Nunca fue mal sitio pero con los años y las generaciones, con un equipo humano excelente ha tomado gran altura. Está siempre lleno. Barra, aledaños con mesas altas y comedor.
En el 87 cumpleaños del abuelo y el 18 del nieto (nacieron el mismo día con 69 años de diferencia), nos despachamos bien a gusto.
Al margen del bebercio hubo quisquilla cocida, torreznos de Soria, huevos con patatas al ajo cabañil, almejas al ajillo, mejillones a la brasa, ijada de atún y un cachotino.
Hubo Lagar de Pintos y Ribeiro Lalama.
No dejamos pasar la tarta (Lotus) porque había que soplar las velas y no habíamos llevado una nuestra.
Sin estrellas, soles, ni guías, ahí está La Tasca del Tío Andrés.
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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