Le decía a una sobrina que encara su tercer año del Grado en Derecho que creía que tenía cualidades para ser una buena opositora . Ella está deshojando varias margaritas. Una es la de quiero opositar/no quiero opositar y la otra es oposito a aquello/a lo otro/o lo de mas allá.
Hace unos días le decía que si se acomodaba al estilo de vida, a estudiar a largo plazo y era capaz de dominar los nervios y no morirse de miedo cuando llegue el momento de examinarse, pensaba que tenía grandes posibilidades de conseguir aprobar casi cualquier oposición que se propusiera.
Estábamos en plenos JJOO de Tokio y le hice un paralelismo entre los opositores y esos deportistas que desarrollan una gran Olimpiada (ahora estamos ya en las Olimpiadas de París 2024), un gran ciclo olímpico, ofreciendo grandes resultados en los campeonatos intermedios y luego fracasan en los JJOO, porque el deporte es así (las oposiciones son así) pero también, a veces, porque no han sabido hacer correctamente el sprint final o no han calentado bien o no han dormido bien la noche antes o porque han tenido un resfriado o porque les ha vencido el miedo escénico o la enorme responsabilidad ante un eventual fracaso y sin salir al estadio o nada más entrar en él.
La única forma de que el miedo no te venza cuando llegan los JJOO (los examenes) es entrenar (cantar) y hacerlo decenas de veces en los escenarios mas diversos. Hasta si hace falta se monta un falso tribunal como le hacía su padre, también Notario, a mi querido MAC.
No tengo ganas de meter a nadie en estos líos de opositar pero creo fundamental que el que lo haga (el que se meta solo), lo haga con el mayor conocimiento de causa.
Ánimo a los que están ahora con la Olimpiada Opositora de Madrid cuyos JJOOOO comienzan pronto a celebrarse.
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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