El sábado pasado comí en “El Varadero” con la peña “Siegomierdas”. Sí, que quieren que les diga, se llaman así. Son un grupo de viejísimos amigos que han mantenido el pulso de la amistad, entre otras razones, gracias a su peña de lotería primitiva. Una vez al año renuevan al Presidente, encargado de la logística de las apuestas durante un año. La “suerte” nos ha acompañado y la Presidenta de este año será mi mujer. A ver si el mandato es productivo porque en el anterior no lo fue nada en absoluto.
Aunque “El Varadero” se ve desde mi casa, hace un siglo que no iba y creo que volveremos de nuevo porque comimos de menú concertado, ni siquiera vi la carta y en el mostrador de la entrada tenían material con buena pinta. Después de la larga sobremesa, que incluyó el correspondiente proceso electoral, nos fuimos a tomar unas copas y a fumarnos una “shisha” en un tranquilo pub (que diríamos los viejunos) que está junto a los Franciscanos y que se llama Barnon Shisha Lounge. Como no se terminaba nunca dio lugar a que la copa inicial quedara convertida en unas copas. La verdad es que nos echamos unas buenas risas.
Mi mujer y yo, no nos quedamos satisfechos del todo con la juerga (es un decir) y nos fuimos a “Luces” un restaurante en la Calle Villamartin 13, cuyo local ha pasado por diferentes propietarios, nombres y estilos y que ahora se enmarca en una mezcla o fusión de cocinas de diversos sitios. Hay platos nórdicos y hay platos georgianos. Hace unas semanas nos sentamos en la terraza que da a la Plaza del Rey y nos tomamos unas birras con un par de “barquitos” bajo un estupendo sol de finales de invierno.
Los “barquitos” los repetimos el pasado sábado acompañados de otras viandas y de una botella de “Casar de Burbia” que estaba magnífico. Además de los citados barquitos, hubo “mejihumus”, “forshmak”, media tabla de quesos y una ración de cordero con couscous que fue lo que mas nos gustó de todo lo que tomamos. De postre nos dimos a la sharlotka. El precio con un par de chupitos (de pago) fue de 78 Euros justos.
En breve vamos a pasarnos por “Mariscos a lo bestia” que ha dado el paso de Lorca a Cartagena. Sitio peculiar donde los haya, se caracteriza porque sirve el marisco a paletadas y desde una carretilla muy lustrosa. Después creo que hay tortas, carnes y alguna bestiada mas. Ya contaré como nos va la cosa.
La verdad es que la faena se me acumula y no es que no salga sino que no lo cuento.
Hace un poco mas de tiempo estuve en el Sacromonte de Canteras, un clásico de la ciudad que se sigue manteniendo en forma. Nos dieron unas anchoas doble cero que estaban espectaculares. Yo me endiñé una sopa de ajo o castellana que no es un plato habitual en carta por estos lares. Rica y reconstituyendo. También hubo en la mesa almejas al ajillo, huevos rotos, croquetas de txangurro, gallo San Pedro frito (buenísimo) y chuletón de vacuno mayor. La plaza la regamos con Pago de Carraovejas. La cuenta fue de casi 200 Euros para cinco comensales y no incluyó postre porque portábamos tarta de cumpleaños.
Parece que me estoy animando a contarles alguna cosa mas, así que continúo.
El Mosqui
Llevé a un amigo y a su mujer. Ella no lo conocía y él dice que no iba desde hace 40 años. Quería hacerse una foto con el famoso eslogan (“de la mar, el mero y de El Mosqui”, el caldero) pero no lo vimos por ninguna parte. Se ve que ahora son mas sofisticados y que el lema queda algo fuera de tono. Al margen de ese detalle, todo magnífico y nos quedamos con mas gana de salazones aunque pedimos dos raciones para cuatro.
Tomamos la ensalada Cabo de Palos, los salazones caseros (bien, pero lo adornen como lo adornen queda escaso) y los calamares en salsa tártara (muy ricos y bien para compartir). Después tres raciones de caldero para cuatro personas a 17 Euros cada una. A los postres tocaba darnos al paparajote y a la torrija.
El vino de Pedro Escudero nos encantó (Nativo=25 Euros). Enhorabuena al servicio pendiente en todo momento de todo. Salimos a 42 Euros por barba pero dos bebimos y dos solo un poco.
Miramar
Sin duda es el Miramar el restaurante de la bocana del puerto de Cabo de Palos el que mas me ha gustado siempre y el que mas veces he visitado, aunque ahora tiene un serio competidor (para mis gustos).
En la última ocasión que fuimos junto con la cerveza y un godello “Pedrazais” (que ya conocía y es muy recomendable a los 23 Euros que costaba), nos ventilamos un par de ostras francesas, otro par de vieiras gratinadas (mi mujer las hace mejor, que quieren que les diga), una media docena de estupendas gambas rojas extra (a 8 euros la pieza) y dos raciones del clásico de la casa: el arroz “perlines”.
Resultado: 141,60 Euros. Ustedes valorarán.
Saona
Me sorprendió el éxito fulgurante de este local. Quizá ahora ya esté tan overbooking como en sus primeros momentos. Que está muy bien de precio, dicen. No recuerdo algo similar en la “Trimilenaria” que es como siempre llama a Cartagena mi amigo Tomás Martínez Pagán. Esta es la página web de Saona.
Seguir los pasos de Tomás Martínez Pagán
Tomás escribe de todo y de todos (véase “Los éxitos de Justito El Notario”) y siempre lo hace muy bien sin hablar nunca mal de nadie. Compartimos formas, maneras e inquietudes y, entre ellas, interés por la gastronomía local, él desde su sección de los domingos que titula “Las cosas por su nombre” y yo desde mi Nihil Prius Manducare que representa el toque distintivo de mi blog frente a los de otros compañeros de mi gremio.
La verdad (nunca mejor dicho porque es el nombre del decano de la prensa de la región) es que para el que se aburra los fines de semana en “la trimilenaria” (que es como Tomás Martínez Pagán llama a Cartagena dado que tiene 3.000 años de historia) no hay mejor solución que seguir sus recomendaciones. Yo ya lo he hecho en unas cuantas ocasiones
La primera fue cuando visité La Unión para comer en la freiduría “La Perdiguera” y visitar el bonito cementerio de la ciudad minera que como Notario he rondado en mas de una ocasión (llegando a pedirla con ciertas reticencias en un concurso) aunque no hayamos consumado nuestra relación por diversas razones. A estas alturas de mi carrera profesional ya pienso que se me ha pasado la hora de dar allí con mis huesos porque yo a lo que aspiro es a ser Notario de “la trimilenaria”.
Después me pasé por el Alviento, muy cerquita de mi casa.
También me pasé por la Venta San José y por Pablo Guardiola.
Rara es la semana que no me apunto alguna de las recomendaciones de Tomás o que no me de alguna idea o me haga sonreír o pensar con las frases con las que suele terminar sus artículos. Tengan en cuenta que recientemente ha sido nombrado académico de número de la Real Academia de Gastronomía de la Región de Murcia.
Aquí va un ejemplo: «La vida y el tiempo son los mejores maestros. La vida nos enseña a aprovechar el tiempo y el tiempo nos enseña a valorar la vida».
La idea de ir a Mariscos a la bestia viene de la invitación que vía Tomás recibí hace unas semanas. Como no me fue posible asistir estaré por allí en pocos días.
Gracias por todo Tomás.
Tengo muchos sitios pendientes de ir (unos nuevos y otros para repetir)
A ver si vamos poniéndoles la cruz. Aquí va una aproximación: El Vinagrero, Pitxón, Los Carruajes, Alhambra, Kiosko Muelle San Pedro, Pescadería Freiduría María Antonia, Scabetti, Restaurante Ecoturismo Cabo Tiñoso, Cantina Gato Negro Museo Etnógrafico, La Senda de los Elefantes, Atípico, El Chalet, El Charru, Pizzería La Familia, Baraka, El Rincón de Joaquín, Ubuntu, El loco Ángel, Gran Torino (Cabo de Palos), Más Cosicas, Club Náutico Dos Mares, El Camarote de la Martinique, Los Caballos, El Galán, La Escuela de Pieter, Collados Beach, El Pulpito, Enzo Sushi, Vivero 55, La Cornamusa, Nino´s, Campoverde, Venta El Sabinar, Bar Santiago, La Cerdanya, La Taberna de Rafael, The Cove Beach, Bodegas Lloret, Hermanos Velasco en Alumbres, Bar El Andaluz y Sibuya Sushi.
Cada uno en su estilo y para su momento aunque siempre nos hará falta “una caña bien tirada”, que diría Tomás Martínez Pagán. Todo se andará.
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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