Nunca había publicado nada de mi amiga Durum pero esta reciente conversación no podía dejarla pasar. La esencia de todo lo que Durum me dijo (yo esta vez hablé muy poco) se condensa en el título de este post de hoy y esa esencia la comparto al 100% con ella, aunque yo suelo decirlo más suavemente que Durum que, por otra parte, es un tía prudentísima, muy educada y que además tiene la costumbre de hablar siempre muy bajito.
Durum: Me gusta mucho hablar contigo y sobre todo escucharte. Encuentro mucha verdad en tus palabras y eso me calma, aunque no me guste todo lo que oiga (como lo de que uno puede estar agotando su último cartucho). Encuentro certeza y realidad en todo lo que dices y esa clase de información también hay escucharla y tenerla en cuenta. Además, lo que más me gusta es que lo diga una persona como tú que ha pasado por ello, que lo ha vivido y que sabe que es sentir eso de que se agotan las oportunidades. Creo que tienes la autoridad idónea para hablar del tema. A veces se hace muy difícil explicar determinados sentimientos y sensaciones con respecto a la oposición a los familiares o a los amigos. Ellos intentan comprenderte pero te ponen ejemplos de la vida diaria o del trabajo para motivarte y … no, no es lo mismo …. Conforme pasa el tiempo y veo lo duro y lo difícil que es esto, soy mas consciente de la crudeza de lo que conseguiste hacer. A veces me lo pregunto, ¿pero cómo lo hizo?, ¡si yo ya no puedo más! ¿Cómo aguantaste tanto y saliste victorioso? Lo que dijo Dandanovic es verdad: fuiste un gran opositor desde el minuto uno. Apenas cometiste errores. Al poco tiempo de empezar ya habías aprobado un ejercicio y luego aprobaste todos los orales a los que te presentaste menos uno. ¡Eres un crack! Me alegra haberte conocido porque sabes lo que es estar hundido, que la cabeza te traicione, tener días que no rindes o épocas en las que no has podido estudiar. Contigo parece que uno puede encontrar ese “te entiendo” que a veces se busca. Además, nunca he sentido que te hagas víctima de ello ni que nos hagas víctimas a los que recurrimos a ti como vía de desahogo. No nos regalas los oídos con mensajes positivistas o buenistas en exceso. Dices la verdad sin tapujos y expones la cruel realidad con todas sus posibilidades (“puedes aprobar pero también suspender”) y eso mola (en parte, claro, porque también duele) ya que no es fácil encontrar a personas que traten así el tema. Siempre te he leído lo de “quien no sigue no la consigue”. Pero jamás te oí o leí la frase “quien la sigue, la consigue”. He de reconocerte que al principio algo se removió en mi interior cuando vi que no soltabas ese tipo de mensajes. O sea, me decía a mí misma, un Notario que ha pasado de todo, que ha estado tanto tiempo opositando, que sabe lo que es suspender, ¿y no manda mensajes motivadores a los opositores? Con el tiempo he ido comprendiendo el porqué…
Justito: ¿Y … por qué? … dímelo tú … me interesa que continúes por esa línea de conversación. Yo te respondería muchas cosas y me costaría mucho resumirlas. Es posible que no pretenda exactamente motivar sino que mi vivencia resulte real, se valore y, por tanto, sea útil a los que estén pasando por una experiencia similar. No sé …
Durum: Claro, eso es. Estoy contigo en que lo que vale y aporta es que tu experiencia sea útil a los que están atravesando por lo mismo y no tanto el motivar o no. Cada uno que se motive con lo que pueda o quiera, esa no es tu misión, ni la de nadie sino la de uno mismo. Digo que lo he comprendido porque me he dado cuenta de que las frases motivadoras son palabrería barata y pueden llegar a hacer daño. Cuando yo empecé con todo esto, comenzó también el boom de los libros de autoayuda, “me wonderful” y todo eso, y me hice una forofa de lo relacionado con ese ámbito, pero con el tiempo me fui cansando. Frases del tipo “Si quieres puedes”, “Si lo sueñas lo logras” y todas las de ese tenor pueden estar bien para un momento puntual para un pequeño bajón pero cuando ya llevas tiempo en esto, has padecido muchas crisis y pones esfuerzo y empeño y las cosas no salen, esos comentarios no ayudan nada y pienso que pueden ser frustrantes. Evidentemente para conseguir algo hay que quererlo, pero no basta con eso. No porque lo quieras mucho y lo trabajes lo vas a obtener, aunque los dos elementos sean necesarios para conseguirlo. Creo que es más acertado y al final ayuda más (y es lo que pretendemos cuando acudimos a ti para recibir ayuda) decir las cosas como son, que la realidad nos abra los ojos, hablarnos como tú haces de “quien no sigue no lo consigue, pero no todo el que sigue lo va a conseguir”. A eso es a lo que me refería.
Justito: Yo utilicé mucho lo del que “el que resiste gana” para quitarme a la gente de encima más que nada y no tener que dar muchas explicaciones. Es una frase muy socorrida, aunque ahora, efectivamente, pienso todo lo contrario. “El que no resiste, no gana”: si no resistes no puedes ganar pero aunque resistas mucho no tienes porqué hacerlo. En cualquier caso, hoy por hoy (y creo que siempre) me quedaría con un par de frases motivadoras por encima de cualquier otra que haya podido escuchar (ambas de MAC, mi preparador): “los temas te los sabes/los tienes en la cabeza” y “evita que los árboles no te dejen ver el bosque”.
Toda la historia de mi oposición contada cronológicamente puede leerse en “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)”. Si alguien se anima a recibirlo dedicado que me escriba a justitonotario@hotmail.com y le explico cómo proceder. Todavía no me explico cómo hay opositores de larga duración (o que vayan a empezar porque ya sabéis que mi libro es también de primero de opositor a notarías) que no tienen mi libro en su mesita de noche porque, creedme, no vais a encontrar una historia como la mía en ningún sitio. Solo nos quedan unos cuarenta ejemplares aunque espero que sigamos imprimiendo más.
Por cierto, ¿quién es Dandanovic? Pues ya un amigo, la verdad. Un tipo que me ha hecho valorar por encima de cualquier otra persona la importancia de lo que hago a través de mi blog cuando trato el tema de las oposiciones. En la sección podréis encontrar muchas referencias a él. Aprovecho para mandarle un abrazo porque estoy seguro de que hoy nos leerá también.
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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Es verdad, hoy te leeré de nuevo. Como cada día, en el que me reservo este momento como algo casi íntimo.
Es verdad también que somos amigos. Se trata de una amistad especial, que me salvó del monstruo que llevaba décadas acorralándome.
Antes que nada, creo que tiene razón Durum con lo que dice y con la interpretación que hace de tus palabras. A la oposición entramos todos por la misma puerta, pero la de salida es giratoria, y cuando estás en ella dando vueltas nadie puede o debe resolver por nosotros la duda de si volver a entrar después de atisbar las tinieblas o la de escapar definitivamente.
Justito volvió a introducirse, a intentarlo. Y fue por convicción, por fe en sus aptitudes y, sobre todo, consciente del largo trecho que aun debía recorrer. En el libro se observa de forma apasionada ese tortuoso camino: paso a paso, tema a tema, y los últimos meses dictamen a dictamen.
Unos porque aprobaron, otros porque abandonaron sin mayor rencor, el caso es que nadie te explica cómo puede levantarse quien no consigue aprobar después de 11 años de dedicación exclusiva, dominando al fin los dos orales y el dictamen. Y, sobre todo, cuando lo que persigues es algo más que una respetable profesión o una dignísima salida laboral. Ser Registrador de la Propiedad era mi sueño. Como el de Justito ser Notario.
Mi vida me ha llevado a vivir entre Notarios y Registradores. Tomamos cervezas, echamos unas risas. Se que me aprecian a su manera. Algo de condescendencia habrá, seguro.
Y una tarde, no recuerdo bien cómo, descubro este blog. Y poco a poco a la persona responsable del mismo. A día de hoy aun me cuesta creer que exista un ser humano como Justito. A alguno esto les parecerá la “palabrería barata” de la que hable Darum. Pero les digo a todos que a mi me ha reflotado la vida.
Por una parte, porque frente a la pereza, la desgana o la incompetencia como cualidades quasi naturales o asumibles que se acaban desarrollando en el ejercicio de estas profesiones, he conocido a alguien que no está dispuesto a sacrificar sus valores y principios o a rendirse frente la indolencia. ¿Por qué? Pues porque ama ser Notario y todo lo que comporta y exige: perseverancia, nivel jurídico y homestidad.
Por otra, porque Justito posee una sensibilidad mágica para detectar a los que aun deambulamos haciendo pasillo, sin aprobar y sin encontrar la salida en aquella puerta giratoria. A mi me la enseñó.
Justito sabde que después de leer un post me derrumbé. Literalmente. Mi esposa, sufrida novia de opositor, se asustó. No sabía de qué le estaba hablando, de qué tenía que perdonarme. Me dejó llorar durante horas. Ya de noche, le dejé leer el post y me dijo: “cariño, cuando te sientas con ánimo, dale las gracias a Justito en nombre de los dos”. Eso hice. Ya sólo me falta darle un abrazo.
Como siempre, un amigo.
Querido Dandanovic:
Me gusta saborear tus respuestas porque siempre son magníficas y me hacen sentir bien (bueno algunas no tanto, pero esta muy pero que muy bien). Probablemente no merezco tanto bueno como me prodigas pero sin duda que hay un poco de todo lo que dices y desde luego te puedo asegurar que perserverancia y honestidad son dos cosas que presiden mi lucha diaria en la notaría. Por lo demás que la puerta giratoria no me dejara en el lado que no quería fue algo que tuvo algo de casual y milagroso. Aquel día de las bolas de la suerte hubo una inflexión que se produjo por una serie de circunstancias que perfectamente podrían no haberse dado, pero que se dieron y determinaron mi futuro desde aquella fecha hasta hoy. Sin duda estoy convencido de que tuve mucho que ver pero la ruleta de la fortuna podria haberse parado en otro número y poner fin a mi participación en el concurso.
Gracias. Este comentario lo enmarco … Un abrazo, Justito El Notario.