La verdad es que no existe un “dress code” para asistir a examinarse ni de los orales, ni de los escritos, ni para la lectura de estos últimos.
Tengo contado aquí que “El opositor no viste de luces pero sí tiene una suerte de uniforme, trajes y corbatas de tonos oscuros, con camisas blancas o azules (nada que resalte demasiado) para los hombres y trajes de chaqueta también oscuros con faldas más bien largas para las mujeres”, pero yo ya aprobé hace tiempo y no sé si las cosas siguen siendo exactamente así.
En alguno de mis orales, en Madrid casi con seguridad, había un opositor con traje de color claro y corbata estridente que además hablaba muy alto llamando la atención de todo el mundo. Quizá sea mejor no llamar la atención del tribunal en modo alguno, no vaya a ser que una corbata espantosa pueda despistarles de la atención y llevarles a pensar en el poco gusto que tiene este opositor, aunque, por supuesto, sobre gustos no haya nada escrito.
Centrándonos en el dictamen, puesto que me llega la pregunta de uno de los opositores en capilla, hay quien, como Eduardo Llagaria, aconsejaba ir de traje y corbata pero con un jersey preparado para colocárselo cuando llega el momento de comenzar y así estar y encontrarse más cómodo. A mi no me incomodaba la corbata (que acaba aflojándose) y, por supuesto, te permiten que te quites la chaqueta, pero como quedarse en mangas de camisa puede dejarte algo frío (aunque yo soy de los de camiseta interior de manga carta) creo que el consejo de Eduardo es la mar de bueno.
No sabría que recomendar para las chicas, pero, por favor, ¡que nadie se presente con una sudadera¡ (palabra que, por cierto, nunca ha estado en mi vocabulario y no me gusta nada) no vaya ser que muchos años después, como me pasa a mi con el de la corbata estridente, nadie consiga olvidarte. Creo que si me encontrara por la calle con Mr. Corbata Horrible aún le reconocería. Por cierto, no sé si llegó a aprobar las oposiciones.
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Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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