Sí, lo hizo el pasado lunes y como hoy es el Día de la Madre, le voy a regalar un recopilatorio especial “Santa Madre” con las menciones que he ido haciendo a la madre que me parió hasta el día de la fecha en estos tres años y medio de blog ….
Biografía
“No soy gallego, pero sí lo son dos de mis hermanos, lo es mi madre y lo eran mis abuelos maternos. Yo tenía que haber sido gallego si mi madre no “me hubiera hecho la faena” de llevarme a nacer a Madrid. También mi padre hubiera querido ser gallego y jubilarse como notario de La Coruña. Mi padre se jubiló y murió muy lejos de Galicia y parece que igual me pasará a mi, puesto que vivo y trabajo a casi 1.000 km de Galicia. Aún así, siempre que puedo voy a Galicia … especialmente a Lugo”.
¿Por qué te pusiste Justito?
“Termino citando a mi madre que a pesar de toda esta evolución, siempre me ha dicho (aunque ahora me confiese que le gusta): “Sí hijo, ¡pero que nombre tan tonto te has puesto!”. Es curioso pero ahora tengo amigos a los que les cuesta llamarme por mi verdadero nombre, que me llaman Justo, Justino, Justiniano y hasta Julio y viejos amigos que me llaman Justito o Justi, de vez en cuando. Hasta a mi hijo, sus amigos le llaman Justi, porque él también ha adoptado el seudónimo en sus cuentas en diversas plataformas de juegos y redes sociales. Veremos como va evolucionando la cosa …”
La receta de la mayonesa
“Este año, como otros, la disfrutaré en casa de mi Santa Madre pero también tengo que hacerla para la mía. La ejecuto siguiendo las instrucciones de mi madre y no me sale mala, pero no me sale como le salía a mi madre y le sale a Toñi. A mi me queda poco espesa, a veces hasta líquida, así que esta mañana aprovechando que felicitaba a mi madre la Navidad y recordaba con ella los días de sorteo de la lotería que tanto nos gustaban y nos gustan, he hablado con Toñi y me ha repasado la receta a fin de detectar que era lo que yo estaba haciendo mal”.
El amparo de los padres del opositor
“En estos tiempos de tantas conversaciones con opositores, refrescando lo que se sufre durante la oposición, veo la cicatriz que casi once años dejaron en mi y me planteo cómo vivieron mis padres, mi novia, mis hermanos, mis abuelos (empecé con tres la oposición y solo uno me vio Notario) y mi preparador, mi gran sufrimiento. Me consta que todos sufrían por mi, que seguramente desearían por momentos que me lo dejara, hasta incluso pensarían (mis padres) que para qué me habrían abocado a aquel embrollo sin salida. Mi Santa Madre me recordaba cuando le conté la conversación con MAC, que ella sí que me lo pedía, cuando llegaban los duros momentos de los suspensos”.
“Lo cierto, es que yo ya apuntaba ciertas maneras para que me ocurriera algo así. Con diez años tuve mis primeros problemas para dormir derivados de mis excesivas responsabilidades corporativas infantiles. Mi Santa Madre tuvo que recurrir al efecto placebo de las migas de panque me suministraba por las noches y que yo, infelice, pensaba que eran mis primeros hipnóticos, mis primeras pastillas para dormir. Llegado a la oposición me acabé estrellando psicológicamente. Creo que lo he contado a fondo (y con un toque de humor) en este post”.
El estado más feliz del hombre y la novia del opositor
“Ya lo he contado, pero mi padre también dejó a su novia de la oposición y menos mal que lo hizo … En el caso de mi padre “la nueva” (porque no es raro que pronto haya una nueva y la nueva era mi Santa Madre que no conocía a mi padre cuando él plantó a la anterior) no era compañera (no había mujeres Notario cuando aprobó mi padre), pero en estos tiempos son más frecuentes (o eso me parece a mi) las parejas de compañeros y “el estado más feliz del hombre” puede ser propicio para ello. En fin, si uno no quiere al otro, mejor que ocurra ahora, pero si ocurre ahora probablemente es que bien podría haber ocurrido mucho antes y si antes no ocurrió resultará que puede haber una gran dosis de egoísmo en esas actuaciones o unas grandes ganas de cambio y de novedades ocultas …
No recuerdo que mi padre me contara ninguna vivencia especial en estos meses de su “estado más feliz del hombre”, excepto que plantó a su novia de entonces, una mala costumbre de algunos opositores, aunque yo tenga que agradecérsela profundamente a mi padre. Un par de años después mi madre se cruzó en su camino”.
El primer número de protocolo
“No puedo terminar sin manifestar mi infinito agradecimiento a una serie de personas.
A mi madre que ha estado siempre a mi lado en los momentos buenos y en los malos, que ha aguantado mis frustraciones, mis desánimos, mis malas contestaciones, mis miedos, mis rollos, que me ha apoyado en todos los sentidos y que ha disfrutado como nadie de mi triunfo”.
Cruz de San Raimundo de Peñafort
“Salgo mañana para Madrid para asistir el lunes a algo más que un evento. Se trata de un acto muy relevante para mi vida personal y profesional y la noche previa queremos celebrarlo como se merece volviendo a nuestros orígenes gallegos. Los asistentes serán mi Santa Madre que siempre me acompañó a los exámenes de la oposición (la única que siempre estuvo disponible) y que disfrutó a mi lado el momento del esperado aprobado, mi mujer (que es la misma que cuando aprobé hace 17 años y la misma que cuando empecé con la oposición hace 28 años) y mi sobrina Beatriz que trabaja y vive en Madrid desde hace una temporada y con la que ya pasé una noche loca hace no demasiado tiempo”.
Sí, claro, había que celebrarlo y después había que contarlo. Para esta gran ocasión me decidí por “Carbón Negro” que un amigo y compañero (antes fuimos lo primero que lo segundo, ¿verdad Zetacé?) me había recomendado fervorosamente. No falló. El sitio es espectacular y la comida está a la altura. Yo quería llevar a mi Santa Madre a un gallego y lo intenté a fondo, pero no pudo ser. El plan B, el plan Carbón Negro, superó con toda probabilidad a mi plan de homenajear a mi madre con una cena gallega”.
Felicidades
Como le gustar decir a mi hermano mayor, somos hijos de una hembra joven, bella gracias a sus formidables siestas como dijo el farmacéutico de Barinas el otro día, y gracias a eso (a lo de joven, porque lo de bella no influye), esperamos disfrutar de madre hasta que nosotros mismos seamos viejos. Yo quiero tener madre por lo menos hasta que cumpla los 75 años, así que mi Santa Madre tendrá que llegar a cumplir 99, como la bisabuela Josefina.
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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