Círcula pantallazo de comentario de un usuario a una notaría.
El notario parece un playboy y la notaría una galería de arte.
Todo parece perfecto y me parece muy bien que al comentarista se lo parezca. Sin embargo, a mí no me gusta la imagen ni las sensaciones que se transmiten.
A la hora de hablar de lo relevante solo me parece destacable que el Notario “no duda un segundo” y que “está seguro de lo que sabe”.
La verdad es que tiene enorme mérito no dudar y en esto se me ocurren varias cosas:
- Tiene un equipo cojonudo que no falla y va sobre seguro.
- Solo lee y no va mas allá, aunque pilla todo a la primera o da la sensación de que lo hace. Si vacilas, si paras, si piensas, relentizas. Hay que leer y explicar sin vacilar para que todo suene a perfecto.
¿Y es perfecto? Pues no, no puede ser perfecto. Tiene que haber un porcentaje de error como en todas partes, aunque sea pequeño y, por supuesto, tiene que haber sorpresas salvo que apliquemos el punto 1 o no se de oportunidad a la gente de abrir la boca (o porque ya ha habido una o varias lecturas preliminares).
Por supuesto, el profano no repara en esto. Distinguirá la marca de la camisa y del reloj y distinguirá el moreno de Almuñecar del moreno de la Costa Azul, pero a lo mejor de lo otro (que es lo que verdaderamente importa) ni se entera.
“Está seguro de lo que sabe”, es una frase difícil de interpretar. Yo también estoy seguro de lo que sé. Tanto como de que hay cosas que no sé y cosas en las que dudo, así que esa aparente seguridad en todo, para mi tiene que ser impostada.
Al final, sospecho del comentarista y de que sepa valorar lo que realmente importa.
Y vuelvo al principio, no me gusta que demos esa imagen de play boys y millonarios.
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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