Universitaria: “En primer lugar, me gustaría agradecerte toda la labor que haces por la oposición y el ejercicio de la profesión. Estoy cursando tercero de carrera y no me admiten en ninguna Academia, por ello me dirijo a ti. Tengo algunas cuestiones en las que me sería de gran ayuda que me pudieras orientar. Una es esta: Creo que los temas de la oposición deben rondar las 3.800-4.000 palabras, pero, por ejemplo, en el temario de Carperi los temas tienen 6.000 palabras. Estoy en el dilema de hacerme mi propio temario, pero eso podría conllevar la posibilidad de que queden incompletos y que me aboquen al suspenso. ¿Recuerdas cuántas palabras/folios/tema aproximadamente tenía tu temario? Otra cuestión: En el caso de que me los haga (teniendo como base a Carperi), ¿sería conveniente prepararme los orales por mi cuenta y ya de cara al dictamen ir a una Academia? Ante todo, sé que no eres preparador y siento molestarte con esto, pero en mi entorno no hay ningún Notario y no tengo otra opción. Muchas gracias de nuevo”.
Justito: Hola Universitaria. Gracias. Me alegra ser de ayuda incluso a los que estáis pensando en opositar a notarías y aún no habéis empezado. Esas vocaciones son las que más tendríamos que cuidar. Procuraré darte mi opinión sobre lo que me consultas, pues hay varios temas que son interesantes.
Admisión en las Academias de preparación
La verdad es que solo puedo aportarte mi propia experiencia al respecto. No fue positiva, la verdad. Allá por el año 1991 en compañía de mi padre, que era Notario, me dirigí a la Academia, entonces de Registros y Notarías, de mi ciudad. Nos recibió el Director de la misma y nos pintó un panorama bastante desolador por delante. Una media de 6 o 7 años para aprobar, muchas horas de estudio diario, un día de descanso, pocas vacaciones y una media de abandonos de la preparación bastante importante. Además, a pesar de ser hijo del cuerpo, no me garantizaban la admisión y tendría que esperar al comienzo del nuevo curso en Septiembre para ver cuántos nuevos entrábamos y como podían acomodarnos, es decir, como todo hijo de vecino.
El resultado de la conversación fue que mi padre buscó para mi otras alternativas de preparación localizando al que fue mi preparador durante prácticamente toda la oposición. En Septiembre no volvimos por la Academia. Mi padre esperaba puertas abiertas y facilidades para con el hijo de un compañero, de una parte, y mucha más animosidad en el cuidado de una vocación tan difícil de sembrar y de llevar a buen puerto como es la de Notario. No obtuvo lo que buscaba y decidimos tomar otro camino que, para empezar, suponía mucha menos comodidad por tener que hacer un desplazamiento semanal a otra ciudad para dar los temas. Encontré a cambio a un gran profesional, un enorme preparador y una de las mejores personas con las que me he cruzado en mi vida.
Los que abandonan la preparación son más que los que aprueban la oposición con lo que ¡qué mal hubiera podido suponer el decirle al hijo de un compañero: “Claro, hombre, vente en Septiembre cuando organicemos los grupos y prepárate a estudiar como nunca lo has hecho antes”¡ Sin más, sin inspirar tanto temor, ni ponerse tan trascendente, como si hubiera doscientos jóvenes de la provincia interesados en ponerse a preparar notarías o registros. Si se recibiera en Septiembre a una nueva hornada de opositores demasiado grande, el tiempo hubiera puesto a cada uno en su sitio.
Al final aceptaron a todo el mundo y lo que había sucedido previamente resultó un sinsentido; hasta hubo compañeros míos de Facultad que optaron por la Academia y luego se dejaron la oposición (la mayoría más pronto que tarde).
A mi aquella situación me molestó, pero molestó mucho más a mi padre; él no la comprendió en absoluto. ¿Enchufismo? Seguro que hay quien lo ve así, pero francamente siempre lo vi como una absurda prepotencia para el fomento de una ilusión, de una vocación que no necesitaba de esa clase de respuestas, cuando la oposición es una selección natural que actúa por sí sola y teniendo en cuenta que nadie tiene un ojo clínico que permita determinar con un mínimo de seguridad quien aprobará la oposición y quien no lo hará.
En aquella Academia era fácil que te indicaran precipitadamente la salida en el caso de que considerasen que no dabas la talla. Mi preparador recogió a algunos de aquellos expulsados a lo largo de los casi once años que estuve con él. Diría que de aquellos ninguno aprobó, pero la misma escasez de tiempo o de medios que tenían en la Academia, la tenía mi preparador que, sin embargo, siempre adoptó mecanismos menos dolorosos para hacer ver a alguien la dificultad de su empeño. MAC siempre prefirió que la gente se cayera sola del guindo. Salvo casos especiales, yo también creo que a la gente hay que dejarla estrellarse solita.
Después de todo, mi padre tuvo un gran acierto conmigo renunciando a la Academia y llevándome a preparar con MAC. Fue premonitorio. No sé si mi aparente debilidad (un débil no encaja casi once años de oposición) hubiera encajado en aquel sistema académico.
Es bueno saber, aunque ahora no estemos hablando de eso pues lo creo relevante, que las Academias no cobran más que por los gastos que se generan por su mantenimiento. No se retribuye a los preparadores.
Admisión de universitarios
No sé nada sobre la entrada de universitarios en las Academias de preparación. Yo creo que hay gente que prepara la oposición en la Facultad, aunque no sé exactamente como lo hacen. Supongo que se estudian los temas de las asignaturas de la carrera en mayor o menor grado de coincidencia con el Programa de la oposición y abordan al mismo tiempo la memorización de los artículos del Código Civil y de la Ley Hipotecaria, aunque dudo que lo hagan en Academias o con un preparador. Deben ser tan escasos estos adelantados que yo no conozco a nadie que lo haya hecho (o lo reconozca) y no puedo ayudar en esto a Universitaria. No obstante, me parece razonable que en la Academia no la admitan hasta que termine. Hay que centrarse en lo que se está haciendo y cerrar una etapa antes de empezar la otra. No sé, por decirte algo, memoriza los artículos del Código Civil y de la Ley Hipotecaria que se te vayan poniendo por delante e intenta entrevistarte con algún preparador de notarías que te dé una visión sobre lo que quieres hacer y me estás preguntando a mi.
Extensión de los temas
Yo soy de la época de la fotocopiadora y medíamos, más que por palabras, por folios. Tengo un temario en word que me pasó algún compañero. Voy a echar un vistazo para darte el dato en folios y en palabras. De momento veo que un Mercantil ronda los diez folios y un Notarial los 6.
Si hablamos de civiles, te diría que la extensión media de mis temas podría estar sobre los quince folios. Calcula la mitad para los fiscales, aunque estaban a doble espacio. En el caso del Mercantil mi memoria me habla de unos diez folios y de alguno menos para el Hipotecario. El Notarial era más corto que el Fiscal. Del Administrativo y el Procesal no te preocupes (yo tenía una introducción igual para casi todos, donde hacía un pequeño recorrido normativo con el que el tiempo casi se me agotaba). Hablo de memoria, insisto. Ten en cuenta que, evidentemente, hay temas que están por encima o por debajo de la media y son mucho más largos o mucho más cortos, pero por ahí iban los tiros.
Recuerda también que hablamos siempre de folios por una sola cara, que imprimirlos (o fotocopiarlos) por delante y por detrás no es conveniente (ni cómodo, ni útil). Se necesita espacio libre en los márgenes y en las caras traseras para ir añadiendo notas a lo largo de los meses, años, lustros, décadas (¡yo cumplí una década¡) que pueda durar la oposición.
Hacerse los temas
A mi me da la sensación de que hacerse los temas en esta época es una pérdida de tiempo. Mi padre se hizo los temas a finales de los 50 y principios de los 60. Hoy creo que es un trabajo innecesario. Lo que hay que hacer es que procurarse los mejores temas antes de ponerte a estudiar. Hay magníficos temarios (Carperi no hacía los de notarías en mi época así que no puedo opinar) y debes intentar conseguirlos. Emplea parte de tu esfuerzo pre-preparación en ello, pero no en hacerlos. Los temas se mejoran, se adaptan, se iluminan, se corrigen, se cambian por otros, pero esta no es la época de hacerse temas, salvo que haya alguna razón (cambios legislativos o de programa, temas flojos, cortos, etc…) que lo aconseje.
Tener buenos preparadores (para el tercer ejercicio sobre todo) y buenos temas, me atrevería a decir que constituye el 50% de la oposición. El otro 50% lo aporta el opositor. Aceptaría dejar un pequeño porcentaje a otras circunstancias que pueden influir en la preparación, como el factor suerte al que conviene dejar el menor grado de influencia.
Preparar por libre
Preparar sin preparador unas oposiciones como estas es, como mínimo, totalmente inusual aunque es el segundo caso que se me plantea en pocos meses.
Yo creo que hay que tener un referente, una orientación, alguien que te diga como hacerlo, que te dosifique, que te regañe, que te cuide, que te de palmaditas, que te de caña, que te relaje, que te haga la prueba de la manta, en fin, que te prepare. No hay deportistas profesionales sin entrenador. El opositor es un estudiante profesional, que necesita un alto rendimiento. No hay opositores (al menos que yo conozca) sin preparador. Estar sin preparador es un salto al vacío. Podrás cantar los temas, pero alguien tiene que escucharte y darte su impresión.
Además, aparecer a preparar el dictamen desde la nada, después de aprobar los dos primeros, sin que nadie te conozca puede ser malo, pues a veces las relaciones son fundamentales para situarte en grupos de trabajo interesantes. Si siempre estuvieras sola lo tendrás más difícil. De nuevo puede parecer enchufismo, pero no es eso, serás una outsider, nadie se verá vinculado contigo, nadie se verá obligado, puede que no quieran comprometerse. Cuando llega el dictamen hay codazos para situarse en el mejor sitio posible y para ello hay que estar en la pomada desde antes, desde cuanto antes se pueda, desde el principio. Cuando aprobé tuve la sensación de que con los compañeros que no aprobaban se producía una cierta desafección o negación, “no, ese no era de mi grupo”, “no, ese solo vino un par de veces”. C’est la vie.
Creo que no me olvido de nada. Ten en cuenta que son mis impresiones, no las tomes al pie de la letra. No abandones la vocación puesto que el esfuerzo te merecerá la pena.
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Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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Buenos días, lo primero, enhorabuena por el blog!!Para mí es una fuente de inspiración en este oscuro mundo de la Oposición.
Aprovecho esta entrada para comentarte mi situación.
Tras varios años de preparación en una academia y resultados fallidos, me han invitado a no seguir con la Oposición. En palabras de mis preparadores, soy una opositora excelente pero a última hora cortocircuito y no obtengo el resultado deseado.
“Tu peor enemigo eres tu misma”, es la frase que mas he oído a lo largo de estos años.
Por problemas personales y familiares, durante este último año he compatibilizado trabajo (en horario de 8 a 3) y Oposición (Tardes y fines de semana, sin descanso y cogiendo vacaciones las dos semanas antes del examen) .
Este ha sido el motivo que han empleado como justificación para echarme . “Es necesario que le dediques el 100% de tu tiempo”; cosa con la que siempre he estado de acuerdo pero no siempre es posible; junto con los ya recurrentes es hora de que disfrutes de la vida y demás.
Ante esta situación y con todo en mi contra he decidido seguir por mi cuenta y darle a la Oposición y a mí misma una última oportunidad. Es lo que siempre he querido y el mundo laboral no hace más que confirmarmelo todos los días.
Con un buen temario, mucho sacrificio y organización espero lograr que esta locura tenga el final deseado y no el que han tratado de imponerme.
Un saludo y de nuevo muchas gracias, A los que afrentamos esto solo blogs como estos son de mucha ayuda.
Buenos días Virginia:
Supongo que preparas notarías, ¿no?
Me gustaría preguntarte una cosa ¿por qué te “cortocircuitas”? Este parece ser tu problema puesto que eres capaz de hacerlo bien hasta el final y de compatibilizar algo tan difícil (heroico a mi modo de ver) como estudiar y trabajar al mismo tiempo. Pero claro, si te va a seguir pasando lo mismo, ¿debes seguir?
Explícame algo más, si te apetece, claro.
Ánimos ante esta valiente decisión. Necesitamos vocaciones como la tuya y lo que hay que hacer es defenderlas y protegerlas. Un abrazo. Justito El Notario.
Admirado Justito: Aprovecho tu Blog para decir, por si le interesa a algún opositor que estoy publicando en un blog los temas de Mercantil, Hipotecario, Fiscal Y Notarial con los que he aprobado las últimas oposiciones de Madris. Están en formato Word y con la extensión justa para ser dichos integramente, ni más ni menos, aunque, eso sí, sin la la “hipervelocidad” de recitado que a veces se utiliza.
Mi intención es ayudar al “agobiado” opositor que ha aprobado el primer ejercicio y que tiene que estudiarse el segundo en plazo determinado, para que estudie lo justo y no pierda tiempo en hacerse o resumir los temas o en estudiarse párrafos que nunca tendrá tiempo de decir.
Y un abrazo para tí, Justito, de un opositor que ha aprobado después de diez años de oposición
Estimado Liberquintus: Supe de ti hace unas semanas gracias a Marcos Serrano que creo te enlazó en algún tuit.
Me parece sensacional lo que haces y más teniendo en cuenta tu bagaje (para lo bueno…es decir, por lo que sabes y por la experiencia acumulada… y para lo malo … que aún te queden ganas de seguir vinculado de algún modo a la oposición).
Ya te he recomendado a varios opositores (veteranos y noveles) y estaré pendiente de tus publicaciones.
Comparto tu criterio de no perder el tiempo cuando careces de él o como máxima de nuestras oposiciones que aunque tarden en sacarse no es conveniente alagarlas estudiando cosas “inútiles”. Más vale emplear ese tiempo en preparar el dictamen y profundizar en todas las materias.
Gracias por tus palabras que me dan ánimo para seguir en esta labor. Un abrazo y espero que estemos en contacto. Justito El Notario.
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Hola Universitaria,
Aunque seguro que ya habrás obtenido la información suficiente relativa a tus dudas, yo aporto también mi propia experiencia.
En cuanto a la extensión de los temas, MA, te ha contestado de forma acertada, más, no puedo aportar. Carperi es la editorial que muchos seguimos, así que con aprenderse su contenido, aprobarás, eso si, te recomiendo que por si acaso, trabajes con los códigos al lado.
Lo de preparar por libre, yo te diría que si nunca has opositado a este nivel, si que fueras a un preparador o academia, sobretodo para coger el ritmo, el hábito de estudio y que el preparador/a pueda corregirte algún que otro defecto de forma. En cuanto tengas esto asimilado, yo creo que los dos primeros ejercicios ( los orales), si puedes estudiartelos por tu cuenta; si te aprendes bien los temas y los cantas bien, puedes estar tranquila que aprobarás. Al fin y al cabo el preparador no estudia por ti, ni hace los exámenes por ti, el preparador es un complemento, pero nada más. De hecho somos algunos los que preparamos por libre, por ejemplo, yo mismo.
Para el tercer ejercicio, hasta yo, recomendaría acudir a un preparador o academia, el trabajo se hace más fácil, te van a dar consejos, trucos, vas a escuchar a compañeros con otros puntos de vista, etc…
Ahora, te recomiendo, ilusión, trabajo constante, ser autocrítica ( tomarte los tiempo, comprobar que lo expuesto está en tiempo, forma y contenido adecuados, puedes grabarte para esto) y darte de alta en por en carperi, para las actualizaciones. Y si no sabes por donde cortar el contenido de un tema, céntrate en el articulado, en los conceptos y características, clases o tipos… la paja, con el tiempo el tiempo se detecta mejor, haz pruebas con el cronómetro y ve ajustando los temas.
En el Blog de Justito podrás encontrar muchísima información útil, te aconsejo que le dediques un tiempo a su lectura. Y sólo decirte que sí, que aprobar se puede sin preparador, en el tercero se necesita un poco de ayuda, pero al menos ya has hecho la mitad del camino.
¡Ánimo, que tú puedes!
Buenas tardes: A mi me preocupa que muchos de los que hablan de los temas editoriales, les pongan siempre algún pero. Respetando el trabajo de todo el mundo, yo diría que tuve temas buenos y malos, pero que mis temas estuvieron muy completos desde el principio y que mayoritariamente no necesitaron de arreglos.
No comparto la visión de preparar por libre. El preparador, el buen preparador, cumple muchas funciones y por lo general el opositor lo necesita. Además ser un outsider y aparecer de la nada a preparar el dictamen, no lo veo nada conveniente. Lo he contado en otros posts, no se trata de enchufes o similares, se trata de compromiso, de vínculos, de obligaciones, de responsabilidades. Un opositor que haya ido por libre toda la oposición y aprueba el segundo, ¿a que puerta va a llamar para que le preparen el dictamen? No lo sé, tal vez sí, pero ¿porqué correr riesgos? ¿Hay alguna ventaja en no tener preparador? Yo desde luego, no le veo ninguna.
Gracias por la participación y el comentario. Saludos, Justito El Notario.
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Hola
Yo me hice sola todos los temas por procedimiento de fotocopia, corta, pega y después escribe a máquina todo, porque cambio entero el programa de la oposición al cabo de unos meses. Estudié sin preparador (en la academia no conocíamos a nadie y nos metieron en un grupo de veteranos quemados donde sólo había un preparador más quemado aún, y al final ante las dormidas que se pegaba mi entonces novio y yo nos fuimos).
Como dicen mis compañeros, es muy duro y no recomendable.
Pero si te esfuerzas y vales aprobaras.
Para dictamen si es mejor buscar a alguien.
Mucha suerte y mucha motivación! ❤️
Hola Xenia: Veo que ese alma guerrera tuya es cosa “de siempre”. Tiene mucho mérito hacerlo como lo hiciste. Gracias por la participación y el comentario. Un beso. Justito El Notario.
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Hola Universitaria, creo que hoy día hacerse los temas es una auténtica pérdida de tiempo, pero sí considero imprescindible “personalizar” los temas. Piensa que no se trata de saberte el temario, sino sabértelo mejor que los que se presentan a la oposición contigo. Por tanto, temarios “estándard” como el que citas, como única fuente de estudio no me parecen la mejor opción. Sí puedes tenerlos como base o guía para muchos temas, especialmente aquéllos en los que hay pocas variaciones: (contrato de fianza, préstamo, etc) pero el opositor tiene que estudiar algo más: tiene que leer sentencias y resoluciones de la DGRN e ir “aliñando” los temas con resoluciones interesantes que le den algo de “color”, le diferencien del resto y muestren al tribunal que el opositor ve el derecho como algo vivo y se ha trabajado los temas. Además la lectura de resoluciones le darán una buena base para preparar el dictamen con la continua exposición de argumentos y contraargumentos que en ellas se ve.
Otro consejo es que, una vez hechos los temas, los midas de tiempo desde el principio, para evitar estudiar de más y luego tener que recortar tiempos. Es un doble trabajo, estudiar y recortar lo estudiado que deberías evitar.
Querida Marta: Me parecen super utiles todas tus “instrucciones” y criterios. Gracias por la participación y el comentario. Un abrazo. Justito El Notario.
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Buenos días, lo primero, enhorabuena por el blog, no me pierdo ni una sola entrada! Me gustaria comentarle mis impresiones a Universitaria, ya que hace 4 años me surgieron las mismas dudas. Ahora llevo casi 3 años opositando a Notarías.
Lo primero, decirte que la labor de un preparador es FUNDAMENTAL, creo que si estoy donde estoy ahora es gracias a mi preparador. No sólo es vital para cantarle los temas, que te corrija y te asesore, a mi me ha dado fuerzas cuando no las he tenido, me ha motivado y me ha hecho mucho más segura de mí misma de lo que era antes. Además, creo que ayuda mucho tener que ir a cantar cada semana, se convierte en tu objetivo a corto plazo, y no se hace tan dura la espera hasta que llegue el día en que estás preparado para examinarte.
Estoy de acuerdo en que hoy en día no merece la pena hacerse los temas, se pierde muchísimo tiempo, que no sobra. Siempre podrás conseguir el temario, de tu preparador, alumnos suyos que han aprobado, etc y amoldarlos a tu gusto.
En cuanto a la extensión,
Civil son 18 minutos y a mí me ocupan unos 4300 caracteres
Fiscal son 6 minutos, Unos 1800 caracteres
Mercantil 15, 3900-4000 caracteres aprox
Notarial son 5-6 minutos, unas 4 paginas con letra 12 times
Ahora sí, creo que es mejor que se pasen un poquito de largos y luego recortar, a que pase lo contrario, porque a medida que das vueltas y los llevas más antiguos se te escapan cosas y te van quedando más cortos.
Espero haberte ayudado algo. Un saludo!!
Hola MA: Gracias por la participación y el comentario. Me animan a seguir. Todos los datos que me aportas son muy interesantes y bastante coincidentes con los míos y con mi vivencia, así que no voy desencaminado aunque aprobara hace ya 15 años y empezara a preparar hace casi 26 años. Mucho ánimo, a tu disposición y un abrazo. Justito El Notario.
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