Chistes y Anécdotas Notariales: Episodio LIV

Revisando DNI

Firmando un poder observo que el DNI/NIF del apoderado (que está presente aunque ya se sabe que el apoderado no firma el poder), está vigente pero que caduca en unas pocas semanas y se lo comento:

“Al suyo (acababa de revisar el de la poderdante) ya le queda poco“.

La madre de la poderdante que también está presente dice:

“¿Cómo que le queda poco? ¿Cómo lo sabe?”

“Señora – le digo – al DNI, le queda poco al DNI”.

Y nos echamos todos a reir.

¿Dónde va usted a vivir?

Le pregunta el viejo oficial al joven Notario al llegar a su nuevo destino.

“Aquí. Me he alquilado una casa en el pueblo”.

“¿Aquí? ¡Vaya por Dios¡ El último Notario que vivió aquí lo mataron en la guerra”.

Notarías con soluciones para casi todo

“Mucha gente se olvida el DNI cuando va a la notaría. Eso no lo podemos solucionar. Pero si se olvidan las gafas tenemos remedio. No vayan a decirle al juez que no veían lo que firmaban”.

Tailandia Connection

Un cliente tiene que firmar una herencia, pero tienen un problema que comenta a la oficiala de la notaría: su hermano está en Tailandia. La oficiala le aconseja que mande a su hermano a un consulado español o a la embajada para hacer un poder. Tras ser informado, el cliente solicita hablar con el Notario que le recibe. “Mire usted, es que mi hermano realmente está en la cárcel; y me ha dado vergüenza decírselo a su oficiala. No es mala persona, solo tonto como él solo. El Notario, sorprendido, le consuela hablando de lo duro que debe ser estar en una cárcel tailandesa. Entonces el cliente le dice: “No, si lo de Tailandia me lo inventé. Está en la de XXX (y cita la más conocida cárcel de la provincia)”. Entonces el Notario le dice: “Pero hombre, no pasa nada. Yo me informo de qué Notario puede firmar en esa cárcel, le mando la minuta y solucionado”. El cliente se fue muy aliviado.

Días más tarde, el mismo Notario, firmaba una novación hipotecaria que nada tenía que ver con aquellos dos hermanos y le pregunto a su oficiala que cómo era que el prestatario no comparecía personalmente y era representando por un poder, puesto que era un cliente habitual de la notaría y no era usual que actuara a través de un apoderado. La oficiala le dice al Notario:

“Es que está en Tailandia. El Notario se quedó pensando un momento hasta que hiló.

Ahora, en su Notaria, la clave “está en Tailandia la usamos para referirnos a clientes que están … pues eso.

Opositores y experiencia vital

Se discutía sobre el asunto de si los jueces podían juzgarnos bien a los demás cuando sin experiencia vital y una vez terminada la Escuela Judicial,llegaban a sus primeros destinos.

Una compañera recién aprobada en las oposiciones a notarías celebradas en Andalucía, y que acaban de terminar, intervino en el debate para decir:

“Los opositores vivimos en cámaras herméticas y no nos relacionamos jamás. Mis padres volvieron a verme cuando aprobé, no me conocían. Yo apenas podía mantener una conversación. Muy duro“.

En el AVE

Decía otro compañero también en Twitter:

“Es sorprendente la de cosas que se ven en el AVE. En el asiento de delante, una chica con unas pinzas de depilar haciendo lo propio, con algodón y todo a su pareja… Luego me sorprendo de lo que pasa en mi notaría…”

Como respuesta otros dos compañeros, comentaron que recientemente habían visto, uno en la sala de espera y otro en su despacho, a unas señoras que se pintaban las uñas y a otra que amamantó a su criatura durante el otorgamiento de un acta de transparencia material. No haré comentarios por la que me pueda caer …

¿De qué va el libro?

¿Qué libro? Pues el mío: “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio”.

Es es lo que me pregunta uno en Instagram después de subir yo una foto en el que aparece la portada: “¿de qué va el libro?”

Y va otro y le responde: “Vaya preguntita … del París Dakar …”

Prudencia notarial

“Un letrado apareció en la notaría con una separación bastante conflictiva. Se había llegado a un acuerdo entre los esposos tras arduas peleas. Me hizo las “reservas y advertencias” de que la situación era bastante áspera entre las partes, con múltiples reproches y que, igual, no se acababa firmando, así que debía tener yo, como Notario, mano izquierda y explicarles a ambos con paciencia todas las dudas que me planteasen, para que el acto pudiera llegar a buen puerto. Antes de entrar a mi despacho ambos cónyuges, el letrado se asomó para indicarme que él se quedaría fuera, para evitar añadir tensión al momento y que esperaría en otro despacho hasta ver cómo se resolvía todo. Cargado de adrenalina, di comienzo al otorgamiento que, sin embargo, resultó ser … miel sobre hojuelas: muy buen rollo, incluso chistes, risas entre ellos y, por supuesto, firmas sin problemas. Cuando concluyó el acto, el letrado volvió a entrar a solas conmigo y me preguntó que cómo había ido todo. Estuve a punto de decirle que los cónyuges casi, casi, no firman … porque más bien querían reconciliarse … pero, cosas de la vida, me mordí la lengua y le dije que todo había ido bien, sin más. Inmediatamente me contó, en confidencia, que la esposa no solo era su cliente, sino además su actual pareja. Si no me asiste en ese momento la prudencia … ¡hubiera liado yo una buena!

Gracias a Raquel, Ignacio, Fernando, Antonio, Paco, Juan Pedro, Penacho y José Luis por sus aportaciones.

¡Nos vemos en el Episodio LV (pero sin rima)¡ 

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario




 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.