¿Te parece que estás medio chalado y que ya no puedes estar peor? Pues puede que te equivoques, puede que aún te quede mucho camino por recorrer y si no, pasen y vean mi particular libro de notas de auto-ayuda…
“¡Ánimo¡ Estoy en la crisis más profunda de la oposición. Hay que domar al subsconsciente. Voy a utilizar el sistema de primas. El primer paso será echar horas en el piso. 30 de Agosto de 1995“
En esas fechas, acababa de suspender el segundo ejercicio de mi primera convocatoria. Fue el único oral que suspendí. No tenía ni idea de lo que me esperaba todavía. No recuerdo que era eso del sistema de primas. Lo que parece es que mi cabeza ya comenzaba a rechazar la vida de opositor y el esfuerzo que tenía que volver a realizar para afrontar una nueva convocatoria. Me conformaba con empezar a pasar horas en el opozulo. Tras las vacaciones de verano me era bastante con reacostumbrarme a estar de nuevo encerrado.
“Te deseo la realización de tus mejores sueños”.
Era Navidad y el deseo era el de mi novia, con la que me acabé casando y con la que sigo estando casado. En otra ocasión me decía que:
“No caí en que era muy temprano y a lo mejor te han pillado tus padres, pues seguro que te estaban esperando para decirte el número que te ha tocado en el sorteo. Llevo toda la noche nerviosa pidiendo con todas mis fuerzas que te tocara o el 500 o el 600 y no he dormido muy bien”.
¡Jo, que noche¡ … No sé en que “maldad” parece que podrían haberme pillado mis padres, según mi novia, pero me imagino un par de ellas. Tampoco sé de que época es esa nota, así que no sé a cuál de las cinco veces en que me sortearon (parece que habláramos de toros) se refiere, ni porqué era tan importante que me tocará entre el 500 y el 600. El asunto de los números de sorteo y de los llamamientos y su influencia en el devenir del opositor lo comenté en el post “¿Qué es eso del primer y el segundo llamamiento en las oposiciones a notarías?”
“Hoy no me has visitado en toda la tarde, estás preocupado por tu futuro inmediato, ¡qué se le va a hacer¡”.
Mi novia y yo, compartíamos mi opozulo muchos días y a veces, durante horas, ni siquiera nos íbamos a visitar a la habitación contigua.
“Sigue estudiando con paciencia y tranquilidad (buscando algún planning efectivo y advirtiendo a Mac), hasta que María (mi hermana) no empiece a trabajar y mientras tanto busca otras opciones”.
Se me veía ya desesperado. Tal vez estuviéramos en 1997, parece que mi hermana ya había aprobado y atravesaba “El estado más feliz del hombre” y puede que el preparador me agobiara con sus exigencias. Me sentía, probablemente, incomprendido por él. Parece que aspiraba a trabajar con mi hermana, aunque no sé que otras opciones distintas serían esas. Que recuerde solo tenía como opción trabajar con mi padre en su notaría, aunque también presenté algún currículo desesperado con ocasión de alguna oferta laboral vista en la prensa. Cambiar de oposiciones o ejercer de abogado me horrorizaba.
“¡Ánimo, tú eres más fuerte que nadie¡”
Mi novia nunca me dejó de animar.
“Me voy a estudiar un folio al día. Olvida a Mac. En casa, tranquilidad y si te hace falta cuenta diez antes de contestar”.
Hundido en la miseria estaba en aquella época. Incapaz de estudiar más de un folio, presionado (con su mejor intención) por el preparador. Cabreado eterno pues hasta me proponía contar hasta diez antes de estallar en casa por cualquier cosa. Ya me lo decía mi madre hace poco: “¿te acuerdas cuándo ya solo estábamos en casa tu hermana pequeña, tú y yo y llegabas de estudiar y no nos hablabas?” ¡Qué horror¡ Si lo dice mi madre, será verdad porque yo no lo recuerdo.
“16/5/97. Mi lema, en la vida y en la oposición, ha de ser paciencia y tranquilidad. Con “tranquilidad” quiero decir que no hay prisa y con “paciencia” que aunque no cante los temas como yo quisiera y vaya despacio, que todo se andará. Los temas me los sé, ya llegará el momento de correr y machacar. Ahora lo que importa es la superviviencia“.
Lemas y más lemas.
“Quiero salir de casa. Mandar currículos a sitios con posibilidades y atractivos. Vete a la mierda, Justito, estoy harto de tus tonterías. Hoy me he peleado con mi madre ..”
¡No sé a donde quería ir¡ Supongo que me refería a dejarme la oposición, trabajar y salir de mi casa, aunque en la siguiente línea ya había cambiado de opinión y mostraba mi enfado con mi madre por cualquier cosa que no estuviera ajustada a mis estrictos cánones de opositor, a mi cuadriculada y bloqueada cabeza.
Tengo unas cuantas notas más de aquellos años, en la misma línea y del mismo tenor. Fue la época de los malditos años 1995, 1996, 1997 y 1998 en los que mi cabeza estuvo a punto de mandar todo al traste. Afortunadamente al poco tiempo hubo un cambio radical que me condujo al aprobado en el año 2002.
Tal vez, si hubiera sido opositor en estos tiempos, en vez de escribir notitas, me hubiera dedicado a airear mi rabia, mi miedo, mi frustración y mis demás sentimientos negativos en alguna red social …
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Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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Leo y releo sus post sobre la oposición… la mía es sin duda mucho más liviana que Notarías, pero aún así nado a diario en un mar de incoherencias y desánimo. Intento luchar contra la soledad que supone saberte sola ante un temario, y la gente a tu lado animándote cuando el opozulo se hace el lugar más frío y vacío posible, el saber si estoy haciendo lo correcto, si he tomado el camino adecuado o es momento de dejarlo (porque anímicamente no puedo más) es un tema que me atormenta a partes iguales. Luego veo que usted, tras sacrifico y sacrifico lo consiguió y eso da aliento. Le aseguro que sí. Simplemente es una reflexión en voz alta, a alguien que por sus post creo ha pasado por esto. Gracias.
Estimado amigo:
Sabes que me pongo perfectamente en tu lugar…
Suerte que tienes si tienes quien te anime (quien te anime de verdad, pues los que pasan por tu lado diciendo las mismas frases hechas de siempre a mi particularmente me molestaban más que me ayudaban).
Estoy seguro de que no has hecho lo incorrecto. Has hecho lo que has querido y lo que has podido, pero si anímicamente no puedes más o ha dejado el momento de dejarlo o tienes que pasar al plan B (ayuda psicológica) o C (tratamiento médico).
Efectivamente mis decisiones me llevaron a conseguirlo pero estuve en la cuerda floja.
Si quieres podemos hablar algo más a través de la sección contacto. Ánimo y piensa que puedes estar más cerca por este camino que comenzando cualquier otro. Saludos y gracias, Justito El Notario.
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