Intentando animar a un opositor que atraviesa una importante crisis que podría llevarle al abandono indefinido aunque no definitivo de la oposición, pensé en que seguramente encontraría respuesta a su pregunta sobre mi hundimiento y mi posterior reflotamiento en mis libretas de la oposición.

El día 9 de Junio de 1998 tras un infierno de dos años y dos meses, volví a aprobar el primer ejercicio. Había dejado pasar en blanco una convocatoria y mis heridas eran muy importantes, pero tenía una nueva oportunidad de conseguir el aprobado final y, ya recuperado, iba a dar el todo para conseguirlo.

¿Qué pasó a partir el 9 de Junio de 1998?

Vamos a examinar hoy las libretas de 1998 y 1999.

Semana 276ª. Recordemos que yo había suspendido el segundo dos años antes, así que no partía de cero, aunque en esta convocatoria había nuevo programa. Tres mercantiles y dos notariales.

Tres mercantiles, dos hipotecarios y tres notariales.

Tres mercantiles y cuatro notariales.

Dos mercantiles, siete hipotecarios y tres notariales. ¡ÁNIMO¡

Un mercantil, tres hipotecarios y seis notariales. Primer ejercicio completo en el que canto algún tema de la semana anterior. No hice completos todas las semanas.

Dos mercantiles, cinco hipotecarios y nueve notariales.

Dos mercantiles, dos hipotecarios y siete notariales.

Cuatro mercantiles, seis hipotecarios y cinco notariales. Terminé la vuelta de notarial.

Cuatro mercantiles y trece hipotecarios. Estábamos a mediados de Agosto y el completo de aquella semana me sale muy bien. “Muy bueno, muy bueno, para notaza”.

Tres mercantiles y seis hipotecarios. Terminé la vuelta de Procesal y Administrativo (materias anecdóticas en nuestra oposición que muchos casi no estudian pero que yo, como soy un raro, sí que me estudié porque psicológicamente me funcionaba la treta).

Seis mercantiles y doce hipotecarios. Recordemos que estaba repasando temas que llevaba dos años y pico sin tocar (y que había cambiado el programa).

Siete mercantiles y doce hipotecarios. Sobre el completo de aquella semana escribí en la libreta: “Lo importante es que lo he hecho y que me he esforzado mucho para terminar el ejercicio teniendo en cuenta que canté un tema de la semana anterior y un notarial de hacía siete semanas. La pena es que los temas se me olvidan con rapidez porque los canto menos veces. Hago lo que puedo para el poco tiempo que tengo. Voy bien y el 16 de Septiembre empiezo a repasar aunque a MAC no le guste. ¡ÁNIMO QUE PUEDES¡“.

Trece mercantiles y un hipotecario. En esta semana le di otro repaso al Procesal y al Administrativo. ¡ÁNIMO¡ Hice otro completo. En el Notarial me anoté: “Bien inventado”.

Trece mercantiles, veintiséis hipotecarios y catorce notariales. ¡ÁNIMO¡

Catorce mercantiles, catorce hipotecarios y catorce notariales.

Trece mercantiles, veintidós hipotecarios y siete notariales. El mejor completo hasta la fecha con temas de las tres últimas semanas.

Quince mercantiles, nueve hipotecarios y cuatro notariales.

Semana 293ª (20 de Octubre): Veintiocho mercantiles y treinta y seis hipotecarios.

Treinta y dos mercantiles y treinta y cuatro hipotecarios. Lo conseguí: llegué al examen con el ejercicio repasado en las dos semanas previas. El día 28 de Octubre de 1998 (cuatro meses y veinte días después de aprobar el primero) aprobé el segundo ejercicio con un 5,01. Me salieron el 35 y el 52 de Mercantil; el 2 y el 23 de Hipotecario; el 14 de Notarial y el 7 de Procesal.

Para preparar el dictamen que fue el martes 17 de Noviembre, tuve 20 días. En esos días hice siete dictámenes. Cuatro eran supuestos de hecho de MAC y los otros tres eran supuestos de anteriores convocatorias.

El ejercicio comenzó a las 16:25 y terminó a las 22:25. Simplemente anoté: “Sabor agridulce”. Tiene gracia veintiún años más tarde porque fui uno de los seis suspensos de mi tribunal. El día 24 de Noviembre hice mi lectura. Tengo un recuerdo amargo de ese día. Al día siguiente salieron las notas. Aquella noche mi madre escuchó decir a Paco Herrero por primera vez: “Lo siento, ha suspendido”. Aún tendría que escucharlo otra vez más.

Ya no estudié más aquel año 1998.

Comenzó 1999 y con él una nueva libreta

El 11 de Enero de 1999 comenzó el reto de una nueva convocatoria. La cuarta que iba a firmar. Dediqué la primera semana a hacer preparativos.

Dos civiles y dos fiscales. Retomaba el primer ejercicio después de siete meses sin tocarlo, aunque hay que recordar que una considerable parte de los temas (no de los artículos) estaban sin tocar desde hacía mucho más tiempo.

Cuatro civiles y cuatro fiscales.

Seis civiles, cuatro fiscales y dos mercantiles. El 4 de Febrero de 1998 fue el primero en el que canté con otro preparador. Fue Carlos Fernández de Simón Bermejo, también Notario de Cartagena. Yo no quería ir con él, pero MAC me obligó a hacerlo. Sin duda fue una buena decisión. CFS generalmente me hacía muchas anotaciones a los temas. Mejoré muchos temas gracias a él. Siempre he dicho que a él le debo la reserva de nota en el segundo ejercicio por causa de una corrección in extremis que me hizo del Tema 5 de Mercantil.

Siete civiles, tres fiscales y dos mercantiles.

Siete civiles, dos fiscales y tres mercantiles.

Cuatro civiles y un fiscal. Estuve con gripe. Que nadie se asuste.

Seis civiles y tres fiscales.

Cuatro civiles, un fiscal y dos mercantiles. Anoté que tenía que “hacer un esfuerzo para ser absolutamente literal en los artículos”.

En diez semanas llevaba 51 civiles, 25 fiscales y 10 mercantiles.

Seis civiles, dos fiscales y un mercantil.

Cinco civiles y cinco fiscales.

Seis civiles, un fiscal y dos mercantiles.

Seis civiles, dos fiscales y un mercantil.

La semana del 19 de Abril no estudié porque me rompí una costilla el día de una de mis varias despedidas de soltero. Sí, tras mi suspenso en la anterior convocatoria y el aprobado de mi novia en sus oposiciones (tras siete años preparando), habíamos decidido casarnos y lo hicimos (yo con la costilla rota y una faja puesta para contener y mitigar el dolor), el día 24 de Abril de 1999. Ya han pasado veinte años (y seguimos juntos …).

Tras una discreta luna de miel en Tenerife y Lanzarote (yo no estaba para trotes en ningún sentido y mi mujer con una endodoncia y la boca llena de puntos, tampoco), comencé a estudiar de nuevo el 11 de Mayo. Tres civiles.

Cuatro civiles, un fiscal y dos mercantiles. Otra vez “literalidad en los artículos”.

Seis civiles, un fiscal y dos mercantiles.

Siete civiles, un fiscal y un mercantil. Anoté al cantar el tema 49 de Civil: “Cojonudo. Te los sabes de P.M.“

Siete civiles, un fiscal y dos mercantiles.

Seis civiles y un fiscal.

Seis civiles y dos fiscales.

Seis civiles.

Seis civiles.

Seis civiles. Viendo mi ritmo, CFS también tuvo bastante paciencia conmigo.

Seis civiles.

Nueve civiles, un fiscal y dos mercantiles. Algunas semanas le cantaba a MAC.

Ocho civiles. Aún me quedaban veintiséis civiles y ocho fiscales para terminar mi primera vuelta completa al Civil en años. Llegó Agosto y me tomé unas semanas de vacaciones.

A la vuelta, no sé porqué, dejé de anotar los temas que llevaba en la libreta y solo apuntaba las correcciones. El 26 de Octubre de 1999 escribía: “El tema está largo, pero está bien. Yo creo que he perdido la medida de lo que está bien y mal, porque por unas razones o por otras nunca me quedo contento. A CFS le ha gustado, pero a mi me ha parecido que lo he hecho regular y por eso no me he quedado a gusto. Se hace lo que se puede. Calma y tranquilidad. Cumple tus planes que son buenos y ya veremos que pasa. Debes reconocer que no te partes el pecho en el cante ¿o sí? No le des más vueltas. Sigue así. ¡ÁNIMO JODER¡ NO TE CONFÍES A PESAR DE TODO. HAGO LO QUE PUEDO“.

A la semana que viene más comeduras de coco: “¿Seré demasiado perfeccionista? Hay varias razones para no cantar como yo quiero, pero como todo salvo el cante va bien, no quiero más análisis y me limito a decir: ¡ÁNIMO¡. La semana que viene seguro que lo hago mejor. No pasa nada”.

El 17 de Noviembre corregimos el primer dictamen de la temporada. En el cante de aquella semana me encontré más cómodo aunque escribí que “me aturullaba y se me olvidaban cosas”. Tranquilo y ¡ÁNIMO¡

En la semana del 29 de Noviembre de 1999 terminé la primera vuelta del primer ejercicio. Tardé diez meses y medio en hacerlo. Teniendo en cuenta que estaba como estaba (el opositor del principio ya nunca lo volví a ser), que había nuevo programa y que había muchos temas que llevaba muchísimo sin estudiar, no me parece tanto tiempo como (aparentemente) lo fue. En esa misma semana ya fui capaz de estudiarme diez civiles y cuatro fiscales de una nueva vuelta. Con los años perdí la cuenta de las veces que me había estudiado cada tema.

Quince días después ya hice mi primer completo de esta convocatoria y apuntaba: “Tranquilo con las vueltas, mejorarás. Acuérdate como estabas antes. Estar mal no conduce a nada. Eres un perfeccionista y un exagerado. SANSEACABÓ“.

Terminó 1999, mi noveno año como opositor. TRESCIENTAS CUARENTA Y TRES SEMANAS ESTUDIANDO (sin contar crisis o vacaciones).

Creo que este episodio se está haciendo demasiado largo, así que dejo la última libreta (la del año 2000) para la semana siguiente. De los años 2001 y 2002, ya no tengo libretas pues en ellos me dediqué, gracias a la reserva de nota de los dos primeros ejercicios, a preparar exclusivamente el dictamen. Los que no puedan esperar … siempre se pueden comprar mi libro.

Toda la historia de mi oposición contada cronológicamente puede leerse en  “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)”. Si alguien se anima a recibirlo dedicado que me escriba a justitonotario@hotmail.com y le explico cómo proceder. Todavía no me explico como hay opositores de larga duración que no tienen mi libro en su mesita de noche porque no van a encontrar una historia como la mía en ningún sitio …

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario