Me lo decía todo un compañero hace un tiempo:
“Los temas de Liberquintus no los he leído. Todo el que me habla o escribe sobre ellos me dice que son buenos y cortos. Sospecho que a mi me hubieran gustado mucho, porque aspiro a escribir así, bueno y corto. El riesgo como preparador es que algún día te digan “tú me dijiste que estos temas sí y el tribunal me ha dicho que ese tema que les he contado, que no”. Ese es un riesgo inherente a la oposición y nadie te puede dar garantías. Liberquintus no deja de ser un anónimo, que dice que ha aprobado con esos temas. “En Internet nadie sabe que eres un perro”, suelen decir. ¿Puede una editorial (¿Carperi?) garantizarte que con sus temas apruebas? En registros, quizás. En notarías, creo que no. Por eso el opositor que es un adulto, licenciado en Derecho, que debe tener suficiente juicio y que suele ir a cantar los temas a su preparador periódicamente, debe decidir. Yo estudié el Hipotecario por los temas de Lino Rodríguez Otero, publicados por Dijusa, y mi preparadora, cada 15 días, me insistía en lo flojos que eran de contenido y me enviaba los suyos”.
A mi me pasaba lo mismo con los temas de Mercantil de Francisco Rodríguez Boix. Me decían que eran cortos y flojos, pero a mi me sirvieron para sobrevivir a una crisis muy larga y para encajar un complicado cambio de programa. No todos mis mercantiles eran de Rodríguez Boix, pero uno de ellos me salió en un ejercicio que aprobé con nota suficiente para conseguir reserva. Eso sí, tuve que alargarlos y mejorarlos un poco, aunque en aquel momento yo ya tenía una experiencia considerable como opositor y sabía bien lo que hacía.
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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