Ayer fue el primer dÃa en que leer a Llagaria se me hizo “pesado”. Claro, he llegado a su explicación de los negocios jurÃdicos y eso exige más concentración que la introducción y los consejos varios. Además lo hice entre las 23:15 y las 00:00 de la noche y mi cabeza ya no estaba para muchos trotes.
La reflexión en positivo es que leyendo a Llagaria y teniendo resumido su libro, se aprende, aprenderéis (yo también aprendo y repaso) a detectar los problemas.
No solo hay que saber dictaminar argumentando, hay que descubrir antes los problemas sobre los que opinar y me he dado cuenta que Llagaria ayuda también a eso.
¿Por qué?
Pues porque va desmenuzando los problemas y trata tantos que cuando veas la pista en el supuesto de hecho te darás cuenta de que hay un problema a resolver.
Asà que …. ya sabéis … a leerle y a leerme ….
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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