Ya hablé de esto hace un tiempo, pero hace unos pocos días tuve de nuevo la cláusula relativa a la comisión de estudio a mi alcance y pensé que podía desarrollar un poco más la cuestión:

“El crédito devenga en este acto a favor del acreedor, la comisión de estudio cuyo importe y tipo se indican en las condiciones particulares. Anualmente o, en su caso, con la periodicidad que figure en éstas, se devengará nuevamente dicha comisión, calculada sobre el límite máximo de crédito vigente en cada momento, como retribución de la actualización permanente del estudio de la situación económica del cliente”.

En las condiciones particulares se indicaba una comisión de estudio del 0,50 %, pero no se especificaba nada para los años sucesivos ni para otros periodos de tiempo (anualmente o con la periodicidad que figure en éstas…), dejando claro, a mi modo de ver, no que no habrá comisión, sino que seguirá siendo la misma. Este parrafito está perdido entre un montón de parrafitos de un contrato de varias hojas con letra no demasiado grande.

Dicho de otro modo, desde mi punto de vista, si el importe del descuento (que suele ser un contrato de duración indefinida) es de 100.000 Euros y se habilita la mitad (50.000 Euros) se cobra la mitad de comisión de estudio (0,50 %) y el resto cuando se habilite, pero ¡ojo¡, cada año le volverán a cobrar lo mismo por la parte que tenga habilitada. Cuando digo habilitar, me refiero a que es posible que la póliza de descuento tenga un límite, pero no te dejen utilizarlo todo. Es como si te tuvieran preautorizado el crédito pero no puedes utilizarlo mientras que las partes (y especialmente la entidad) lo consideren oportuno.

“Pues de eso no nos han dicho nada” – me dicen los clientes.

“Pues entonces, será mejor que llame usted a la entidad y pregunte” – respondo.

Y llama y dice: “Oye, ¿el año que viene voy a tener que volver a pagar el 0,5% de 50.000 Euros? ¿Y los siguientes años mientras que sigamos con la póliza de descuento?”

“No, hombre, eso no lo vas a pagar”, – le dicen.

“Entonces, ¿cuánto tendré que pagar?” – responde.

“Pues, pagarás un poco“.

Propuse entonces modificar el contrato en dos sentidos: por una parte para poner esa comisión de una forma más clara y más visible y por otra para indicar su importe:

“Comisión de Estudio en los años sucesivos: Un poco”

Muchos meses después …

Encuentro una mejor explicación (que no una garantía o una tranquilidad).

Por lo visto, cuando las renovaciones tácitas se van produciendo y se renegocian condiciones, una de las cosas que se hablan es la nueva comisión de estudio. Es la conclusión de la conversación con un cliente que firmó su descuento, lo amplió y ahora lo vuelve a ampliar. Tiramos de póliza intermedia e inicial y nos aseguramos con el Banco haciendo una llamada.

– ¿Me vas a cobrar comisión ahora?

– No, no te vamos a cobrar.  Y el año que viene probablemente tampoco pero eso no te lo puedo asegurar.

Muy tranquilo no puede quedarse uno, pero es lo que hay.

Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario