Una mañana o una tarde de playa con final en el Es Bruc no tienen precio. Como no reservan, dejamos pronto la arena y nos instalamos en la primera línea de la terraza-mirador con un tanque de cerveza, un plato de queso de Mahón y otro de aceitunas aliñadas, a leer el periódico o a disfrutar de la puesta de sol de San Adeodato. Seguimos con una buena ensalada y una fritura estupenda, con sus gambusinos rebozados que te puedes comer sin pelar y ¡más cerveza¡ Si es por la noche un buen trozo de carne y un vinito fresco. No necesito más, mi plan perfecto en Menorca.

Era habitual encontrarnos con gente conocida en nuestras visitas a Es Bruc. Tolito, aquel que se casó con más de 60 años con una cubana, era uno de los habituales del local y de mi notaría. Me resultaba difícil entenderle con su intenso acento menorquín y su enorme locuacidad. Todo un crack, como se dice ahora.

Es Pla, Fornells

Quedé impactado en Febrero de 2016 por la noticia del incendio que ha destruyó el restaurante Es Plá de Fornells. Según veo en Tripadvisor, el local no ha vuelto a abrir. Parece ser que la concesión administrativa que les permitía estar instalados a pie de agua en zona portuaria vencía en un par de años y que el dueño ya tenía una edad próxima a la jubilación.

No obstante, me da pena, en esta nueva reedición de este post, eliminar toda referencia a un sitio en el que pasé muy buenos ratos con los compañeros de la isla y con los familiares y amigos que nos venían a visitar a la isla. Esperemos que resurja de sus cenizas.

“Es Pla es uno de los restaurantes de la isla que permanece abierto casi todo el año. Esto dice mucho de ellos y de todos los locales que lo hacen. Fuera de temporada, en fines de semana, está repleto de gente de la isla, que suele tomar unos estupendos menús a buen precio. En temporada (de mayo a noviembre) se convierte en un sitio mucho más turístico, aunque los de la isla siguen yendo y la carta sigue siendo la misma. Ofrece bastantes platos de cocina local, entre los que recomiendo las albóndigas de sepia, los calamares rebozados y, por supuesto, la caldereta.

Me costó cogerle el gusto a la caldereta y no la recomiendo con arroz, puesto que no es la receta típicamente menorquina, pero hay que tomarse una (o varias) si visitas Menorca y Es Pla es un estupendo lugar para ello.

Se contaba que el Rey Juan Carlos I, podía dar cualquier día la sorpresa presentándose en Es Pla para tomar una caldereta, aunque lo cierto es  que no me quedó claro si esa “caldereta real” era la del Es Cranc, del que ahora hablo, o la del Es Pla.

Si no tienes yate, es recomendable reservar en la terraza exterior, al borde del agua.

En Es Pla nos dieron la bienvenida los compañeros de la isla. Los de Mahón y los de Ciudadela. Mercadal era el único pueblo que tenía notaría fuera de las dos ciudades importantes de la isla, la capital civil (Mahón) y la eclesiástica (Ciutadella). Actualmente también hay notaría en Alaior. Por cierto, la volví a abrir yo, casi 70 años después de que se hubiera amortizado y vuelto a crear. Es la única vez, hasta ahora, en mi carrera profesional en que he llevado por sustitución otra notaría además de la mía”.

Es Cranc, Fornells

En Fornells os encontraréis con el Es Cran Pelut, que es el siguiente restaurante que os comento, y con el Es Cranc.

Los propietarios de uno y otro fueron antiguos socios en el actual Es Cranc.

Es Cranc está en el interior de Fornells y es un clásico de la gastronomía menorquina. Hace falta disponer de un cierto presupuesto para visitarlo.

Recomiendo las tortitas de camarones, las navajas y la caldereta. Las raciones son generosas. El local es sencillo pero agradable y el servicio es amable y cordial. Es un restaurante familiar en el que es imprescindible reservar.

Por ubicación hay mejores restaurantes en Fornells, por excelencia culinaria, probablemente ninguno.

Dos años y ocho meses en Menorca y solo fui una vez a Es Cranc. Allí estuvimos con dos grandes y viejos amigos que, como tantos otros amigos y también familiares, fueron a pasar unos días con nosotros en la isla. Las visitas de los amigos y familiares a los primeros destinos son todo un clásico para un joven notario. A mayor exotismo del destino, mayor es el número de visitas recibidas, claro está.

Es Cranc Pelut, Fornells

Diego e Isabel constituyen la escisión (no sé si amistosa) del Es Cranc y gozan frente a la casa madre de una gran ventaja: su ubicación en primera línea del Paseo Marítimo de Fornells que garantiza maravillosas vistas. Tal vez el local no tenga el sabor de su matriz, pero me quedo con las vistas.

Posiblemente, al ser un sitio de más fácil localización y de nombre tan parecido “se apropian” de clientes que en realidad se dirigían al Es Cranc (aunque puede que también ocurra al contrario).

En el servicio me quedó con el Pelut y en el yantar puede que con el Es Cranc, aunque con especial atención a los buenos pescados de Es Cranc Pelut. Difícil elección. Si tienes tiempo, vete a los dos.

Asocio Es Cranc Pelut a la visita de un buen amigo y exigente gourmet: Bernardo Muñoz. Bernardo es compañero de mi mujer en el Ayuntamiento y solía visitar Menorca todos los veranos. Se desplazaba de la península a Mallorca, donde establecía su cuartel general y luego hacía una breve incursión menorquina. Aquel año nos dimos el homenaje en Es Cranc Pelut.

Ca`Na Marga, Fornells

Situado en la urbanización Ses Salines de Fornells, Ca`Na Marga, es un agradable restaurante/parrillada/pizzeria familiar que abre en temporada y que toca bien casi todos los palos.

En la parrilla, Jordi, trabaja una buena materia prima: entrecots, solomillos, chuletones, churrascos y las deliciosas sobrasadas torradas; las pizzas y pastas nada tienen que envidiar a las de muchos restaurantes “italianos “; preparan también otros platos más elaborados y algunas recetas menorquinas; los postres son bastante innovadores.

Está siempre lleno, así que conviene reservar, aunque procurarán atenderte siempre que puedan para que no te marches sin comer o cenar.

El servicio profesional es algo acelerado; los de la familia son más agradables. Mucho más que agradables: buenos clientes y amigos.

Me gustaba llegar a Ca`Na Marga y saludar  a Jordi, el marido de Marga, un tipo enorme y bonachón que sudaba a mares atendiendo con mimo la barbacoa. En Ca`Na Marga viví, con una raquítica conexión a internet, un concurso de traslado en el que aspiraba a Los Alcázares (Murcia). No pudo ser y continuamos una temporada más en la isla.

Ses Salines, Fornells

De las magníficas vistas a la bahía de Fornells, también disfruta Ses Salines que constituye principalmente una arrocería con recetas elaboradas, alejadas de las de los arroces más típicos y corrientes.

Los tiempos de ir a comer 10 personas y pedir 5 raciones de arroz, casi han pasado a la historia, así que para un buen y agradecido estómago, como el mío, puede que las raciones se queden algo escasas. Nada de compartir o racanear.

La segunda mejor opción es el pescado.

Buena bodega, cosa que no resulta fácil en Menorca por las condiciones climatológicas y  por las dificultades en la distribución de ciertos productos como el vino.

Atendido por gente joven, bien preparada y profesional.

Local amplio, luminoso y moderno, aunque quizá algo frío.

A Ses Salinas fuimos con el Sr. Marful de Mondoñedo y Sra., que fueron de nuestros primeros visitantes. Fue un desapacible día de septiembre. Marful y Sra. se acomodaron en nuestra fantástica casa con piscina del alquiler. Solo vivimos en ella un mes. En octubre nos fuimos a vivir a un piso. La humedad, que en Menorca es mayúscula, y la piedra de marés hacían imposible para unos peninsulares vivir en una casa en la que teníamos permanentemente conectado un deshumificador y en la que un jamón serrano se convertía en una sierra nevada, cuando dejabas la isla un fin de semana para venir a la península y te reencontrabas luego con él.

Tast, Es Mercadal

Que bueno, ¡como me gusta el Tast¡ El amigo Colau, un autodidacta emprendedor en este mundo de la hostelería, tuvo un acierto pleno al abrir este local con el que asumió muchos riesgos al haberse situado en un pueblo como Es Mercadal, que no es de lo más turístico de la isla (excepto a nivel gastronómico como veis en este post) y tras dejar su anterior local de copas.

La decoración y todos los detalles son de gran gusto. La carta está muy cuidada desde los entrantes a los postres. Recetas elaboradas con diversas influencias, incluidas las menorquinas. Buena carta de vinos, innovadora, con denominaciones poco habituales. Postres estupendos especialmente el de gin tonic, que conviene pedir rebajado. El sitio permite una buena tertulia ya que no suele haber prisas. ¡Que bueno está todo¡ ¡Enhorabuena Colau¡

En Tast celebré con mis oficiales mi despedida de la isla. Todos los detalles de aquel adiós os los conté aquí. Aunque no conté mi famosa historia de “los dedos amarillos”. Hasta ahora no he contando que soy un hipocondríaco superlativo. La hipocondria me jugó una mala pasada en mis últimas 24 horas en Menorca. No sé si estoy preparado para contarla, así que me la reservo para otro día en que pueda encontrarme más inspirado.

Can Olga, Es Mercadal

Bajo el puente de Na Macarrana, Can Olga lleva años, algunos ya desde la muerte de su fundadora, ofreciendo una de las cartas más interesantes de la isla. Se alternan platos de inspiración o carácter insular, con otros de cocina internacional, todos ellos a gran altura. Se trata de una cocina, en general, elaborada y a pesar de ello, con platos copiosos.

No obstante, la renovación es necesaria y se observa un cierto decaimiento de un tiempo a esta parte.

Es un sitio fundamentalmente para el verano, puesto que el buen tiempo permite disfrutar de su magnífico patio interior. Está siempre lleno y hay que reservar con antelación.

La bodega es buena, aunque a veces faltan referencias. Cuidados postres. Bien atendido, profesionales y algo serios. Más bien caro.

No es raro encontrarte allí con alguna celebridad. En mi caso con uno de los padres de la Constitución que está aún vivo para más señas. Aquella noche cenábamos con Manu Canovas, paisano y compañero de promoción, y su mujer. El padre de la Constitución con quien coincidimos fue Miquel Roca.

N`Aguedet, Es Mercadal

Dos veces he comido en N`Aguedet. En la primera con el comedor abarrotado (era septiembre) comimos de maravilla (pero estuvieron muy lentos), incluyendo una langosta con alioli al horno que estaba deliciosa.

En la segunda, con el comedor casi vacío (era enero), tres cuartos de lo mismo, incluyendo una lechona (porcella) que estaba deliciosa. ¡Que tarde descubrí yo la lechona en Menorca¡ La preparan, por cierto, de maravilla en Cas Ferrer de Sa Font en Ciutadella.

En ambos casos, el plato principal fue un plato típico y contundente, a la par de caro, y salimos muy satisfechos.

N`Aguedet es una casa de toda la vida (aunque tengo alguna noticia de su cierre creo que no se ha consumado), muy frecuentada por los menorquines, que abre todo el año y que practica una cocina tradicional.

Te ofrecerán los vinos de Ferrer de Muntpalau que elabora Crispín Mariano Vadell, hijo de Aguedita, la fundadora, en sus Bodegas Menorquinas. No es aconsejable no beberlos. No digo más.

A Aguedita, también fuimos con El Sr. Marful de Mondoñedo y Sra. Se lió parda. Crispín empeñado en que bebiéramos sus vinos y El Sr. Marful que es un acérrimo, y en aquellos tiempos irredimible, “riojista”que no solía beber otra cosa. La cosa pudo haber terminado con una salida precipitada del local, pero pudimos recomponer la situación. Parece que para algunos el cliente podría no tener siempre la razón.

También en N`Aguedet tratamos la organización de la sustitución de la notaría de Es Mercadal, Jesús Morote y yo, pocas semanas antes de consumar mi marcha de Menorca.

Mesón Galicia, Es Mercadal

El propietario es de Villafranca del Bierzo (León) y debe llevar bastante tiempo en la isla.

Es otro de los locales que está abierto todo el año y se encuentra muy cerquita de la subida al Monte Toro, uno de los atractivos turísticos de Menorca, así que está en una ubicación perfecta para iniciar la excursión al punto más alto de la isla.

Tiene buen género para tratarse de un restaurante gallego en una isla a un montón de kilómetros de Galicia y presume de recibir la materia prima directamente de Galicia. Sea como fuere y salvando las distancias, no lo hacen nada mal. Recomendable para morriñosos, gentes del lugar y turistas extranjeros.

Son varios los recuerdos de este local. El usual latiguillo del dueño (que yo mismo aún suelo utilizar), cuando pedías la comanda “peeeerfecto”, decía el propietario. Y sobre todo, una comida con Fernando Rubio, compañero y amigo, y Cristina, su mujer, los dos tristemente fallecidos de manera prematura. Fernando ejerció un poco como mi padre en Menorca. Fue un trago durísimo aquella llamada días antes de su muerte, estando ya en mi actual destino, en la que nos despedimos. Él y yo sabíamos que se moría; destacamos nuestro feeling y nos despedimos por última vez. Me acuerdo a menudo de él. Fernando fue un buen amigo.

El Gallego de Mercadal, fue uno de los primeros restaurantes que visitamos en la isla. Allí cenamos una noche de Mercado Medieval en Mondoñedo, rabiando por no poder estar allí, charlando por teléfono con Celia y José Eduardo y mitigando un poco la enorme morriña de aquellos días, recién llegados de Mondoñedo, desde su agradable terraza de verano.

Es Molí d`es Racó, Es Mercadal

Un antiguo molino aloja desde hace años un restaurante que, tras cambiar de propietarios, se ha reorientado, y, sin dejar de lado la comida clásica y casera menorquina, ofrece una larga carta que toca todos los palos. Es muy frecuentado por la gente del pueblo y abre todo el año, pero tiene otros valores: buen precio, buen servicio, estupenda terraza y original emplazamiento.

Me vienen bastantes recuerdos a la cabeza cuando pienso en Es Molí. Desde la visita de Michel Moreno, otro compañero que nos visitó junto con su mujer, o las cenas con Quino Cobos y la suya, o con mis suegros, El Señor de Cuenca, Rosa Palo y Peter el Panda, pocos días antes de que naciera Justito Junior.

Las Vegas, Es Mercadal

Otro de los que abren todo el año. En la Calle Nou de Mercadal, la más importante del pueblo, más que la Calle Mayor, Las Vegas (de los mismos dueños que Es Molí d`es Racó) es un local de éxito entre la gente del pueblo, entre los habituales de Mercadal, entre españoles y extranjeros, un local de raciones contundentes, rústico y sencillo, con enorme carta y precios para la mayoría, ¡vamos¡ para no salir escaldado y con la barriga bien llena y bien a gusto. Hay casi de todo. Solo le falla el nombre.

Hicimos una cena con padres de la Escoleta de Sant Martí, a la que asistía Justito Junior en el pueblo junto con sus amigos Joan, Josep, Roger, Lucas, Quim y Jennifer y algunos más que ya he olvidado. Y Anna la “seño” de Justito Junior, que era una chavala estupenda y con la que intercambiamos unos mensajes de Whatsapp hace unas semanas.