Dieciocho amigos muy inseparables desde hace casi 30 años y algunos ya se conocían de antes.

Hace pocos días despedimos a la madre de uno de nosotros y me puse a contar. Si no me equivoqué, de 36 padres (vale, 18 padres y 18 madres), ya hemos perdido a la mitad. “¡Es que estáis en la edad, me dice siempre mi madre¡”

Somos cincuentones (o casi) y los padres se nos están muriendo. Algunos tendrán la suerte de tenerlos muchos años más, otros se fueron demasiado pronto. En un año se nos han ido tres nada menos.

Cuando esperábamos la otra mañana, tras la misa en la puerta del tanatorio, cuando luego nos fuimos a tomar un café todos juntos y cuando luego nuestra amiga nos agradeció en el grupo de Whatsapp nuestra presencia, pensé en que, como dijeron algunos, no había nada que agradecer, pero sí que lo había, no lo que ella nos agradecía en sí, sino que todavía estemos aquí y así de bien, que todavía sigamos juntos, que sigamos corriéndonos unas juergas formidables y liandola parda en cuanto podemos y celebrando todos nuestros acontecimientos juntos y teniendo también otros días más tranquilos, o más silentes o compartiendo algo, un cumpleaños, una coña, un logro de uno o de otro, un momento malo o cualquier otra cosa.

Me sentí bien en esos momentos. En ellos, en esos momentos, está la verdadera amistad que nos tenemos desde hace tanto.

¡Por otros 30 años de amistad¡ ¡Y mucho ánimo¡

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario