Chistes y anécdotas Notariales: Episodio XXXIV

Más anécdotas del día a día de la notaría (de la mía y de las de los compañeros)…

Despedida

Cuando se vende un inmueble a veces hay lagrimas, lagrimillas o lagrimones, instrucciones, recomendaciones, consejos y hasta puestas a disposición del nuevo propietario por si le surge algo al nuevo:

“Si tienes cualquier problema me llamas y yo estoy aquí en 24 horas…” 

Esperemos que el problema no sea grave.

anécdotas de notarios

Renuncia a la herencia

Se habla mucho de ellas; que si hay muchas; que si porqué se producen. Es usual renunciarlas, repudiarlas pero no tanto renegarlas.

“Tú lo que tienes que hacer es renegar de la herencia de tu madre”.

Yo siempre utilizo la palabra renuncia. No suelo hablar de repudiación de la herencia y nunca me refiero a su renegación.

Contemporizando

Me encuentro con una testadora ya mayor y algo seria ab initio. La pongo a prueba para ver si tiene claro lo que quiere hacer. Veo en su DNI que no es de por aquí y le pregunto:

– Y usted, ¿por qué se vino a este pueblo?

– Porque me engañaron, me responde. ¿Conoce usted a Fulano de Tal? 

Y me cuenta que Fulano le hizo no sé que cosa, aunque enseguida me la llevo por otro derrotero, menos delicado a los efectos que yo pretendía.

– Mire Señora, le tengo que hacer a usted algunas preguntas para saber si tiene usted capacidad suficiente para entender lo que pretende hacer. Por ejemplo – empiezo- ¿sabe quién es el Rey de España?

– Sí, ese que está tan bueno. El Felipe.

Tras varias preguntas más, la Señora me devuelve mis impertinencias y me dice:

“¡A ver cómo está usted cuando llegue a mi edad¡”.

anécdotas testamentos

Al salir, de broma, le suelta a sus acompañantes (que no era conveniente que entraran al otorgamiento): “Le he dicho que el Rey de España se llamaba Alfonso”.

Retrasos en el pago

“¿Puedo pagarle dentro de XXX tiempo? Es que estoy recogiendo el dinero”.

Ni que creciera en los árboles.

En ocasiones veo códigos…

Imprescindible leer el post enlazado para entender este chiste malo.

Rubricando

Comparto vía Whatsapp con los compañeros del GJ mi alegría ante la firma de las copias de un buen paquete de escrituras:

“Ohhh qué placer. Veintidós minutos rubricando sin parar. No recordaba este agradable dolor de brazo. Hasta he estrenado un boli para celebrarlo”.

Gracias por las aportaciones. Nos vemos en el Episodio XXXV.

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario




 

2 comentarios

  1. Una anécdota que me ocurrió en la firma de un testamento… Estaba solo en la notaría, y mientras explicaba a una señora que opciones tenía en un testamento, mira a mis tarjetas que están sobre la mesa de mi despacho, y se da la siguiente conversación
    Señora: está usted solo?
    Notario: Sí señora, estamos en periodo de periodo de verano y entre las vacaciones y que mi otra empleada ha acabado su jornada, sí estoy solo.
    Señora: Y Nil?
    Notario: Nil? No sé a quién se refiere, señora.
    Señora: Sí, Nil, el que trabaja aquí…
    Notario: Creo que se está confundiendo señora, aquí ni trabaja nadie que se llame Nil… Y creo que tampoco trabajó nadie con ese nombre con mis antecesoras.
    Señora: Entonces porque ponen que aquí trabaja Nil?
    Yo no salía de mi asombro… Notario: discúlpeme, pero que yo sepa, nadie ha hecho nada de lo que pueda inferirse que aquí trabaja un señor que se llame Nil…
    Señora: cómo que no? En su misma puerta, pone “notario”, y de nombre, “Nil”, primer apellido ” prius”, segundo apellido “fide”. Creo que no hace falta comentarlo. Jaja

    • Hola Pablo:
      Es buenísimo. Mira que el Nihil da juego, pero tu historia es desternillante.
      Cuento con poderla utilizar en mi próximo episodio. Muchas gracias y un abrazo, Justito El Notario.

      Si te ha parecido bien o te ha resultado útil mi contestación, puedes invitarme a una caña o hacer un donativo a una ONG; si quieres más información pincha aquí

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