Un viaje de unas 30 horas puede dar para mucho. Han dado para una productiva reunión y para una previa noche “loca” en Madrid. Bueno…todo lo loca que puede ser a los 48 tacos que tampoco es para tanto, aunque lo cierto es que ha sido un estupendo mini viaje.
Una intensa jornada en la notarÃa (¿vienen brotes verdes?), cojo coche y carretera hacia Madrid a donde llego tras un viaje de poco más de cuatro horas contadas como corresponde. Dejo la maleta en el hotel, me acicalo un poco y me dirijo hacia el Mercado de San Antón, en Chueca donde he quedado con mi sobrina Bea y sus amigas Veri, de Veridiana (cosas de su abuela Genoveva) y Marta.
Para no perder ni un minuto cojo un taxi desde el Hotel hasta el Mercado y entablo conversación con la taxista. Hablamos de si hay que exprimir o no los coches cuando uno conduce muchos kilómetros, como son nuestros casos. Estamos de acuerdo en que alguien que como yo hace unos 4.000 kilómetros mensuales ha de sacarle a un coche todo su partido. Nada de darle salida en cuanto tengas el primer problema serio o caro, hay que machacar el coche y entregarlo para el desguace. Cuesta mucho amortizar un coche y uno nuevo pone a 0 el contador de la amortización.
Acabo diciéndole que soy Notario y le entrego una tarjeta de Justito El Notario. Le hace mucha gracia y nos reÃmos mientras que me bajo del taxi ya en el Mercado.
No iba por el Mercado de San Antón desde el dÃa previo a la boda de Pepe y Paco. Lo conté en “Mi gran boda gay” y luego lo conté aquà de otro modo. Por eso me apetecÃa volver. TenÃa un gran recuerdo de las horas que pasamos allà un buen grupo de amigos que Ãbamos a la boda.
Subà a la planta de arriba y en ella me encontré con las chicas. Tomamos unas cañas que acompañamos con una deliciosa fuente de torreznos, pimientos tipo Padrón y patatas fritas.
TenÃamos mesa para cenar en La Primera, del grupo CañadÃo (hace unas pocas semanas he ido al CañadÃo con Zetace y espero contarlo en otro post). La recomendación me la hizo ZacarÃas Candel y me la ratificaron, Vitty Fanjul y Alberto Luna que tiene el comentario de este local en su página Dime un Restaurante.
El emplazamiento es fantástico. Primera planta del número 1 de la Gran VÃa, el edificio del rótulo de Rolex que pintó el gran Antonio López.
TenÃamos reserva a las 22 horas y tardaron unos minutos en acomodarnos. Los aprovechamos para tomarnos el primer vino blanco de la noche acompañado de una riquÃsima ensaladilla. El vino era un José Pariente “varietal verdejo”.
Ya en la sala, nos situaron en una mesa en la zona que mira al CÃrculo de Bellas Artes. Bea y yo nos sentamos mirando al ventanal y Veri y Marta hacia el interior del local, asà que pudieron radiarnos todos los detalles que nosotros, de espaldas, no podÃamos ver. Pequeña bancada en la ventana y sillas bajas de enorme asiento para nosotros dos. Un poco incómodas para gente alta como yo.
Nos decantamos por el Pastel de Cabracho y el Tartar de Aguacate como entrantes frÃos. Luego vinieron Las Rabas y la Merluza Orly con Alioli. Terminamos con el Tartar de Novilla y a los postres la Tarta de Queso (que ZacarÃas me habÃa recomendado) y un Brownie. Nos despachamos casi dos botellas de Menade Ecológico, y fueron 142 euros en total. Teniendo en cuenta que 34 eran del vino, me parece un ticket muy razonable para un sitio de este nivel. Tendré que hacer la ronda completa y visitar los otros dos locales de la casa en Madrid: La Bien Aparecida y La Maruca.
De allà nos fuimos al Cambridge Soho Club a saludar a un amigo de las chicas que trabaja allà (y que también se quedó con una tarjeta de Justito El Notario). Parece que era algo tarde para un jueves y no habÃa mucho ambiente. Se celebrababa una fiesta-reunión Erasmus (para alternar y practicar idiomas) que me dio sana envidia por ver a gente tan joven disfrutando y por mis limitaciones con los idiomas que constituyen mi gran carencia educativa. Yo terminé mi gin-tonic de Nordés (no habÃa Larios 12 que  fue mi opción inicial) y las chicas no tuvieron tiempo para hacerlo ya que les insistà en probar suerte (y mejor ambiente) con otro club que conocà con Paco, Doña Justa, Itziar, Toñeta, Pedro y Luis la noche de los Premios Enatic. Se llama Hemingway Cocktail Club y está en los bajos del NH Suecia, que creo era uno de los hoteles frecuentados por el escritor en sus visitas a Madrid. Tengo ahora otros dos clubs interesantes para visitar en próxima ocasión. Uno de ellos es este.
Allà nos tomamos otro gin. Probé una ginebra que no conocÃa (y no recuerdo su nombre) pero el pepino me fastidió completamente el copazo. Mira que me lo tiene dicho Paco Rosales…Tal vez mi nivel alcohólico no estaba ya para florituras. En la barra tuve la oportunidad de saludar a Marron, el guionista y colaborador de “El Hormiguero”, con el que charlé un minuto en el que tuve tiempo de darle una tarjeta de Justito, ofrecerme como su Notario de cabecera y de hablarle de CuelloTortuga y su vÃdeo “Dale la vuelta a la tortilla”. A ver si este nuevo encuentro le da una oportunidad a mi hermano (o a mi que podrÃa convertirme en el primer Notario que cuenta chistes en televisión y hacerle la competencia a Diego El Notario). Un tÃo majo y accesible. Le debo una copa.
Al terminar la ronda, salimos del local y las chicas cogieron un taxi hacia el Sur y yo otro hacia al Norte. A este taxista ya no le di tarjeta. No tenÃa ganas de broma, aunque yo sÃ. En el primer semáforo se paró otro taxi al lado y ¡vaya casualidad¡ era el mismo que nos habÃa llevado de un Club a otro y al que también le habÃa dado tarjeta. Bajamos las ventanillas, nos saludamos y nos reÃmos. Ha quedado en ponerse en contacto conmigo. DecÃa que no tenÃa cláusula suelo, pero que sàtenÃa un problema con el Banco.
Unos minutos después estaba en la cama. Como la reunión que tenÃa al dÃa siguiente empezaba tarde, apuré el sueño, tanto que llegué el último. La reunión fue muy productiva (ya lo he dicho al principio), la más productiva en mi opinión de mi “era corporativa”.
Casi que voy a preferir que estas reuniones sean en viernes en vez de en lunes, como habitualmente.
Asà que me he vuelto muy contento y encima acompañado en el coche por Bea y Veri que me han enseñado dos nuevas palabras: croqueto y perezote.
Creo que a partir de ahora me dará menos perozote ir a las reuniones en Madrid (y hay una en el horizonte para abril o mayo), aunque cenando como cenamos tengo todos los números para seguir hecho un croqueto.
Hasta otra. Un abrazo. Justito El Notario. @justitonotario
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