Se hablaba de este asunto el otro día en el chat Vanguardia Notarial. Hice memoria y me pareció recordar que yo había tenido una semana en mi primer dictamen y unos quince días en el segundo. Para la tercera, como Manolo Otero, tuve todo el tiempo del mundo puesto que obtuve reserva de nota de los dos primeros ejercicios en la convocatoria anterior.

Cuando tuve un poco de tiempo, cogí mi “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)” para confirmar si me fallaba o no me fallaba la memoria. Y puedo decirles que me fallaba.

Yo me examiné de primer segundo ejercicio plantándome en el dictamen, el día 28 de Octubre de 1998 (ya llevaba siete años opositando y hacía mas de cuatro que había aprobado el primero por primera vez) y el dictamen tuvo lugar el día 17 de Noviembre de 1998, es decir, veinte días mas tarde.

El segundo segundo ejercicio al que llegué tuvo lugar el 16 de Enero de 2001 y el dictamen se celebró el 17 de Marzo de 2001. En este caso fueron cincuenta y nueve días que ya no está nada mal.

Suspendí la primera vez y volví a suspender la segunda.

 

Tras ejercitar la memoria me he ido al Reglamento Notarial

La página del BOE te facilita las redacciones anteriores que han tenido los diferentes artículos de una norma y para esta cuestión, es el artículo 19 del Reglamento Notarial el que hay que tener en cuenta.

Desde 1944 a 1982, entre el primero y el segundo (el dictamen) debía haber un mínimo de 24 horas (no podías ni volver a tu casa si habías examinado el último del primer ejercicio que entonces solo había un oral) y un máximo de quince días naturales.

Entre 1982 y 1987 con el artículo modificado, se mantuvo su redacción en cuanto a este tema.

Desde 1987 a 2003, se mantuvo el plazo mínimo pero el máximo quedó reducido a ocho días naturales y, finalmente, en los últimos veinte años, se establece un mínimo de veinte días naturales.

Por cierto, desde 1944 a 1987 el artículo 19 también señalaba que “contra las calificaciones del tribunal no podrá deducirse reclamación ni recurso alguno”. Desde 1987 se señala en cuanto a esto que: “Los actos del tribunal podrán ser impugnados por los interesados en los casos y en la forma previstos en la LRJyPAC”.

 

Comenté luego todo este asunto con un compañero que me dijo que “en fin, ya sabemos que también la suerte tiene algo que ver. Supongo que habrá quien aprobara con dictámenes reguleros porque el resto de opositores no tenía mucho nivel. También es verdad que los dictámenes de antes me parece que medianamente se podían resolver si sabías la técnica de un dictamen y tenías bien aprendida la materia y no era necesario tanto tiempo preparándolo. En los de ahora no es suficiente con saberse la materia, hay que tener mucha técnica para hacerlos en tiempo; no hacerlos cabezones tratando mucho los problemas del principio y poco los del final, ordenarlos y estructurarlos. Lo de la estructura muchas veces es lo peor porque nunca sabes qué estructura coger ya que son muy distintos unos de otros; los hay de problemas independientes, de problemas por fincas, de sucesiones en una familia o en varias independientes. Creo que antes eran siempre más iguales, lineales, una sucesión y problemas dentro de ella con algunos toques de mercantil, gananciales o poderes. Al final, si no has practicado mucho o al menos más de diez días dudo que puedas aprobar salvo que seas uno de esos monstruos nacidos para el Derecho“.

 

La verdad es que yo fui bastante dummie pero también creo que es cierto lo que dice este compañero. Las cosas han cambiado mucho en los últimos veinticinco años y yo creo que lo del dictamen está mucho mas difícil que nunca.

 

“Crónica y curiosidades de la última oposición”

Este artículo para El Notario del Siglo XXI de Antonio Domínguez Mena que ha sido miembro de uno de los tribunales de la última oposición es muy interesante. Dice:

“Pero, sin duda, lo que más debe llamar la atención es cuándo se empieza a preparar el tercer ejercicio, porque aquí reside uno de las cuestiones más importantes para conseguir el ansiado éxito final. En el Tribunal 1, el 73’17% responde que “al aprobar el 2º ejercicio”, y en el Tribunal 2 esta misma respuesta la ofrece el 54’55%. En mi opinión, la preparación del tercer ejercicio debe empezar muchísimo antes de aprobar el segundo ejercicio, pues el dictamen muestra al Tribunal cuán “maduro” está el opositor al enfrentarse a supuestos concretos, y esa madurez es difícil alcanzarla con muy poco tiempo de preparación, aunque sea muy intensa. Y esto lo hemos comprobado viendo cómo jóvenes opositores con notas muy altas en los ejercicios orales no han superado el tercer ejercicio”.

“En el Tribunal 1, el primer llamamiento tuvo lugar los días 15 y 16 de febrero, y el segundo, del 17 de febrero al 7 de abril; superaron el segundo ejercicio un total de 63 opositores, lo que supuso coincidir en el número de aprobados de ambos Tribunales”.

Como curiosidad apunta:

“Para el tercer ejercicio fueron convocados todos los opositores de ambos Tribunales en la Escuela de Ingenieros Navales el día 28 de mayo, sábado, 160º aniversario de nuestra Ley del Notariado, pero que en realidad pasará a la historia como un día “señalado” por coincidir con “el partido” del que todo el planeta estaba pendiente: la final de la Champions League con el Real Madrid C.F. optando a otro título”.

Yo también me examiné de mi primer dictamen en la Escuela de Ingenieros Navales aquel lejano 28 de Octubre de 1998.

Así que el que menos tuvo en el Tribunal 1 (el dato del Tribunal 2 no sale), fueron 50 días. No esta nada mal, pero, efectivamente, es sorprendente que el 73% de un tribunal y el 55% de otro, reconociera que no había preparado el tercero hasta que se plantó en él. Lo que no conocemos es el mismo dato para los que no aprobaron y creo que sería muy importante para sacar conclusiones con un cierto valor. Tampoco sabemos cuanto tiempo habían preparado el dictamen los otros aprobados (el 47% de un tribunal y el 27% de otro) que habían comenzado a prepararlo antes.

Terminaré diciendo que si una cosa tengo clara es que hay muchos monstruos del Derecho en nuestro cuerpo y entre los opositores que serán Notarios (o que no lo serán), pero cuanto antes descubra cada uno que lo es o que no lo es (que es una cosa o que es la otra), mucho mejor para comenzar a preparar el dictamen de la manera mas adecuada. Es el propósito de mi saga de Mini-Casos que comenzó hace ya unos meses y que marcha con buen ritmo.

Ánimo a todos y no os dejéis el dictamen para el final (a ser posible).

 

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario