En la oposición casi todo depende de uno, pero hay algunas cosas, como podría ser el divorcio de tus padres, que quedan en el terreno de lo que no depende de uno pero que, sin lugar a dudas, te afecta.
Además un divorcio no se cuece en cuatro días, tiene sus alternativas que sí, que no, que puede, que vuelvo, que me voy, que me marché y que ya no vuelvo. Evidentemente esto puede desestabilizar mucho al pobre opositor y con malas consecuencias si es veterano y ya no puede permitirse que nada (sea lo que sea) le afecte.
¿Es uno capaz de abstraerse? ¿Debe contarlo al preparador?
Si le preguntan a mi madre, pues mis padres se divorciaron cuando yo llevaba unos tres años opositando y estaba al borde de mi primer primero, dirá que yo me desequilibré mucho por culpa del divorcio. En cambio yo nunca he pensado lo mismo. Nunca lo he visto como lo veía mi madre.
Cuando el matrimonio de mis padres estalló definitivamente (ya había habido varios conatos) yo tenía mi primer ejercicio de mi primera convocatoria a pocas semanas vista. Primero optaron por no decírmelo pero luego me lo tuvieron que decir (no recuerdo a qué fue debido el cambio … tal vez yo estuviera con la mosca detrás de la oreja).
El efecto en mi fue de rabia, algo así como “ahora por mis eggs que voy a aprobar”. Aguanté el tirón, aprobé y planté cara al segundo que suspendí (en opinión propia y del preparador) de manera rigurosa (ya lo he contado veinte veces …).
Unos meses después me hundí en la miseria más absoluta y así estuve dos años largos, pero, la verdad, no creo que fuera por el divorcio. Nunca lo he pensado y nunca lo pensaré por mucho que diga mi madre.
El divorcio fue una tribulación más de mi vida que creo no tuvo influencia en lo que me pasó. Quizá lo de mis padres se veía venir, pero cuando es por sorpresa y la cosa se precipita rápido, puede ser un verdadero batacazo, aunque hay que procurar que no le afecte a uno más de lo indispensable.
Uno se juega su vida. Los padres viven la suya y no puedes perder tus oportunidades. Si pasa, hay que conseguir que no afecte a tu salud y que, con suerte, no lo haga a tu tranquilidad económica.
No es fácil contarlo al preparador, pero yo se lo contaría (bueno yo se lo conté), pero sin entrar en detalles. Que sepa la noticia y punto.
Hasta conozco a quien preparando la oposición casado, se ha divorciado. Eso ya es el “rien ne va plus”.
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Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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