Cartagena Misteriosa, Oculta, Tenebrosa y Cementerio de Los Remedios

Desde que acabó Agosto he montado “El Club de los Viernes”. Estamos saliendo todos los viernes a cenar, pero también a pasear en bici y a andar un poco más que antes los sábados y los domingos preferentemente a la hora de la cena (y así …  no cenas o cenas más bien poco), aperitiveando al mediodía y haciendo la compra foodie los sábados por la mañana en el mercado y en otras tiendecillas de la city. A fin de cuentas llevamos ya más de un año sin ir a ninguna parte. No he salido de la provincia de Murcia más que para ir a trabajar y para una presentación de mi primer libro (“Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)”en Ciudad Real dos días antes del estado de alarma (comienzo, por cierto, de la historia que narra mi segundo libro “Crónica notarial de una pandemia”). Y ahora que trabajo los lunes …  pues estoy valorando mucho más el tiempo libre que me es mucho más escaso que antes. Tendré que extenderme un poco más otro día en explicar mis nuevas rutinas … Tal vez mi tercer libro acabe siendo una “Guía de restaurantes de Cartagena para ir a pie por el centro”.

El que se anime con los libros, puede pedírmelos dedicados en justitonotario@hotmail.com

En esa línea de hacer variaciones a nuestras rutinas clásicas, ayer nos apuntamos a la ruta Cartagena misteriosa.

Me ha gustado mucho, pero me gustaría hacer un par de sugerencias a los organizadores:

  • El punto de encuentro podría establecerse en algún sitio donde haya posibilidad de sentarse o guarecerse. Permanecer unos quince minutos (los que se ruegan de antelación) de pie ya implica, para mí al menos, un cansancio suplementario para una ruta que dura dos horas.
  • Igualmente, en las diferentes paradas en las que no es absolutamente imprescindible permanecer en un punto concreto, deberían manejarse otras alternativas que permitan el descanso de los participantes. Es el caso de la parada en la parte trasera de la Iglesia de la Caridad que bien podría hacerse en la parte de delante donde hay unos bancos de piedra fantásticos para reposar un poco o tal vez en la parte trasera del Centro de Salud de la calle San Vicente que tiene también una zona donde sentar las posaderas.

Por el camino hemos hecho varios descubrimientos interesantes de nuestra propia ciudad (uno de ellos la tienda de El Sexto Pino, que no tiene ningún misterio); hemos conocido rincones de la ciudad en los que no reparas, recuperado crímenes olvidados, desconocidos y muchas veces no resueltos, leyendas, ubicaciones pasadas de iglesias, ermitas, murallas, plazas, jardines o cementerios que ya no existen o que yacen enterrados bajo el suelo que pisamos e historia, mucha historia local y, por supuesto, historia misteriosa de Cartagena. La ruta incluye diez paradas, si no olvido ninguna, pero no voy a hacer spoiler y a destripar ninguno de los contenidos que se ofrecen.

El guía es todo un experto y aprovecha bien sus recursos narrativos para hilar una buena historia en esta época pandémica creando así un hilo conductor a buena parte de su relato. Se llama Santiago García, es arqueólogo y escritor. Con un pequeño micrófono enganchado a su mascarilla se hace escuchar perfectamente complementando sus explicaciones con información vía tablet y con un proyector de imágenes.

Una idea muy buena en mi opinión que funciona en unas cuantas ciudades de toda España.

Aquí están todas las rutas del misterio de Cartagena. Creo que la del cementerio la haremos cualquier otro día y me intriga bastante Cartagena Tenebrosa pues incluye una vieja historia de mi propia casa, de la casa en la que actualmente vivo, aunque si la escucho completa tal vez duerma con la sábana hasta las narices el resto de mi vida.

¿Creéis en fantasmas? Yo no…


Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario