Agobiada: Hola, te escribo porque llevo unos tres años con la oposición a notarías, me examinaré pronto y me gustaría preguntarte cómo metías la última vuelta en tiempo. No sé bien cómo organizarme y me siento agobiada porque tengo la sensación de que en dos semanas (que es lo que me gustaría) tal vez no sea capaz de hacerlo. Sé que cada uno (y que casi cada preparador) tiene su propia fórmula y como he leído en algún post tuyo que retenías bastante tiempo los temas en la cabeza, me preguntaba cuál había sido tu experiencia y si podrías darme algún consejo. En la anterior convocatoria de registros, aunque aguanté el ejercicio entero, suspendí y pienso que tal vez no me organicé bien. Al suspender, tuve un bajón pero ya salí de él y ahora me encuentro muy animada. También quería agradecerte que seas tan sincero y compartas tus experiencias. Gracias.
Justito: Me alegra mucho poder ayudar a los opositores, aunque seguramente yo no sea ningún ejemplo a seguir. Tres años me parece un tiempo estupendo para estar ya en disposición de aprobar, no solo el primer ejercicio, sino la oposición. MAC, mi preparador, insistía en decirme aquello de “esta no es tu convocatoria” cuando me presenté por mi primera vez aprobando el primer ejercicio a los 2 años y 9 meses. Para mis adentros yo añadía a su frase … “pero podría serlo”. Por desgracia, MAC acertó, yo no, y no fue aquella mi convocatoria, ni tampoco las tres siguientes… Lo que ocurre es que el bacatazo del suspenso me dejó grogui hasta más de 2 años más tarde y perdí el tren de la que sí tenía que haber sido la mía, que era la siguiente. Así que para empezar, hay que tener calma y no echar más presión de la que la oposición y la cercanía de los exámenes ya conllevan. MAC también me hablaba mucho de esa presión añadida.
En mi caso creo que fueron dos semanas lo máximo que llegué a concentrar un ejercicio (primero o segundo). Pasé a dos semanas para una vuelta (la última), después de haber tardado un mes en la anterior y dos meses en la penúltima. Con los temas en la cabeza con un máximo de dos semanas el más “antiguo” ya me encontraba seguro para ir a examinarme. En los completos con el preparador, las dos semanas siempre me daban buen resultado, aunque, como es lógico, MAC me ponía a prueba preguntándome temas más antiguos. Recuerdo un completo con el tema de Civil de la Responsabilidad Extrancontractual. Lógicamente me salió más flojo que el resto de los temas que aleatoriamente escogió el preparador, pero conseguí sacarlo adelante y según MAC en condiciones de aprobar, aunque con tres semanas yo me sentía ya bastante inseguro mientras lo cantaba. Dos semanas para mi, eran perfectas. Ten en cuenta que hice 6 orales y aprobé 5, así que creo que me fue bien este sistema.
Te diré además lo que me decía MAC a mí cuando llegaban aquellas épocas de los ejercicios completos “Justito, tienes los temas en la cabeza”. Deja que fluyan…te los sabrás.
Te contaré otra cosa más
Cuando allá por el 98 decidí presentarme por última vez a unas oposiciones, sacar los temas y retirarme o suspender, me liberé de todas mis presiones y volví a estudiar con normalidad. Para ponerme a prueba, cogía temas que hacía mucho que no repasaba y con un empujoncito (un repasito) y muchas horas de Código Civil (eso sí) durante mis largos periodos de crisis, conseguía sacarlos adelante. Pero, te preguntarás, ¿con nivel para aprobar? Pues a veces sí y a veces no, pero aguantaba la hora sin moverme de la silla y lo que es más importante: me demostraba a mi mismo que los temas estaban en mi cabeza, no sé dónde, pero estaban, y con calma, bien agarrado a la mesa, salían, porque me los sabía y bien que me lo decía MAC, con otra variante de su frase para estos casos: “Justito, los temas te los sabes”.
MAC tenía razón, me los sabía, estaban ahí y salieron cuando tuvieron que salir, en las buenas circunstancias que fueron en cuatro de mis cinco aprobados y en las malas como ocurrió en la quinta ocasión, cuando el tema del artículo 1.124 del Código Civil estuvo a punto de cambiar mi destino, aunque no dejé que lo hiciera y también conseguí sacarlo adelante en un día determinante del resto de mi vida (el más importante a la postre hasta la fecha).
¿Qué pasó en el sexto examen oral?
Fue el segundo de los que hice y el único que no aprobé y te preguntarás qué pasó aquel día, el día que suspendí un oral, el día que me llevó a la crisis absoluta. La culpa la tuvieron los Administradores Mancomunados del tema de limitadas y el tema de los Bancos y la Bolsa. Te explico. MAC presenció el examen y, al salir, me dijo que pensaba que aprobaría. Con 5,01, pero que aprobaría, aunque me podrían pasar factura por haber dicho que los Administradores Mancomunados tenían que ser un mínimo de TRES... ¡Ay, Dios¡….Y porque el tema de los Bancos y la Bolsa era muy flojo. Yo dije lo que tenía, pero era un tema desastroso. No tenía muchos así, pero me tuvo que tocar aquel. Ese puñetero tema, me llevó a pensar que podía tener muchos más temas así y a pasar por un bajón (como tú le llamas) tan largo, tan estrepitoso, tan demoledor.
De todas formas, era una convocatoria de 60 plazas y con mi propensión a suspender el dictamen, se me hubieran tenido que aparecer San Pancracio, San Cayetano y los Siete Dioses de la Fortuna, todos a la vez, para que yo hubiera aprobado las oposiciones a notarías en aquella convocatoria. La diferencia hubiera sido aprobar con 28 o con 34 como finalmente lo hice…
Toda la historia de mi oposición contada cronológicamente puede leerse en “Nada antes que opositar (Nihil prius oppositio)”. Si alguien se anima a recibirlo dedicado que me escriba a justitonotario@hotmail.com y le explico cómo proceder. Solo nos quedan treinta ejemplares aunque ojalá sigamos imprimiendo mas cuando estos se acaben.
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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