuando tal vez sin los nervios el dominio de la materia sería muchísimo mayor. Gracias por tu intervención, un abrazo, Justito El Notario.

  2. En mi opinión es absolutamente absurdo e inútil tener a generaciones enteras de estudiantes brillantes aprendiendo textos literales… Es decimonónico. Gente que dedica 10 años de su vida a aprenderse textos de memoria literalmente. 10 años perfectamente laborables en los que no están produciendo (y por tanto el país no se puede beneficiar de ellos), y para ellos es un perjuicio, 10 años sin cobrar un sueldo, encerrado en una habitación, recitando textos… Es simplemente un atentado a la razón que incomprensiblemente este país no termina de corregir. Además de una forma de malgastar recursos. Aun no he encontrado nadie que me justifique con argumento sólidos la necesidad y la utilidad de saber recitar textos literales. Es un sistema medieval que como no modernice el colectivo pronto quedará superado por cualquier maquina, que desde luego es capaz de recitar textos de memoria con bastante más precisión que un humano.

    Y desde luego los argumentos que indica el autor de este post, en su vídeo, de que hay que actualizar los temas o que hay que subrayar en colores cono hacen sino reafirmar que son unas oposiciones unicamente memorísticas. Me gustaría saber que opinan en Estados Unidos de un sistema tan ineficiente como el español, que tarda 10 años en sacar generaciones de notarios, para desempeñar un trabajo que en ese país se realiza tras superar un cursillo. Y EEUU no es precisamente un país que funcione peor que el nuestro. En fin que España debe modernizar algunas cuestiones, y entre ellas la cabezonería y privilegios de algunos colectivos que se están quedando obsoletos.

    • Buenas noches:
      .- Obsoletos: Demuestra usted que sabe muy poco del Notariado español, referencia mundial y uno de los más avanzados (¿el que más?) del planeta.
      .- Privilegios: Dígame otro al margen del que usted cree que lo es (el régimen retributivo).
      .- Cabezonería: ¿?
      .- Modernizar: Será el sistema de oposiciones, porque modernos lo somos y mucho. ¿Sugerencias para el acceso a nuestra profesión? ¿el mismo sistema que para la clase política, tal vez?
      .- EEUU: No me haga reír. ¿Un cursillo para ser Notario? ¿De verdad dice esto en serio? ¿Y porqué nos íbamos a tener que comparar? Un país con paraísos fiscales entre sus estados (Delaware) y con zonas opacas a montones en las zonas bajo su dominio o bandera (islas de por aquí y por allá). ¿Y porqué iban a tener que opinar los americanos de nuestros sistema si no lo conocen?
      .- De los posts de mi blog, no hay más autor que yo.
      .- Yo le justifico el sistema: Es un sistema y como sistema es mejorable. Exactamente igual que el que existe para acceder a cualquier otra cosa. Medieval, ¿qué sabe usted de las oposiciones en el Medievo? Por cierto, ¿existían ya?
      .- Y llegamos a lo último. El argumento: ¿Sabe usted lo que es el mimbre? Sirve para hacer cestos. No se puede hacer un cesto sin mimbres. Para practicar hay que tener con que hacerlo. Dígale a un Notario: Mi padre murió después que mi abuelo y la herencia de mí abuelo no se había repartido, ¿qué sucede? Verá lo que le contesta y cuanto tarda en hacerlo; fíjese en el artículo del Código del Código Civil que le cita. Pregúnteselo a muchos otros profesionales jurídicos, a ver cuanto tiempo se tiran buscando el Artículo en el Código. Ah, ¿que eso no sirve de nada? Porque usted lo diga. Siéntese 8 horas cada día en un despacho y que le empiece a pasar gente para que les resuelva la papeleta. Por favor, ¡que es un sistema¡ ¡que no tardamos todos diez años¡ ¡que es voluntario¡ ¡que es un proceso selectivo como hay tantos en la vida (incluida la vida laboral)! y cada proceso tiene sus reglas y en este hay que demostrar que sabes más y que lo sabes mejor que los demás y luego que sabes aplicarlo. ¿Que falla? Pues claro, como todo, pero yo tampoco he encontrado a nadie que me proponga algo mejor de lo que hay. Ah … el cursillo … y para ser policía nacional que te den una pistola y una placa y a correr, ¿no?
      Memorizar, aprender de forma rigurosa, aumenta la capacidad de razonar y argumentar, ayuda a utilizar los diferentes criterios interpretativos, a manejar las normas legales con rapidez y destreza: permite ser el más rápido del Oeste, es verlas venir desde casi antes de que te hablen ….
      Lo demás … el encierro, el atentado, es una dramatización y dicho desde fuera, desde el lado de un detractor y desconocedor, no encaja.
      En fin, creo que hay que hablar de lo que se sabe y callar en lo demás y no opinar como si uno fuera un experto, sin serlo. Se llama prudencia y modestia. Es un conocido deporte nacional.
      En fin, desacuerdo total. Saludos, Justito El Notario.

      Si te ha parecido bien o te ha resultado útil mi contestación, puedes invitarme a una caña o hacer un donativo a una ONG; si quieres más información pincha aquí

    • F. JAVIER OÑATE CUADROS

      CRITICO: Ya que es usted tan negativo con las oposiciones memorísticas (yo tengo una pésima memoria, soy incapaz de aprender una poesía), le recomiendo que lea artículos sobre la teoría de la teoría cognitiva para que comprenda como funciona nuestro cerebro y como pasa la información desde los canales sensoriales a la memoria de trabajo y de esta a la memoria a largo plazo. Descubrirá que la memoria de trabajo se satura fácilmente, que la memoria a largo plazo es virtualmente ilimitada y que la forma de trabajar de esta última consiste en acoplar las nuevas informaciones a los esquemas previamente construidos. Sin esfuerzo no hay aprendizaje.

      • Querido Javier:
        El pequeño debate tuitero que dio lugar a este post, creo que hubiera terminado por ko con una opinión tan clara y contundente y, además, expresada en tan pocas líneas.
        Muchas gracias, un abrazo, Justito El Notario.

  3. Opositora rehabilitada

    Me ha encantado este Post y quiero aportar lo que yo pienso sobre esta oposición, que preparo pero no he aprobado, ni siquiera me he presentado aún a ningún examen yendo con opciones. Sí llevo unos cuantos años peleándome con ella y no precisamente estudiando, sino queriendo estudiar. (Desde que empecé pasaron unos cuantos años, estudiar lo que se dice estudiar habré estudiado 2, a lo sumo 3. Me he puesto seria recientemente. Soy un ‘caso extraordinario’ cuyo ejemplo no se debe seguir, jeje) Me metí en este ajo sin saber donde me metía. Lo descubrí en el primer año de antioposición. Tardé en aprender a estudiar como se tiene que estudiar para poder recitar los temas con sus artículos literales, mencionando a autores de los que no sabía ni su existencia -me costaba recordar los apellidos, Roca Sastre, Puig Brutau, Puig Peña, De Castro, Castán. Esto lo decía De Castro o era Castán? De Diego o Díez Picazo? ¡Qué follón!-, mencionando leyes y fechas y todo en un tiempo cronometrado. Sin duda, nada tiene que ver con la forma de memorizar que se utiliza para aprobar un examen de carrera. Creo que si cualquier opositor a notarias, registros o similar volviéramos a empezar una carrera después de haber estudiado una oposición con este método memorístico tan duro la sacaríamos ‘con la gorra’ y con matrícula de honor. Ejercitar la memoria de esta forma hace que retengas muchísima más información que estudiando ‘por ideas’ que luego desarrollar. Es indudable pero suporque un esfuerzo titánico. Para mí (insisto, para mí) hay dos formas de memorizar estos temas: 1) memorizar literales solo los artículos y el resto del contenido del tema, historia, doctrina, explicaciones etc retenerlos y ubicarlos fotográficamente en el folio pero explicándolo con tus palabras , haciendo que prevalezca la comprensión y que lo que te permita ir rápido sea lo bien que ‘controlas ‘ lo que estás diciendo ; 2) memorizar literal o lo más literal posible todo el tema, sin excepción. Tardarás muchísimo más la primera vez, pues lo que no son artículos te llevará el mismo tiempo , pero notarás que las siguientes vueltas van más rápido y que lo que te permitirá ir rápido al recitar el tema será, no lo bien que controlas lo que vas diciendo, sino que te saldrá casi sin pensarlo porque el ejercicio memorístico fue muy superior y podrás ‘darle al play’, de modo que tu mente vaya a una velocidad que la boca no alcanza . Yo intento combinar ambos sistemas. En todo caso, memorizar es un aburrimiento y un suplicio. Me ha encantado el comentario de ‘para poder razonar hay que tener con qué ‘ y, además, añado que la memoria es una forma de inteligencia.

    • Buenas tardes:
      Voy a empezar por el final pues me encanta lo de que “la memoria es una forma de inteligencia”. ¡Claro que sí y hay que hacerla valer, que no es un demérito¡
      Tengo que decirte que el perfeccionismo excesivo, tampoco es bueno. Nuestro objetivo es examinarnos y aunque los temas tienen que ser buenos y hay que estudiarlos bien, hay que buscar el justo equilibrio entre querer tener y decir el tema perfecto y querer entenderlo todo y, al tiempo, no demorar las opciones de presentarse en tiempo y forma a una convocatoria. Es decir, que también a veces hay que darse prisa y probarse y ver como responde uno en un examen con nervios, fiebre, un hueso roto, con un disgusto familiar o con un tribunal cansado y a cara de perro. A lo mejor no llega la oportunidad perfecta y por eso hay que buscar un equilibrio y apretar, probarse, dejarse cosas, etc…, etc… Lo digo porque con tres años es perfectamente viable presentarse y con cuatro también se ha de poder aprobar. Todo esto hablando de los temas, que el dictamen es otra cosa y de un tiempo a esta parte estoy pensando de una manera algo diferente que cualquier día explicaré en un post. Es una cierta renovación de mis cimientos opositores más profundos, pero mi trato con opositores de un tiempo a esta parte, me hace ver que los que no somos tan capaces ante el tercer ejercicio, dejamos perder o que nos pierdan el tiempo, los años y nos plantamos con un porrón de ellos ante un dictamen que no hemos aprendido siquiera a hacer, para el que no nos hemos puesto a prueba, ni nos han probado, pegándonos un batacazo demoledor pero en la mayoría de las veces completamente justificado.

      Por lo demás, estoy de acuerdísimo en lo de la gorra. Lo he dicho un montón de veces, pero cada cosa tiene su momento.

      Creo que no todo se puede/debe estudiar de memoria. Eso es malo. Hay que comprender en la medida de lo posible.

      Y creo que muchos como tú, llegan a este ajo sin conocimiento de causa, aunque tal vez lo normal sea tardar menos o cogerle el aire. Espero que una vez centrada y estudiando a tu manera y a tu gusto, cojas ritmo de crucero con el fin de que esta etapa no sea excesivamente larga, sobre todo si en alguna o algunas convocatorias se tuerce y el tiempo acaba por vencerle a uno.

      Ánimo y gracias por tus palabras. Un abrazo. Justito El Notario.

      Si te ha parecido bien o te ha resultado útil mi contestación, puedes invitarme a una caña o hacer un donativo a una ONG; si quieres más información pincha aquí

  4. Muy interesante
    A ver si escribes algo sobre cómo controlar los nervios
    He estado 9 meses llevando solamente el código civil, y la semana pasada que volví a los temas los llevo infinitamente mejor, pero los nervios hacen que mi exposición caiga muchísimo
    Gracias

    • Hola Marta:
      Tomo nota de la cuestión para ver si le puedo dar desarrollo en algún post o FAQ, pero el asunto de los nervios no tiene mucha vuelta que darle en mi opinión. Uno está tranquilo si domina el programa. En cuanto se sacan las bolas y ves que te sabes los temas, la tensión disminuye muchísimo. Si no es así, aumentará exponencialmente. Los nervios se dominan entrenando, es decir, cantando con el preparador, con distintos preparadores si uno ve que los nervios le pueden, haciendo completos y si hace falta sufriendo interrupciones, llamadas de teléfono o entradas de gente en el despacho del preparador mientras uno canta. No hay otra, si pasa el tiempo, si llegan los exámenes y uno no es capaz de dominarse, diría que la cosa no pinta demasiado bien.
      Intentaré desarrollar algo más la cuestión.
      En cuanto al post reeditado de hoy y la importancia de la memoria, tengo que reconocer que últimamente estoy pensando en que existe un deficit importante por parte de muchos opositores en la preparación del dictamen que hace que el resultado de la oposición dependa demasiado de su facilidad en los dos primeros ejercicios, sufriendo grandes batacazos en el dictamen por no dedicarle el tiempo que necesita a lo largo de los años. Creo que también podría escribir algo sobre el tema, gracias a recientes experiencias con opositores en el tercero.
      Saludos y ánimos, Justito El Notario.

      Si te ha parecido bien o te ha resultado útil mi contestación, puedes invitarme a una caña o hacer un donativo a una ONG; si quieres más información pincha aquí

      • Es verdad lo del dominio y los nervios, pero ahora que he vuelto a coger los temas, y me los se mucho mejor que cuando los dejé, estoy muchísimo más nerviosa.
        Quiero esperar que es por ser la.peimera semana después de nueve meses sin dar temas
        Cuando he estado llevando el código (con un sistema de arrastre) no he tenido esos nervios que ahora sí
        Lo del dictamen me parece imprescindible, porque es verdad que pasa mucho lo que comentas
        Muchas gracias

        • Hola Marta: Date tiempo, seguro que irás relajándote y cogiendo confianza. Ánimo, saludos, Justito El Notario

          Si te ha parecido bien o te ha resultado útil mi contestación, puedes invitarme a una caña o hacer un donativo a una ONG; si quieres más información pincha aquí

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.