Lo escribe mi amigo y compañero Fernando Pérez Rubio para el Diario de León y se titula: “Consejos para aprobar la oposición a notario”
No sé si Fernando los contó, pero da justo 10 consejos y son estos:
- CONSEJO NÚMERO 1: Jamás te metas en esto por complacer a terceros.
- CONSEJO NÚMERO 2: Infórmate bien de las características de tu oposición.
- CONSEJO NÚMERO 3: Busca un preparador que se involucre en tu preparación.
- CONSEJO NÚMERO 4: Dedícale las horas que sean necesarias.
- CONSEJO NÚMERO 5: No pienses que todos los demás son más listos que tú.
- CONSEJO NÚMERO 6: Reponte de los bajones o suspensos si es que llegan.
- CONSEJO NÚMERO 7: Da todo lo que tengas.
- CONSEJO NÚMERO 8: Recuerda que hasta a un grande como Nadal le costó muchas horas de entrenamiento llegar a lo más alto.
- CONSEJO NÚMERO 9: Esfuerzo, esfuerzo y más esfuerzo.
- CONSEJO NUMERO 10: Humildad y confianza en ti mismo. Esas con las claves.
Gracias por la cita a mi libro. No creo ser mas experto que nadie que haya opositado, simplemente un día conté “La prueba de la manta”, gustó, funcionó, escribí mucho, terminé ese libro que siempre quise escribir y he acabado dedicando mucho tiempo a hablar de oposiciones aunque lo escrito solo represente unas 300 de las mas de 3600 entradas de mi blog (menos del 10%).
Además Fernando recoge los típicos comentarios de los profanos, de los que él (y todos) llama “cuñados”. Son de este tipo:
- «Estás loco, esas oposiciones sólo las aprueban superdotados con memoria fotográfica».
- «Vas a desperdiciar los mejores años de tu vida encerrado en una habitación».
- «Todo ese esfuerzo y no sabes si aprobarás».
- «¿Y si suspendes qué? ¿De qué te habrá servido tanto esfuerzo?».
También responde a dos preguntas que a muchos nos hacen:
- ¿Aconsejarías a un recién graduado que opositara?
- ¿Aconsejarías a alguien que quiere opositar que no lo haga?
Mis respuestas serían sí y no, aunque yo generalmente aconsejo al que tiene el gusanillo que se pruebe para ver si se adapta al estilo de vida, le gusta y se le da bien.
Y, por último, nos dice, antes de desearnos suerte y recordar que merece la pena, que “una vez que llega el aprobado, ya sea a la primera, segunda, tercera o la que sea, hace olvidar pronto esos años de enclaustramiento”.
La verdad es que si solo pudiera consultar a esto con un SÍ o con un NO, tendría que decir que sí, que se olvida pronto, aunque cuando pienso en la oposición solo puedo pensar en cómo fui capaz de resistir todo aquello y se me siguen poniendo los pelos de punta. Qué fácil hubiera sido quedarme al otro lado con tantos buenos candidatos que no lograron situarse de esta parte de la historia.
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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Muy buenas noches. En cuanto al primer consejo, y siempre desde mi punto de vista, diré que no sé hasta qué punto «meterte en esto» para complacer a otros puede hacerte peor o mejor opositor, pues hay personas que, aun haciendo algo por complacencia, lo dan todo. Pero lo que sí tengo claro es que probablemente la falta de vocación haga a esa persona a la postre un notario enormemente desdichado, y no por la oposición, sino por el desempeño del oficio en sí.
Por otro lado, nunca dejará de sorprenderme la arrogancia de aquellos que se muestran tan seguros sobre cuáles son los mejores años de la vida de los demás.
Saludos a todos.
Hola Juan Pedro:
Yo creo que un empujoncito a los indecisos con cualidades, está bien. A los demasiado dudosos hay que dejarles tranquilos.
Lo de los mejores años es muy relativo. Yo invertí parte de unos años que suelen ser buenos en tener otros posteriores mucho mejores que la media “nacional”. Tal vez algunos estén cometiendo un error estratégico.
Un abrazo, Justito El Notario.
Me parecen unos consejos sabios, que harán mucho bien a quien los siga en serio.
Me permitiría hacer algunos matices, con la duda de si no los estropearán:
CONSEJO NÚMERO 2: Infórmate bien de las características de tu oposición y fija de acuerdo con tu preparador un plan estratégico para abordarla.
CONSEJO NÚMERO 3: Busca un preparador que se involucre en tu preparación, sin pasar ni pasarse.
CONSEJO NÚMERO 4: Dedícale las horas que sean necesarias y ni un minuto más. El descanso es tan importante como el estudio.
CONSEJO NÚMERO 5: No pienses que todos los demás son más listos ni más tontos que tú.
CONSEJO NÚMERO 6: Busca la ayuda que necesites para reponerte de los bajones o suspensos si es que llegan.
CONSEJO NÚMERO 7: Da todo lo que tengas. Quien hace lo que puede no está obligado a más.
CONSEJO NÚMERO 8: Recuerda que hasta a un grande como Nadal le costó muchas horas de entrenamiento llegar a lo más alto.
CONSEJO NÚMERO 9: Esfuerzo, esfuerzo y más esfuerzo. Sin esfuerzo es imposible, con esfuerzo, muy difícil.
CONSEJO NUMERO 10: Humildad y confianza en ti mismo. Esas con las claves.
Y añadiría uno más:
Controla la ansiedad y optimiza tu rendimiento con la ayuda de un buen profesional.
Buenas tardes Javier:
Ese último consejo es fundamental o bien para cuando surja un primer síntoma que lo aconseje o para toda la larga carrera que la oposición constituye si es que uno cree que le hace falta desde el minuto uno.
Gracias por la aportación, un abrazo, Justito El Notario.
Consejos aplicables a muchas otras cosas
Cierto pero para opositar son perfectos (con los matices que cada uno quiera darles).
Saludos, Justito El Notario.