¿No es necesario entender nada para aprobar notarías o registros?

no es necesario entender nada

Por razón de la mudanza de mi despacho profesional en estos días, mis viejos temas de la oposición han acabado en la librería de mi despacho de casa y fuera de los archivadores en los que llevan los últimos treinta años. Tengo previsto encuadernarlos al igual que hice con mi material de dictamen y creo que lo haré en esta primavera de 2021.

Antes de colocarlos en el lugar más alto de mi librería, los ordené y los puse en una columna que alcanzó los cincuenta centímetros de alto a los que habría que añadir unos dos o tres centímetros más correspondientes a algunos temas de Mercantil que me estudié por unos cuadernillos de la entonces Academia de Notarías de Pamplona.

Paralelamente, en estos días, me ha llegado este comentario (de un abogado) a uno de los posts sobre oposiciones de mi blog:

“Siento lo que voy a decir en relación a los comentarios de “Desesperado” que comentaba que no entendía nada de los temas. En estas oposiciones tan exclusivamente memorísticas, no es necesario entender NADA; sólo hay que tener una memoria de elefante, pero el entendimiento y la comprensión no cuentan. Me lo comentaba así un registrador de la propiedad con casi cuarenta años de experiencia y que me decía que él no entendía nada de Derecho Hipotecario cuando se examinó en 1982 y que lo fue entendiendo con la práctica. Lógicamente y con tanta experiencia, a punto de jubilarse, ahora es un consumado especialista y lo sabe y entiende casi todo”.

Intenté responder sin polemizar al autor del comentario así que esto fue lo que le dije:

“Buenos días XX: Podría no ser necesario (aunque no estoy de acuerdo) pero sí muy conveniente. Probablemente el no entender nada es la causa de que muchos que creen que merecen y que pueden aprobar no lo hagan. Aquí, por ejemplo, tienes a uno que suspendió un solo oral (de los seis que hice) pero que no aprobaba la oposición. Tu ejemplo del registrador es válido (para a mi medias solo porque habría que contextualizarlo y estoy seguro de que hasta ese registrador lo haría) pero yo soy el ejemplo de lo contrario: no aprobé hasta que no entendí y no solo por culpa del dictamen puesto que me pasó lo mismo con el único oral que no aprobé. No creo que yo sea un caso aislado sobre todo si contamos a los que no lo consiguieron que son muchos más que los que sí lo hicimos. Sin mimbres, no hay cestos. Saludos, Justito El Notario“.

Habrá quien memorice con gran facilidad y dictamine bien porque, aunque tu no lo creas, lo ha comprendido y no solo memorizado, y habrá quien, como yo, memorice con menos comprensión y llegue a comprender con el dictamen. El resto, los que memorizan y no comprenden lo que han estudiado, son carne de suspenso aunque, evidentemente, pueda colarse alguno que sea como tu amigo el registrador. Además, ¿quién ha dicho que sea posible memorizar sin comprender nada en absoluto? ¿es posible meterse entre pecho y espalda cincuenta y tres centímetros de temas como lo hace Dustin Hoffman con la guía telefónica en la película “Rainman”? 

Por otra parte, tu ejemplo del registrador está, sin la menor duda, descontextualizado. Estoy seguro de que hasta ese registrador te haría unos cuantos matices a tu forma de contar lo que él te contó a ti y de que probablemente no lo gustaría que lo utilizaras como ejemplo de tu tesis. Además, no sé como podrás justificar los casos de tantísimos opositores con fabulosos recursos memorísticos que no han aprobado las oposiciones o el de otros que sin tanta memoria lo hayamos conseguido. La única respuesta es que tu visión es simplista, despreciativa y equivocada. No tienes razón. La memoria es importante en nuestras oposiciones (no puede negarse), pero decir que no es necesario entender NADA (si hubieras dicho no es necesario ENTENDER TODO, te lo aceptaría pues así es el Derecho), que solo hay que tener memoria de elefante y que el entendimiento y la comprensión no cuentan, es COMPLETAMENTE FALSO y te pondré un ejemplo: coge al más joven de los Notarios de España en este momento y coge al abogado ejerciente colegiado de España que lleve el mismo tiempo dedicado a la profesión que ese compañero mío desde que terminó el grado a ver quien es capaz de resolver un caso sencillo u otro endiabladamente enrevesado antes y más acertadamente.

En otras ocasiones, en otros comentarios a mis posts, reconoces que en la práctica diaria de la oficina notarial tiene mucha mayor importancia para ti la función del oficial de notarías que la del Notario. Afirmas que eliges notaría por los oficiales, no por los Notarios. También te he rebatido esa concepción (que traigo a colación porque redunda en el rechazo a nuestra capacitación), pero esta visión de hoy de nuestras oposiciones, la visión de los papagayos elefantiásicos que comienzan su ejercicio profesional como simples burros que acaban aprendiendo el oficio a base de practicar y de practicar, convierte nuestro talento, nuestra vocación, nuestro estudio, nuestra dedicación, en algo que cualquiera puede hacer con el tiempo y no desde el minuto uno de su ejercicio profesional cuando es evidente que a nosotros no nos hacen falta cuarenta años para hacerlo porque para eso nos hemos preparado, aunque tú no lo creas y por muchos ejemplos que me pongas.


Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario