“Tener tu libro es de primero de batacazo”

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Le dije a una opositora hace poco que si tenía previsto empezar notarías para este otoño que debía hacerse con un ejemplar de “Nada antes que opositar “. Entonces ella me respondió que “el libro lo voy a pedir por mi cumpleaños. Ya lo sabe mi familia. Tener su libro es de primero de opositora a notarías. Al leerlo otra opositora con la que me trato habitualmente me dijo que mi libro era también de “primero de batacazo” pues ella ya se lo había pegado (en su descargo diré que era un batacazo esperable y que no debía desanimarse aunque lo haya hecho un poquito y luego haya remontado). Continuando con la broma, yo le dije a ella que también servía para segundo y tercero de batacazo, para primero de me estoy pensando opositar a notarías, para primero de estoy pensando en dejarlo, para primero de me lo he dejado y para primero de no consigo superar el fracaso. Mi libro cuenta una experiencia completa sin paños calientes de lo que es una oposición a notarías de largo recorrido desde que uno piensa en que quiere intentarlo hasta que sale por la puerta grande del aprobado más o menos años después. Ya lo he dicho otras veces, pero me siento especialmente orgulloso y feliz de haber ayudado a los de primero de yo podía haber aprobado porque este sector de ya ex opositores son los que más sufren y los más necesitados de consuelo y de rehabilitación a fin de iniciar camino hacia la normalización de sus vidas aprovechando las horas de vuelo que les convertirán, si se sobreponen, en magníficos profesionales de otras cosas que también les harán felices. Yo pude estar allí y, si lo hubiera estado, me hubiera gustado encontrar a alguien que me vendiera su historia real y reconociera que él también anduvo muy cerca de quedarse en el otro lado.

La misma opositora me decía que lo que más le fastidiaba, ahora que encaraba su segundo intento (primero con todo a su favor), es que haya gente que va mucho peor que ella y que, sin embargo, aprobará la oposición. Yo inmediatamente tuve mi réplica preparada: “Sí, eso cierto y también lo es que hay gente que va mucho mejor que tú y que suspenderá. Hasta incluso puede que no apruebe nunca y que tú si lo hagas. Ojalá que lo hagas”. No pienses en esas cosas y céntrate en lo tuyo porque ya tendrás tu dosis de sufrimiento si eso que dices (y que en realidad nunca sabrás y solo sospecharás) llegara a producirse.

En estos días han surgido también algunas consultas y comentarios sobre otros temas como el de la opositora en ciernes que está preocupada porque sufre de ansiedad aunque considera que su constancia y cabezonería pueden compensar los desequilibrios que la ansiedad nos genera. Ya hablé aquí y aquí sobre la ansiedad sobre el minuto cero. También teme que su pareja se canse o que la oposición afecte a su relación porque de hecho (dice) hay preparadores que aconsejan que es mejor no tenerla (menuda tontería, la verdad). De este otro tema de las novias y novios hablé aquí hace tiempo.

Otros me han preguntado sobre si tal o cual libro de dictámenes es mejor a peor que otro pero no estoy capacitado para hacer un comentario crítico de los diferentes manuales y solo me atrevo a decir que no se compre nadie el Dictámenes Jurídicos de Diez Picazo (como todo mi respeto al gran maestro) porque no va en la línea que podemos necesitar como opositores a notarías. Aparte de este, tengo también el de Eduardo Llagaria (posterior a mi aprobado) quien a mí me enseñó definitivamente a dictaminar y que me parece tremendamente útil y práctico. Estoy intentando resumirlo  en la Sección “Dictamina que algo queda” pero en este momento me encuentro parado.  El mensaje de la última opositora que me preguntó por este asunto de los dictámenes terminaba con un “alabado sea tu blog” que también me hizo mucha gracia.

Toda la historia de mi oposición contada cronológicamente puede leerse en  mi libro. Si alguien se anima a recibirlo dedicado que me escriba a justitonotario@hotmail.com y le explico cómo proceder.


Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario