“Estudia como una loca”

estudiar como una loca

“La pobre estudia como una loca. Yo no recuerdo haber estudiado tanto; es más, no lo hubiera aguantado”.

Quien eso escribe era Notario con 25 años, 1 mes y 7 días.

Yo lo conseguí con 34 años y 4 meses. Estudié unos cuatro años y medio como un loco. Luego me atasqué durante unos tres años y luego volví a hacerlo como un loco durante cuatro años mas. Suman 11 y medio y, en realidad, solo fueron casi 11 así que péguenle un recorte a cada etapa y les cuadrarán los números, aunque aproximadamente y sin hacer memoria ya ven que me sale que estudié unos ocho años como un loco.

Está claro que a algunos les es imposible recordar haber estudiado tanto, porque simplemente lo hicieron durante un corto periodo de tiempo y para una sola convocatoria (de uno o dos ejercicios según la época). También es cierto que no debemos descontextualizar una afirmación que se hace respecto de alguien que se encuentra afrontando esta convocatoria en curso y por lo tanto está a tope, con la sexta marcha y a todo lo que da la mata porque se está examinando con lo que podría entenderse que se estaba queriendo decir “yo no recuerdo haber estudiado tanto cuando llegaban los exámenes”, sin dejar de lado tampoco que alguien que aprobó con esa edad hizo un único oral (había un solo ejercicio) mientras que yo hice seis, por lo que pasé seis veces por esa etapa de estudio mucho mas intenso. El caso es que, una vez mas, está claro que todo se olvida (hasta lo mas malo) y que lo que les ocurre a muchos es simplemente que han olvidado lo que fue su oposición y, mas que eso, que la aprobaron tan rápido que no conservan (que no tienen, en realidad) la sensación de terrorífico esfuerzo que sí que tuvimos que hacer otros para conseguirlo y del que conservamos un nítido recuerdo y que fue el mismo esfuerzo que hicieron ellos pero durante mucho menos tiempo. No olvido tampoco, que aprobar tan rápido probablemente supuso para los que lo hicieron un plus de horas, menor descanso y pocas vacaciones pero lo cierto es que mi padre, que aprobó con 24 años, 9 meses y 5 días, ya nos hablaba de sus ocho horas diarias y de seis días a la semana (ambas cosas, en principio, como ahora) aunque seguramente con escasos días de vacaciones. Con los años yo he visto con claridad como mi día y medio de descanso y mi exceso de vacaciones (las que me indicaba el preparador, por otra parte), unidos a mis altibajos pudieron condenarme a mas años de oposición, aunque a fin de cuentas yo me estaba examinando del segundo con tres años y medio con grandes opciones de aprobar, aunque con aquel suspenso me viniera la debacle.

Lo mejor de la frase es lo de “yo no lo hubiera aguantado” viniendo de alguien que aprueba tan joven y a la primera. Imaginen lo que es aguantar durante la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta convocatoria que un servidor firmó.


Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario