Ya habÃa escrito antes sobre este local con motivo de mi fobia a compartir platos.
Empiezo hoy por lo malo. Ir a un restaurante pensando en comer algo concreto y que no lo haya es una faena. Eso no puede pasar. Me refiero a las riquÃsimas patatas macho que no son más que una variedad de bravas pero que están buenÃsimas (y allà las hacen muy bien), aunque el que las hace mejor que Cuqui es mi amigo Manolo Sánchez. Menuda comilona a finales de Agosto en su casa de la playa. Esa sobrasada que me despierta las papilas gustativas mientras la recuerdo, las patatas macho al estilo de Manolo, las cigalitas con ajo, en fin un dÃa estupendo … pero volvamos a El callejón del Cuqui (que no está en ningún callejón aunque lo estuvo en otra anterior ubicación).
Gran mérito el de Cuqui levantando un local que estaba maldito. Ahora (desde hace una larga temporada) está situado a un paso del estrellado “Magoga” (estrellado por la Estrella MichelÃn) en la Plaza de la Lonja a medio paso del centro, centro, de la ciudad (Juan XIII, Parque de ArtillerÃa …).
Remontados del disgusto de las patatas, pedimos unas sardinas ahumadas sobre tosta (muy buenas), un tartar de atún (estaba mucho más rico el de La Tartana del otro dÃa), una tempura de verduras (muy bien hecha y muy bien presentada) cerrando con un tataki de vaca vieja que estaba espectacular (el mejor que he probado nunca). No sé si me olvido de alguna cosa (creo que no).
No me gustó mucho el vino (Melius godello, que es el blanco de la casa al parecer) que además venÃa flojo de temperatura. No mola nada beberse la primera copa y media con el vino no lo suficientemente frÃo.
Compartimos una exquisita tarta de queso al horno, aunque Fini dice que la suya es aún más rica. Salimos por 120 Euros (cuatro comensales) con la propina.
Correcto el servicio aunque un biombo nos tenÃa un poco escondidos para cuando necesitábamos pedir algo.
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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