Advertencia: En la web “Justito El Notario”, su titular y responsable Miguel Prieto Escudero, no asesora ni aconseja ni lo ha hecho nunca desde la apertura del blog el 20/11/2015. Aquí únicamente se informa, se divulga (o al menos se intenta) y se opina (con mayor o menor grado de acierto). El contacto, colaboración o comentario a las entradas, no puede entenderse en ningún caso como un acceso telemático a mi notaría ni conducente a la firma de un documento público en la misma. A esos fines deberán dirigirse a mí por los cauces oportunos, pero nunca por la vía de mi blog que constituye una actividad completamente privada y no está conectado con la web de mi notaría.
La emoción de ser notario | Opinión
Se me ha ocurrido la feliz idea de revisar mi protocolo, es decir, las aproximadamente 11.000 escrituras que he firmado en los 11 años que llevo aquí destinado. El propósito no es otro que el de hacer una recopilación de modelos para esta sección. Los modelos han de ser raros o poco usuales. Pueden ser de escrituras o de actas, aunque también tengo instancias, solicitudes y hasta algunos contratos privados, de esas que no vemos todos los días y que te obligan a emplearte más a fondo cuando se da el caso, o a hacer memoria, o a las dos cosas al mismo tiempo. El trabajo está resultando ingente (verdaderamente agotador en realidad), aunque ya me quedan solo la mitad de los “protocolos” por revisar. Para hacernos una idea del nivel de rareza que manejo, solo he salvado unas 100 escrituras de 5.500, aunque espero que sean unas cuantas más en el sprint final (en la segunda parte que aún me queda por revisar). Creo que siempre he tenido ganas de hacer esto y que el blog ha sido finalmente el impulso que necesitaba para mi labor recopilatoria. Aquí puede irse viendo un ejemplo de mi trabajo:
Lo que no tenga cabida en los MODELOS, irá a parar a una sección que abrí hace más tiempo. Se llama “Pequeños Modelos”. Esto es todo lo que tengo allí hasta ahora:
Para hacer una escritura, unos tienen modelos, otros tenemos memoria, otros tienen ambas cosas. Los de la memoria (propia y prestada por nuestros sistemas informáticos) simplemente recurrimos a la escritura más parecida a la que queremos hacer y que somos capaces de recordar. Esto (tener memoria y usarla) es (muy) bueno pero también es (fundamentalmente) malo (como sistema en sí). Es bueno porque como no hay dos escrituras iguales (bueno si que las hay, pero no son todas tan iguales como pueda parecer) y así te fuerzas a leer más cosas de las que lees cuando utilizas plantillas o modelos, disminuyendo el nivel de errores y estando siempre en un continúo proceso de retoque y mejora de tus escrituras, pero es malo porque estoy casi seguro de que ocupas más tiempo y el tiempo es oro. En cualquier caso, no sé si me acostumbraré algún día a trabajar con plantillas y a rellenar campos … Tal vez para mi sea ya algo tarde para cambiar…
El caso es que repasando esos 11.000 documentos he tenido una visión de mis últimos 11 años de vida que me ha parecido (exagerando un poco) similar a la visión que algunos dicen que han tenido cuando están a punto de diñarla y ven toda su vida en un instante. Yo he visto mis últimos 11 años como Notario en mi actual destino convertidos en una sucesión de muchos instantes, porque ya llevo semanas haciendo esto y porque creo que aún tardaré un par de meses más (al menos) en terminar de seleccionar lo más interesante y, probablemente, otros dos en editarlo todo para poderlo publicar en el blog. Cuando todo esté listo, veremos si me planteo algún giro importante en mi proyecto.
Que suerte tenemos de poder recurrir al protocolo para saber lo que hacíamos tal día a tal hora, aunque este ejercicio no sirve solo para eso … Repasando el protocolo también podemos ver cuanto de más (o de menos, o de muchos menos) firmábamos antes, cómo ha evolucionado la contratación, cómo ha cambiado el panorama bancario, cuántas exigencias, herramientas y aplicativos han surgido, cómo apretamos en el tema fiscal con cada negocio u operación que pasa por nuestras manos, cómo han disminuido las daciones en pago y las hipotecas, cuántos clientes y amigos se han ido para el otro barrio, cuántas empresas se han ido a hacer puñetas, cuántos clientes han dejado de venir, qué pocos vienen que antes no lo hacían, cuántas empresas nuevas han surgido, cómo nos reímos con aquella escritura, menudo problemón tenían aquellos, que bronca se montó aquel día, ese asunto no lo resolvimos bien y aún colea, menudo pedazo de imbécil que era ese tío, que entrañable la abuelita aquella, que tío tan simpático, aquel se salió al final con la suya, ¿y el tío del bocadillo?, ¿qué fue de Fulano?, ¿se murió Mengano?, que difícil fue aquella escritura, ahora firmo menos poderes, esta fue la primera escritura que hicimos de ese tipo, en fin, tantas y tantas y tantas cosas que hemos visto cada día, todos los días, días sucesivos en nuestras notarías y que tenemos la oportunidad de revisar cuando queramos, mientras el protocolo continúe a nuestro cargo, es decir, hasta que cumpla 25 años o incluso más si estamos más de 25 años en la misma notaría porque en ese caso no tenemos que hacer entrega del protocolo al archivo del Distrito.
Os animo a retrotraeros al primer año en vuestros destinos actuales y a entrar fugazmente en cada protocolo, os vendrán mil recuerdos a la memoria y experimentaréis mil sensaciones (en mi caso mayoritariamente agradables aunque también me encuentre con buenas dosis de tristeza, de impotencia y de amargura). Conforme voy avanzando y ahora que he echado la vista atrás (y la seguiré echando unas semanas más hasta que termine mi labor), diría que me siento igual que el Albercoq al que, un día que fui a su casa a firmar con él unos documentos, le pregunté:
“¿Como está usted Sr. Albercoq?”
Y el Albercoq me contestó:
“Completo y tranquilo”. ¡Completo y tranquilo¡ Nunca olvidaré esas tres palabras de un hombre mayor y enfermo, postrado en la cama, que se sentía entero y con todas las cosas hechas y, lo que es más importante, con todas las cosas bien hechas.
Yo, como el Albercoq, también me atrevería a decir que, por supuesto, estoy entero y, sobre todo, que estoy con la conciencia tan limpia como una patena.
Aviso que el de los Modelos no es el único Proyecto que tengo entre manos. Al final voy a necesitar un mecenas ….
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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