Me manda una opositora este vÃdeo y me pregunta que qué me parece. Le digo que espero que no esté pensando en matar a alguien y la enlazo con esta entrada (inspirada en hecho reales) del blog notarÃAbierta.
Lo cierto es que este corto me parece muy bueno. Creo que refleja muy bien la angustia vital, la desesperación, el miedo y el hastÃo del opositor de larga duración.
Incluso está muy bien reflejado el ambiente. La sala, el tribunal, la enorme puerta, la llamada del bedel, el gesto adusto de los miembros del tribunal, en fin, casi todo salvo la horrible chaqueta del opositor que no suele recurrir a colores llamativos o el hecho de que cante el ejercicio de pie y no sentado o que se guarde el cronómetro en el bolsillo (¿de qué servirÃa si no lo ves?). Tampoco se corresponde con la realidad el hecho de que se ponga uno a cantar directamente (en notarÃas de cinco minutillos para pensar). Hasta el cante del tema me parece que suena muy realista, con sus tironcillos para coger algo de aliento. Muy bien de velocidad y muy correcto formalmente (le voy a poner un 5,95).
Ya me habÃan hablado de este corto en otras ocasiones, pero no lo habÃa visto hasta hoy. Lo mejor que he visto en este mundillo opositil cinematrográfico.
No se dice qué oposiciones prepara el protagonista y no me gusta la imagen que se refleja de los funcionarios que aparecen cuando ya ha conseguido su ansiada plaza que (sin duda alguna) los habrá de esos que descuelguen y cuelguen un teléfono sin contestar o que pongan sellos como única y principal ocupación de su jornada y atribuciones, pero hay un detalle que me ha traÃdo a la mente una cuestión de la que no he hablado nunca en el blog. Como no quiero hacer spoiler, el que quiera saber porqué he pensado en esto, tiene que ver el corto.
Sà que he hablado aquà de las reservas de nota, pero ¿es posible en notarÃas aprobar y quedarse fuera de plaza? No, no lo es. O apruebas o suspendes. O apruebas, o no eres apto y te quedas fuera y vuelves a la casilla de salida. No hay aprobados sin plaza, ni hay bolsa de empleo ni nada por el estilo. Tampoco sobran plazas. Aprobamos los justos, aunque los más antiguos del lugar recuerdan alguna convocatoria en que no fue asà (desde que yo sé de este asunto, es decir, desde 1991 nunca han sobrado plazas).
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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