Se dicen cosas sustanciosas cuando llega la explosión de alegrÃa de los aprobados y la tristeza de los suspensos.
Los que no aprueban simplemente callan, querrÃan desaparecer del mapa durante una temporada y que les dejemos todos en paz.
Los que aprueban y los vinculados a los que aprueban, manifiestan su alegrÃa de formas diferentes.
Un ejemplo es esto que he leÃdo a un nuevo compañero con el que me trato hace años y que creo que me conoce bien y entenderá que esto lo escribo con la mejor intención.
«Aunque te sea difÃcil, merece la pena luchar por lo que se quiere».
Merece la pena si sale bien. Si no sale bien pues ya veremos si ha merecido o no la pena. Yo hubiera dicho: «Hay que luchar por lo que se quiere». Sin mas.
«Al final, tanto esfuerzo nunca puede caer en saco roto».
En desacuerdo. Sà que cae en saco roto. El gigantesco esfuerzo, la inversión en años, constituyen en buena parte un desperdicio si la cosa no sale bien. SÃ, vale, podremos reaprovechar pero aunque lo hagamos sà que cae en saco roto porque el reaprovechamiento generalmente no hubiera exigido tanto esfuerzo como el empleado en la oposición. Hay bastantes muñecos rotos por la oposición que para nada han rentabilizado tantÃsimo esfuerzo (a otros, a muchos, les irá mejor haciendo cosas diferentes, por supuesto). De hecho, una salida habitual es trabajar en una notarÃa o en un registro, ¿eso es que el esfuerzo caiga un poco en saco roto? Pues para mà sà que lo es. Para mi eso es un plan B que se asume cuando no hay otro remedio. Si yo hubiera acabado en la notarÃa de mi padre o en la de mi hermana después de once años opositando, sin duda habrÃa acabado siendo un gran oficial de notarÃas y mi saco no estarÃa roto aunque sà habrÃa tenido considerables filtraciones. Otra cosa es que uno se conforme, olvide y siga adelante pero el asunto no es tan sencillo y la teorÃa del saco «hace aguas» a mi modo de ver.
Por supuesto, no es lo mismo un plan B al año de opositar (por ejemplo, me cambio a otra oposición mas fácil), que tras un primer suspenso, que tras un segundo o que tras un quinto cate.
Cabe la posibilidad de que, como dice mi nuevo compañero, el fracaso te forje y que eso no caiga nunca en saco roto. SÃ, estoy de acuerdo en términos generales y hablé de ello en este otro OpoFlash.
También cabe que haya gente que supere el asunto del suspenso con mucha mas facilidad de lo que pienso que lo hubiera superado yo.
«Hay que confiar en Dios y en uno mismo».
Dejando a Dios al margen (digamos que Él y yo hicimos poco equipo), estoy de acuerdo: la auto confianza es fundamental.
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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