La Asociación Bruto Friend`s nos invitó hace unas semanas a participar en una de sus catas a celebrar en el Restaurante José María-Los Churrascos de El Algar, Cartagena. Gracias por la invitación, especialmente a Ángel Morenilla que ha sido nuestro enlace con el grupo y que, en nombre de todos en el primer comentario a este post, nos transmite el agradecimiento a nuestro amigo Tomás García de Fragama-Naviser, quien gentilmente “donó” a la Asociación las diversas botellas de las distintas añadas, que nos permitieron disfrutar de esta cata vertical de Bruto comprobando su evolución desde su nacimiento.

Nos plantamos sobre las dos de la tarde en el Restaurante José María-Los Churrascos (El Algar, Cartagena). Después de varias cañas, nos sentamos a la mesa montada estilo imperial y nos preparamos para degustar las tres añadas de Bruto hasta la fecha: 2012, 2013 y 2014.

José María está hermanado con el Restaurante Pincelín de Almansa. A Pincelín he ido tres veces en mi vida. Las dos últimas en día de elecciones. A José María he ido algunas veces más (¡menos de las que debiera¡). He celebrado allí algún acontecimiento familiar, he ido con mi padre al que le gustaba mucho, he asistido a alguna jornada gastronómica y ahora a esta fantástica cata. José María comió con nosotros e intervino en varias ocasiones para presentarnos los platos del cuidadísimo menú, alguno de los cuales los tuvimos ocasión de probar como primicia puesto que los iba a presentar en algún evento o jornada que tendría lugar unos días después. Le oí hablar durante la comida de otro restaurante en Almansa. Se llama La Ramona y está apuntado en mi lista de pendientes desde entonces. Tal vez en otro día de elecciones.

José María ya me parecía un hombre afable, accesible, sencillo y nada endiosado (¡y mira que podría estarlo¡), cuando le he visto en plena faena en visitas anteriores a su local. Mi opinión quedó confirmada al 100%.

Me quedé con varias frases de José María

“No podemos perder las cucharas”, en alusión a su guiso de aquel día.

“¿Por qué comemos langostinos del Mar Menor con Bruto? Porque las dos cosas están muy buenas”, sin más, que tampoco hace falta dar tantas explicaciones.

“Si el vino de esta cata es Bruto, dada la relación entre el Bruto y la familia Gil, este vino dulce debería llamarse Brutal”, en referencia al vino dulce que acompañamos con un buen bizcocho, no sé si antes o después del espectacular souffle. Lo mismo hasta rebautizan el vino…

Se habló hace unas semanas de una nueva cata de este fantástico Bruto. A la espera estoy y ya con ganas. Gracias de nuevo.

Por lo demás, una imagen vale más que mil palabras y os dejo con un slide fotográfico de aquel día.

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario