esfuerzo wanted se buscan opositores

¿Cultura del esfuerzo o de la flauta? (“Wanted: Se buscan ex-opositores”)

Y no lo digo por los perroflautas, lo digo por el ex jefe de RRHH de Google que es completamente tajante cuando dice: “El expediente académico no sirve para nada”. El esfuerzo ha muerto .. viva Google.

Pues entonces es como en el tango: vale “lo mismo un burro que un gran profesor”.  ¿No sería mejor decir que no es lo único determinante, que no es tan determinante o algo por el estilo? O sea que a mi me viene un chico que ha estudiado Derecho, preparado notarías cinco años llegando hasta el dictamen y le digo que no, que no le cojo y que, a cambio, me quedo con el simpático, el dicharachero o el que es comercial y que sabe inglés, pero que no sabe ni lo que es un Notario, ¿no?

Dice … 

  1. Los tiempos han cambiado. Pues Alfonso Escámez llego a Presidente del Banco Central y empezó como botones. ¿Seguro que han cambiado tanto?
  2. Los títulos no predicen nada. Claro y las entrevistas de diez minutos sí que lo hacen.
  3. La proporción de trabajadores de Google sin título universitario no para de crecer. Hay vida al margen de Google. ¿Maneja estadísticas de los trabajadores sin título de hace algunas décadas o de estos tiempos pero al margen de Google? Dos de mis tres trabajadores no tienen título.
  4. Hay desconexión entre lo que se enseña en la universidad y el trabajo. Lógicamente. La educación es una especialización. Si quiere usted, educamos a los hijos para que trabajen en Google y adaptamos los programas de estudios (Las matemáticas y Google; La geografía de Google; Historia de Google; Educación Física para trabajar en Google …). ¡Ah¡ y ya me cuenta otro día a qué se van a dedicar sus hijos. Si acaso dígales que me manden el curriculum o mejor que vengan y que les hago una entrevista.
  5. Tu habilidad para desempeñar tareas no tiene ninguna relación con lo bueno que eras en la escuela. ¿Ninguna? Así, ¿tan tajante? Por favor que hagan a este hombre Ministro de Educación. Seguro que cambia los planes de estudios o, mejor, los quita. Que cada uno campe a sus anchas. ¡Muerte a la educación obligatoria¡
  6. Necesitas algo que no se entrena en la universidad. ¿Y dónde se entrena? ¿En trabajos que no te dan sin formación o sin pasar una entrevista? ¡Ah.. en Google¡
  7. La universidad sigue siendo un entorno artificial para gente específicamente entrenada para tener éxito en ese ambiente. Efectivamente, es que ya se sabe que lo que no está en Google, no existe.
  8. En la universidad el profesor estaba buscando una respuesta específica. Ja ja, pero vean ahora lo contradictoria que resulta esta afirmación con lo que se dice de las entrevistas.¿Y con qué mimbres se resuelven los problemas si no tienes formación? Si no hace falta formación es que no son problemas, son problemillas. ¿No será que su trabajo no requiere formación (que tampoco me lo creo) y que se cree que los demás trabajos tampoco la necesitan?
  9. Es mucho más interesante resolver problemas para los que no hay una respuesta obvia. Véngase un día a la notaría y verá cuantos problemas tenemos sin respuesta obvia y eso que estamos super especializados y nos ha costado años conseguir desempeñar nuestro trabajo.
  10. Necesitas a gente a la que le guste averiguar cosas para las que no hay una respuesta obvia. Ese tipo de gente no es la que suele tener éxito en la universidad. Insisto, para averiguar cosas hay que tener una base con que hacerlo. ¿Me contrataría usted para Google?
  11. La mejor estrategia para sacar buenas notas es saber que suele preguntar el profesor en cuestión y qué tipo de respuestas está esperando encontrar. No diga sandeces, la mejor estrategia es estudiar.
  12. Es mejor valorar a los candidatos en función de su comportamiento objetivo a la hora de contestar determinadas preguntas. Falso. La mejor formar de valorar es atendiendo a lo que contestan, no a su comportamiento mientras que lo hacen.
  13. Lo que funciona bien son las entrevistas conductuales estructuradas donde se tienen unos criterios establecidos de antemano para evaluar a las personas. Y los que no se ajusten a esos criterios guguelianos conductuales estructurados y no tengan formación, ¿qué hacemos con ellos?

En fin, si lo que este hombre dice fuera verdad, estaríamos aún en las cavernas o nos habríamos extinguido como los Neandertales. Claro, luego los jóvenes quieren llegar al trabajo y al éxito sin el esfuerzo de la formación y el estudio y se dan el gran batacazo. Piensa que lo que le ha funcionado a él, vale para todos pero está en un error. Habrá que ver a todos esos entrevistados exitosos dentro de unos años pues sus habilidades les servirán para su trabajo en Google, pero Alfonso Escámez solo hay uno y, desgraciadamente, mileuristas los hay a miles y jóvenes sin trabajo a decenas de miles (con títulos y sin ellos, aunque en mucha más proporción están los segundos que los primeros).

Luego llega otro que no valora el esfuerzo y dice: “La inteligencia está sobrevalorada, ser amable tiene mucho más mérito”

Con todos mis respetos, menuda chorrada de frase.

  1. Y nuestra forma de ser, ¿también es una elección? Sí. Ser inteligente es un don, una suerte. Ser amable, ser una buena persona que ayuda a los demás o ser una persona generosa es una elección, ¡y tiene mucho más mérito! Al final, luchar para ser la mejor persona que puedas llegar a ser es lo que te hace sentir alegre. No estoy de acuerdo, la simpatía, la amabilidad, la generosidad, la bonhomía, también son congénitas. La inteligencia también se entrena y se cultiva como la educación.
  2. Usted defiende que la inteligencia es un rasgo sobrevalorado. Absolutamente. Hay un culto excesivo a la inteligencia. A ver, es importante, un tonto motivado es un peligro. Pero la inteligencia sin bondad conduce a un mundo inmoral, falto de ética y perverso, donde sólo importan los beneficios. No sé donde vive este hombre, pero yo no observo nada de eso en el entorno en el que me muevo. Como al del otro artículo, le voy a invitar a pasar unos días en mi despacho y entonces verá lo que se sobrevalora la inteligencia (la mía concretamente cuando llego a oir frases como “¿eso lo dice en algún sitio o te lo has inventado tú?”) y la de tontos motivados que hay por el mundo. Ahora cualquier tonto motivado se ve capaz de enmendar la plana a un tío con una especialización de más de 25 años en el campo del Derecho Privado y la amabilidad brilla por su ausencia, se lo puedo asegurar.

Me parece una ligereza hablar como lo hacen estos dos señores. Algunos jóvenes les creerán y pensarán que sin formación y siendo amables está todo conseguido.

ex opositores salidas laborales

Una temporada después andaba yo haciendo propaganda de mi libro…

Y al entregar un folletico (técnicamente un flyer de los que me ha preparado Basconfer) con todas las explicaciones sobre “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)” a un gestor de los habituales de mi notaría, me contó que en su gestoría cuando se busca personal se valora muy especialmente el perfil de los opositores. Es más, me dijo que prefería a un ex-opositor que a un graduado reciente con buenas notas, que valoraba el curtimiento que te proporciona la oposición tanto a nivel humano como a nivel de preparación.

A mi me alegró mucho oírlo puesto que hace bien poco que me contaba una ex opositora a notarías que en sus primeras entrevistas de trabajo había que tenido que escuchar después de un lustro opositando, que lo que había hecho no servía para nada. Yo si el opositor se sobrepone y no se ha quedado hecho una piltrafilla (que desgraciadamente los hay) estoy más en la primera postura que en la segunda. Aunque no se apruebe, la preparación es extraordinaria y se nota. Decía un compañero hace unos días que: “Ningún ex-opositor de los que conozco está en el paro ni cobrando poco”. Hablábamos de opositores a registros y notarías.

Al poco tiempo me llegó este comentario:

“Buscando información sobre poderes preventivos me topé con tu blog y tu referencia al libro que has escrito y despertaste en mi muchos recuerdos. Yo preparé tres años y medio las oposiciones a notarías y las dejé. Nada que ver con tu gesta. Para mí ambas fueron las mejores decisiones que he tomado en mi vida profesional. La primera, estudiar las oposiciones, porque conseguí los conocimientos que la carrera no supo proveerme, conocimientos que me permitieron entender verdaderamente el derecho y como está articulado, anticiparme a los problemas y encontrar fácilmente las soluciones. La segunda porque supe reconocer mi verdadera vocación, el ejercicio de la abogacía. El ejercicio nunca habría sido igual de no haber estudiado las oposiciones. Ahora, pasados ya los 50 años con un pequeño despacho en el que sólo contrato gente que haya estudiado oposiciones y una clientela fiel, me doy cuenta de que las oposiciones fueron, para mí, el motor de mi vida profesional. Es cierto que suponen una dedicación extrema pero si aprovechas el tiempo te otorgan un nivel de conocimiento y de entendimiento muy por encima de la media en esta profesión“.

Yo le respondí: 

Tu comentario es estimulante y muy positivo. Es muy desalentador que los opositores escuchen cosas como que lo que han hecho no sirve para nada cuando se lanzan al mercado de trabajo. Es como si la única salida a opositar fuera aprobar y que sin hacerlo solo hubiera un enorme abismo. Hay que desdramatizar el dejarse la oposición y tu comentario contribuye mucho a ello“.

Otro artículo en la misma línea que los dos primeros

Claro, a este le sonó la flauta y ahora considera (en realidad yo creo que la culpa la tiene el titular, es decir, el periodista porque él no es tan tajante) que la cultura del esfuerzo es mentira. Pues venga, todos a esperar que suene la flauta. Veremos que les dice a sus propios hijos. ¿No sería más sensato decir que hay que esforzarse (y mucho) y reconocer que, de vez en cuando, a alguno le suena la flauta?Pues eso que “lo mismo un burro que un gran profesor” … 

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Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario




 

4 comentarios

  1. Estimado Justito,

    Pertenezco al Grupo de ex – opositores “en busca y captura” que mencionas. Lo fui en tu misma época y durante cinco años. La conclusión de las mismas me llevó al ejercicio de la abogacía en una firma hoy multinacional. Curiosamente los temas que más disfruto en el ejercicio son los que me llevan a la esencia del Derecho Civil que tan bien queda asentada en esa etapa que marca – sin duda – un antes y un después.

    En todo caso, prefiero hablar de conclusión de oposiciones más que de éxito o fracaso en las mismas pues en todo caso terminan de igual forma: Con una puerta que se abre, caso de aprobarlas hacia el ansiado ejercicio de la fe pública, y con muchas puertas más que en caso de no aprobarlas y aunque resulte paradójico, presentan un sinfín de posibilidades.

    Felicitarte por último por tus siempre tan acertados comentarios que son de gran utilidad.

    • Hola Ignacio:
      Gracias por tu comentario y por tus palabras.
      Puede que también sea importante “retirarse” a tiempo con el fin de que el abandono de la oposición no le deje a uno demasiado marcado.
      Desgraciadamente, yo había sobrepasado cualquier límite o umbral razonable y pienso que, de no haber aprobado, me hubiera quedado tocado.
      O … tal vez no … y siempre he estado equivocado. ¿Quién me iba a decir a mi que me iba a pasar todo lo que me ha pasado desde 2008 y más especialmente desde 2013 cuando abrí la cuenta en Twitter?
      Tal vez otra puerta me hubiera dado otra interesante salida, aunque creyese que era imposible.
      De hecho, esto que te escribo nunca lo había pensado. Solo pensaba que mi retirada daría lugar al fracaso del resto de mi existencia.

      Muchas gracias, un abrazo, Justito El Notario.

  2. “¿eso lo dice en algún sitio o te lo has inventado tú?”.

    Ya es una frase icónica, no me canso de repetirla. La comento sin cesar con tus compañeros y todos coinciden que la han leído muchas veces en la mente de algunos bípedos otorgantes.

    La otra mañana, una Notaria y ex compi de oposiciones, Lluïsa, me decía: “yo es que le contesto que sí, que me lo he inventado yo, que soy de fantasear, y que por mis ovarios me vas traer lo que te pido”.

    Como título de tu próximo libro es genial.

    Saludos.

    • Buenas noches Dandanovic:

      Ya te contaré con mesa y mantel de por medio el resto de la historia de la frase. Tiene miga y moraleja.

      Y sí, es magnífica y podría servir de título … ¡para mi libro de Anécdotas notariales¡

      Espero que estéis bien.

      Un abrazo, Justito El Notario.

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