“Hola Justito: Quería proponerte una posible idea para tu blog: “Notarios y tatuajes”. Yo tengo un tatuaje de una tabla de surf en la parte interior del brazo. Es un tatuaje fino con una motivación muy especial para mí, pero no sé eso cara al ejercicio profesional como me puede afectar. Muchas gracias por todo lo que haces”.
A riesgo de meterme en una polémica diré que no me gustan los tatuajes y que no me haría uno estando en mi sano juicio aunque reconoceré que los hay muy bonitos y que no puedo evitar mirarlos sobre todo cuando los llevan las del sexo opuesto. Supongo que los llevan los tatuajes no se sentirán molestos con mi (siempre discreta) observación porqué exhibirlos debe formar parte del asunto, ¿o no? Por supuesto, no comprendo cuál es la gracia de hacerse un tatuaje en un sitio donde no te lo ves ni tú pero supongo que debe ser algo similar a llevar una camiseta con el dibujo por la espalda. En mi oficina, por ejemplo, el 50% de los que trabajamos llevan algún tatuaje en partes visibles al menos en algunas épocas del año, aunque (of course) desconozco cómo andan por el resto de su superficie corporal. Creo que sus tatuajes deben ser del estilo de los mi consultante de hoy (digamos que discretos) pero si no lo fueran o fuera yo, el Notario, el tatuado ¿pasaría algo?¿generará rechazo mi consultante con su tatuaje en su futura notaría? ¿o irán a su notaría todos los tatuados de la comarca o de la provincia? ¿ganará clientes? ¿los perderá? ¿y si se hace tres o cuatro mas y no fueran tan discretos?
Pues … creo que casi espero a que apruebes y nos lo cuentes tú (“La Notario tatuada” sería un estupendo título hasta para una novela) porque yo solo puedo decirte que en estos tiempos no creo que la cuestión tenga la menor importancia porque estamos todos (nos gusten o no, los llevemos o no los llevemos) completamente acostumbrados a verlos y, según gustos, hasta a contemplarlos (aunque sea de soslayo) y a disfrutarlos.
¿Y qué me dicen de los Notarios guapos/as?”
“La vis atractiva de algunos hace que otros “corpóreamente” no podamos competir”. Pero, ¿y si la gente está encantada con la amabilidad, gentileza y mas que agradable presencia de alguien a quien elige con independencia, o a pesar de, sus cualidades profesionales)? Pues habría que decirles que cometen un error pero al menos habrán pasado un rato fantástico durante el acto (del otorgamiento).
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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