Opositar sin ingresos para vivir

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“La razón que me frena para decidirme a preparar notarías (a pesar de que tendría preparador y eso es ya es una gran oportunidad) es el dinero. Me pregunto cómo lo hacen esas personas que se preparan esta oposición en la que la compatibilidad con un trabajo es más bien nula. Si la media tirando por lo bajo son cuatro años, ¿cómo logran vivir sin ingresos? Imagino que muchas personas se lo podrán permitir por tener una buena economía familiar pero para los que no tengan esa ventaja ¿sería muy descabellado el plan de sacar primero otra oposición mucho más asequible y luego con la tranquilidad de un sueldo fijo ya opositar a notarías con lo que quede de tiempo una vez cumplida la jornada diaria de trabajo?”.

Bueno, lo primero que te diría es que has tirado por lo muy bajo. Actualmente la oposición se aprueba en una media de seis o siete años. Con cuatro solo aprueban unos pocos.

Por lo demás, compatibilizar trabajo, tal vez familia, y estudio es posible pero no está al alcance de cualquiera y no asegura estar más tranquilo. Tal vez ambas cosas sean el cóctel perfecto para no aprobarlas nunca.

En cuanto al dinero, el asunto no me parece que sea para tanto. Yo diría que en la mayoría de los casos es posible vivir en casa de tus padres, tener cama y comida unos años y que ello no represente un obstáculo insalvable a no ser que la oposición se alargue excesivamente. Otra cosa bien distinta es que uno no esté dispuesto a apechugar siete años en casa de sus padres a cambio de cama, comida y la paga de los domingos teniendo por delante un futuro completamente incierto.

A fin de cuentas, siendo como somos el país de la OCDE (ojo que son 36 países nada menos) con tasa de paro juvenil más alto, me da la sensación de que hay muchos que perfectamente podrían estar preparando unas oposiciones mientras son mantenidos por su familia. Además, dependiendo de en dónde lo mires, los españoles nos emancipamos entre los 29 y los 32 años. Son muchos años por delante para poder sacar notarías desde que se termina el Grado en Derecho, ¿no?

Por cierto, ya lo he contado en el blog y en mi libro (que te recomiendo) “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)“: mi padre era Notario e hijo de un ama de casa y de un funcionario de Correos que se pasó más de veinte años depurado por el franquismo, así que tenía cama, comida y una más bien escasa paga de los domingos. Eso sí, aprobó en tres años porque mi padre (y también sale en mi libro) es uno de los más jóvenes Notarios de la historia (el número 48 para ser exacto).

El libro también lo envío dedicado a quien lo quiera. Solo tiene que escribirme a justitonotario@hotmail.com


Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario